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ENCONTRARON EL MODO DE ENFRIAR LA TIERRA PERO DEJANDO EFECTOS TÓXICOS

Las consecuencias del proyecto que intenta Reino Unido, las pagarán Asia y África. Con el agravante de dejar sin sustento a 2000 millones de personas. Sucede que ante el calentamiento global, se ha dado innicio a un poryecto llamado SPICE.

 Proyecto que se explica en la finalidad de inyectar partículas para modificar el clima, ya que éste sirve para controlar la radiació solar ¿y los desperdicios, no dañarán el ambiente?

El combustible de la Revolución Industrial fue el carbón extraído de las minas inglesas y con su quema se inició el vertido de millones de toneladas de gases y residuos a la atmósfera que hoy son responsables del calentamiento global que está poniendo en dudas, de seguir estos procesos, la posibilidad del sostenimiento de la vida humana en el planeta.
Los británicos con su soberbia actitud, no reconocen su responsabilidad y siguen ocasionando fenomenales catástrofes como la recientemente ocurrida en el Golfo de Méjico por la irresponsabilidad de British Petróleum.

 

Ahora en un nuevo gesto que ratifica la prepotencia de esta nación, pretenden establecer unívocamente un controvertido proyecto para “enfriar el planeta” que puede poner en riesgo aún mayor la atmósfera global.
Unos 50 grupos ambientalistas de todo el mundo llamaron a firmar una carta abierta para exigir al gobierno del Reino Unido y a los consejos de investigación (UK Research Councils) que deje sin efecto un proyecto que prevé inyectar aerosoles a la estratósfera para enfriar artificialmente el planeta.
El proyecto SPICE (siglas en inglés de Inyección de Partículas Estratosféricas para la Modificación Climática) incluye a cuatro universidades, tres consejos de investigación, varios departamentos del gobierno y la empresa privada Marshall Aerospace.
Los grupos que firman la carta, dirigida al ministro del ambiente, Chris Huhne y a los Consejos de Investigación del Reino Unido, esperan lograr respaldo suficiente antes de que se hagan las pruebas, y que las autoridades reconsideren si permiten o no que siga adelante el controvertido experimento, cuya mecánica consiste en rociar agua desde una manguera de un kilómetro de largo, suspendida en el aire por un globo gigante.

 

Las pruebas están programadas para ocurrir en una pista aérea militar abandonada en Sculthorpe, en Norfolk, Reino Unido, entre el 6 y el 23 y octubre, publicó el sitio especializado en ambiente, Medio y Medio.
Los grupos que rechazan el experimento argumentan que el Proyecto Spice  enviará la señal equivocada a la comunidad internacional, que adoptó una moratoria sobre las actividades de geoingeniería en octubre pasado durante la reunión del Convenio sobre Diversidad Biológica en Nagoya, Japón.
“Por un lado, nuestro gobierno está involucrado en negociaciones sobre geoingeniería y biodiversidad al financiar, moderar y participar activamente en las discusiones en el CDB. Por otro lado, está preparando el mecanismo para desplegar una muy peligrosa tecnología de geoingeniería. Tales pruebas no deben permitirse y menos cuando existe una decisión internacional que alude a ello”, dijo Helena Paul, de una de las organizaciones que participan en las discusiones en el CDB y en la iniciativa de la carta abierta.
Según Diana Bronson, del Grupo ETC, organización internacional que vigila el desarrollo de
nuevas tecnologías, “este es un caballo de Troya. El problema no es que quieran rociar agua, sino que están preparando la tecnología para disparar sulfatos hacia la estratosfera para intentar bloquear la luz del sol que cae sobre la Tierra”.
“El manejo de la radiación solar, como se le llama a este tipo de técnicas, podría tener consecuencias devastadoras, como alterar los patrones de precipitación, amenazar la producción de alimentos y la salud pública; destruir el ozono y disminuir la efectividad de la energía solar, además de muchos otros impactos conocidos y desconocidos”, agregó.

