Moscú, 23 nov (PL) Rusia rechazó la manipulación del tema de los derechos humanos en el caso de Siria, según fuentes de la Cancillería, al comentar la abstención en una reciente votación en la Asamblea General (AG) de la ONU.
- Pese a hostigamiento, Siria prosigue desarrollo energético
- Adopta Siria medidas para beneficio público y de agricultores
- Líderes de Homs ratifican unidad para combatir la sedición
La lógica de la posición rusa respecto a la resolución sobre Siria en la AG es que de ningún modo se debe permitir el empleo del asunto de los derechos humanos como pretexto para la intromisión foránea en esa nación, indicó Serguei Kareev.
El vicejefe de la representación rusa ante la ONU estimó que la principal responsabilidad por el respeto de los derechos civiles recae en los gobiernos nacionales y, la comunidad internacional sólo debe aportar «una ayuda técnica» en ese sentido.
Precisamente, la función de cooperación constructiva y no las de mentor para dar lecciones de derechos humanos es lo que más necesita ahora Siria, declaró Kareev.
En estos momentos, reiteró el diplomático, lo más importante es poner fin a todo tipo de violencia y la intensificación del diálogo interno sirio sobre las transformaciones democráticas.
Rusia considera inaceptable una intromisión militar en Siria, reiteró Kareev.
El jefe del comité senatorial ruso de Relaciones Internacionales, Mijail Marguelov, también rechazó una acción externa en el país levantino y confió que el pueblo sirio sea capaz de buscar de forma independiente una solución pacífica.
Rusia está atenta a los acontecimientos en la nación mesoriental, analiza la posición de todas las fuerzas políticas y aboga por una salida negociada al diferendo, aseguró Marguelov.
Consideró que en medio de la dramática situación que vive Siria, suenan irresponsables e incendiarios los llamados de algunos representantes de la oposición para rechazar la participación en las conversaciones con el gobierno sirio.
La víspera, el ministro ruso del Exterior, Serguei Lavrov, declaró que la comunidad internacional debe actuar con responsabilidad ante los acontecimientos en Siria, al comentar llamados de Occidente para que la oposición reniegue al diálogo con las autoridades.