La agencia Fitch destaca la «ventana de oportunidad» que ofrecen los resultados electorales y pide reformas radicales.- El líder del PP reclamó «media hora» para arreglar las cosas y los mercados se la dieron, pero nada más
El presidente electo, Mariano Rajoy, pedía hace unos días, en plena campaña electoral, «media hora» de gracia a los mercados tras las elecciones. Y los mercados se la dieron: la Bolsa española se mantuvo ayer de 9.00 a 9.30 de la mañana (más o menos) y la prima de riesgo no parecía verse alterada a esas horas por el resultado electoral, que de alguna manera le da a los mercados lo que pedían, una mayoría fuerte para poner en marcha las reformas (y los recortes) necesarios, si es que esos recortes no provocan una recaída en la recesión muy peligrosa. Pasada la media hora, la presión arreció ayer y se acentúa hoy: la agencia de calificación Fitch acaba de lanzar una nota en la que reclama, desde ya, «medidas adicionales» al nuevo Gobierno.
En su nota, Fitch destaca que el resultado de los comicios «ofrece una ventana de oportunidad», aunque advierte de que el nuevo Gobierno «debe sorprender positivamente a los inversores con un ambicioso y radical programa de reformas estructurales y fiscales». La agencia cree que Rajoy tendrá que «legislar para tomar medidas adicionales con vistas a cumplir con los objetivos de déficit fijados en el Plan de Estabilidad» comprometido ante Bruselas, algo que asume como el escenario base por donde va a ir la economía española a corto y medio plazo. Por este motivo, al igual que hizo ayer Standard & Poor’s, el Estado español conserva su actual nota de solvencia en AA-, el equivalente a un nivel alto, y también se mantiene en perspectiva negativa, lo que abre la puerta a futuros recortes.
La influyente prensa anglosajona no le va a la zaga a Fitch: «Rajoy ha logrado la mayoría absoluta. Ahora tiene que usarla», según The Wall Street Journal, filial de News Corp (grupo del que es consejero el expresidente José María Aznar). «El nuevo presidente debe moverse aprisa y de forma contundente», asegura el Financial Times. Y la prueba del nueve de que Rajoy debe hacer un gesto ya: La canciller alemana, Angela Merkel, ha enviado un telegrama al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, para felicitarle por su victoria en las elecciones del domingo y recordarle que tiene un «mandato claro» para emprender «rápidamente» las medidas necesarias para España y para la Unión Europea.
Los datos procedentes del mercado de deuda justifican ese apremio. Lo más preocupante ya no es que los bonos españoles a 10 años ronden el 7%: el pago de intereses del bono a 5 años supera ya el 6%, y a dos años se acerca a ese 6%, y en las subastas de esta mañana, el Tesoro ha pagado más intereses de lo que paga Grecia. Y las prisas no las piden únicamente los periódicos o las agencias de rating: tras la media hora de gracia, Barclays Capital dejaba claro ayer mismo las expectativas de los mercados. «Nuevas medidas estructurales y más consolidación fiscal es lo que se espera del PP», según el banco británico.
Rajoy aún no ha aparecido más allá del discurso conciliador de la noche del domingo, pero está claro que el PP tiene una enorme responsabilidad porque los ciudadanos le han dado, en mitad de una crisis formidable, un mandato muy contundente. Por eso dispone de muy poco tiempo para reaccionar para aprovechar el impulso inicial que le han concedido más de 10 millones de votos. Lo primero, en teoría, debería ser aclarar las dudas sobre la persona elegida para tomar las riendas de la economía española: el nombre del vicepresidente y ministro de Economía. Rajoy no se puede demorar ya mucho más ante la incertidumbre con respecto a la crisis fiscal española.