 

Mas acerca del Proyecto Spice

El Reino Unido anunció que en octubre de 2011 comenzará un experimento unilateral de geoingeniería, es decir, de manipulación climática. Es la primera parte de un proyecto mucho mayor para inyectar partículas azufradas en la estratósfera, creando una especie de nube volcánica artificial, para desviar parte de la radiación solar que llega a la tierra, supuestamente para bajar la temperatura.

 

El experimento que plantea el Reino Unido consiste en colocar una manguera de un kilómetro de largo que apunta al cielo, sostenida en el aire por un enorme globo inflado con helio por la cual arrojarán agua de mar. Afirman que ahora no van diseminar partículas azufradas, porque la prueba es para ver si el mecanismo funciona. El objetivo es luego hacer lo mismo a mayor altura y entonces sí, diseminando compuestos químicos tóxicos. Es parte del proyecto SPICE Stratospheric Particle Injection for Climate Engineering (Inyección estratosférica de partículas para la ingeniería del clima) financiado por el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas con 1.6 millones de libras esterlinas, coordinado por la Universidad de Bristol con participación de científicos de esa universidad y las de Cambridge y Oxford.

 

Aunque por ahora el experimento parece más ridículo que peligroso, no hay nada de gracioso en que se estén usando recursos para avanzar la manipulación climática, a despecho de las preocupaciones de la vasta mayoría de los países, particularmente los del Sur, que son los que más sufren los impactos de la crisis climática y ahora sufrirán los de la manipulación climática. El clima es un sistema global, del que dependemos todos y todo, no de los que tienen el dinero y la falta de escrúpulos para manipularlo.

 

PROYECTO SPICE: ALGUNOS CASOS DE MANIPULACIÓN DEL CLIMA.

 

Hay casos dramáticos por todo el continente, de empresas agrícolas que usan cañones con químicos y otros métodos para producir sequía, con consecuencias devastadoras para las comunidades aledañas. Por ejemplo, la empresa Nintanga, SA, en Ecuador produce intencionalmente sequía por más de ocho meses para beneficiar sus cultivos de brócoli en Cotopaxi, Ecuador, dejando a varias comunidades campesinas sin las bases mínimas para su sustento. Casos similares ocurren en México, Chile, Argentina, Colombia y muchos otros países, sin ningún control y solamente por el lucro que consiguen grandes hacendados y empresas exportadoras de hortalizas. También, inspirados en los métodos usados por
Estados Unidos en la guerra de Vietnam (como la operación Popeye, ahora conocida por documentos desclasificados), se “siembran nubes”, inyectando ioduro de plata en las nubes para provocar lluvia, para eliminarla de ciertos lugares o precipitarla en otros donde no caería.
En todos los casos, la disrupción del equilibrio natural de las lluvias tiene impactos sobre muchos otros que no decidieron sobre ello y dependen del equilibrio del clima para su subsistencia. Como lamentablemente este método se usa hace ya tiempo, la Organización Meteorológica Mundial ha observado que en ciertas zonas están cambiando permanentemente los patrones de lluvia, vientos, temperatura, con consecuencias regionales y globales.

 

Proyecto Spice y geoingeniería

 

El experimento actual del Reino Unido, es una forma de geoingeniería que llaman “manejo de la radiación solar”, no dirigida a lugares focalizados, sino con la intención (indescriptiblemente arrogante) de “manejar” los efectos del sol sobre la tierra. Sobre este tipo de propuestas, existen análisis de meteorólogos y climatólogos reconocidos, que advierten que la caída de las partículas usadas tendrá efectos tóxicos en fauna y flora de extensas áreas y en cientos de miles de humanos, con efectos similares al descenso de partículas de las nubes volcánicas. Además, aseguran que para lograr desviar la radiación solar en forma permanente y en la dimensión para afectar la temperatura global, se desequilibrarán los regímenes de lluvia y viento, afectando las bases de sustento de 2000 millones de personas en Asia y África.

 

 Fuente: una mirada verde -blog-

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