El jefe de la bancada kirchnerista en el Senado de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, reconoció que debió intervenir para que el vicepresidente Amado Boudou no participe de la sesión de anteayer, en la que se trataría la ley que blinda activos de los bancos centrales extranjeros.
El rionegrino reveló que participó de gestiones para que el funcionario procesado en la causa Ciccone no ponga en riesgo la aprobación de la norma que impulsa el kirchnerismo, a la que consideró «una cuestión de Estado».
Sucede que los legisladores de la oposición ya habían advertido que si el vicepresidente presidía la sesión en el Congreso, se retirarían del recinto, lo que le impediría al oficialismo alcanzar el quórum necesario para la aprobación del proyecto.
«Intervine porque privilegié sacar una ley que la Argentina necesita para el intercambio con bancos centrales de otros países, que es muy importante, especialmente por un acuerdo con la República de China que está próximo a firmarse», manifestó el senador en una entrevista con el diario La Nación.
«Era una cuestión de Estado -explicó-. Debíamos priorizar la sanción de una ley que era promovida por el gobierno nacional».
Pichetto se refirió también al insistente pedido de todo el arco opositor para que Boudou se tome licencia en el cargo del Ejecutivo, al menos hasta que la Cámara Federal defina si ratifica o no su procesamiento.
«Vuelvo a repetir que el pedido de licencia es una atribución personal del vicepresidente, y los fundamentos de una destitución están contenidos en la Constitución Nacional. Y entre ellos no está un procesamiento ni la obligatoriedad del pedido de licencia», indicó el posible precandidato a gobernador de su provincia.
Y añadió: «Entendemos que tiene que haber un marco donde la Justicia trabaje con libertad, y el vicepresidente se ha presentado y está a las órdenes del juez. Esperamos que la causa pueda avanzar y clarificarse, pero hay que remarcar que es una instancia de instrucción previa que es el auto de procesamiento, no hay sentencia definitiva».
Consultado sobre el revés que puede provocar la situación judicial del vice en las aspiraciones de los candidatos kirchneristas, reconoció que «el impacto indudablemente está», aunque se quejó del «nivel muy riguroso en términos de comunicación, quizás excesivo». «No dejo de reconocer la importancia del cargo y del hecho, no lo subestimo, pero nosotros tenemos que cumplir con nuestro compromiso, tratar de llevar adelante la tarea del Senado y hasta este momento ha funcionado perfectamente. Vamos a ver qué pasa a partir de ahora; esto no lo puedo evaluar ahora», señaló.
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