EE.UU. presiona a Europa para que cierre ya sus medidas anticrisis
Todas las miradas están puestas ahora» en el Viejo Continente, asegura Geithner en el comienzo de su viaje
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, abrió ayer la agenda de su viaje oficial por el Viejo Continente con una entrevista con el ministro de Economía alemán, Wolfgang Schaüble, la primera parada de un intenso periplo que le llevará a reunirse con los principales líderes de la agrietada casa común europea, entre otros, Sarkozy, Rajoy y el presidente del BCE, el italiano Mario Draghi.
Tras su encuentro con Schaüble, Geithner lanzó ayer un mensaje de optimismo sobre el futuro del euro, pero nadie duda que Washington, temeroso de los efectos la onda expansiva de un voladura incontrolada de la moneda única, no las tiene todas consigo. Según un comunicado del Tesoro estadounidense, el objetivo de Geithner es discutir «con sus homólogos los esfuerzos por reforzar las instituciones de la zona euro», eufemístico malabarismo dialéctico tras el que se esconde el hecho de que el principal asesor económico de Obama viene, desde la más estricta cordialidad, a presionar con firmeza a Bruselas para que, de una vez por todas, elimine la incertidumbre y cierre un mecanismo de actuación que convenza a los mercados.
Los mensajes de Obama
La recuperación de las constantes vitales europeas es una prioridad para la Casa Blanca, como demuestra el hecho de que, poco antes de subir al avión, Geithner mantuviera un encuentro privado con Obama, en el que previsiblemente repasaron los detalles de los mensajes, especialmente los que conviene leer entre líneas, que Europa debería recordar en una semana crucial en la que Alemania y Francia quieren asestar el golpe definitivo sobre la mesa para la refundación del proyecto europeo.
Tras su cita de ayer, Schaüble y Geithner coincidieron en expresar su confianza en que la cumbre de la UE del viernes aporte rápidas soluciones a la crisis de la zona euro, y en el que el FMI jugará un papel clave. Sin abandonar el lenguaje diplomático y la más neutra declaración de intenciones, el responsable del Tesoro estadounidense aseguró que los progresos observados en Europa son «esperanzadores», aunque recalcó que «aún se necesita tiempo» para resolver la situación. Con todo, insistió en las buenas expectativas ante la evolución de la situación observada las dos últimas semanas en Italia, España y Grecia. Y, por si quedaban dudas, también recalcó la importancia para su país del éxito de las propuestas formuladas por el eje francoalemán.
«Todas las miradas están dirigidas a Europa», aseguró Geithner, aunque añadió condescendiente que «nosotros también tenemos mucho trabajo por hacer para lograr avances». En la misma línea, Schaüble aseguró que «todos los participantes son conscientes de su responsabilidad y del significado de la cumbre» y expresó su confianza en que «todos los países europeos están decididos a hacer lo que es preciso» o, en traducción paralela, lo que precisen Berlín y París. Por si el consenso no se consuma, Washington seguirá vigilando.
GRECIA: AL AJUSTE…
El Parlamento heleno dar el visto bueno a las cuentas pese a que el debate ha evidenciado profundas divisiones
El Parlamento griego dio luz verde anoche al presupuesto del año próximo, tras varios días de debate que evidenciaron las profundas disensiones entres las formaciones que conforman el Gobierno de consenso. Antonis Samarás, líder de la segunda fuerza parlamentaria, la conservadora Nueva Democracia (ND), insistió en que el actual Ejecutivo «es un Gobierno de transición, no de coalición», por lo que exigió que se celebren elecciones en febrero,
El presupuesto fue presentado por el Ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, que insistió en que no se acometerán nuevos ajustes si las reformas yaaprobadas son finalmente implementadas. El objetivo principal de los presupuestos es lograr un superávit primario del 1,1% que, tras el pago de deuda e intereses, llevará a un déficit del 5,5% del PIB, frente al 9% que se espera para este año. Para ello, el gasto público se recortará en 5.000 millones de euros con la reducción de los salarios públicos, las pensiones y el presupuesto de Educación, que será un 60% más bajo, entre otras partidas.
FUENTE: ABC