Las autoridades belgas han descartado un ataque terrorista e informan de que fue un solo asaltante que se suicidó poco después.- Hay más de 60 heridos
Al menos cuatro personas han muerto esta mañana en un ataque con explosivos y arma de fuego lanzado contra una parada de autobús en la plaza Saint Lambert (Google Maps), en pleno corazón de Lieja, a unos 100 kilómetros al este de Bruselas. La policía habla de un solo agresor, identificado como Nordine Amrani, que se suicidó poco después. Amrani, de 32 años, tenía antecedentes por tráfico de armas y cultivo de cannabis. La fiscal de Lieja ha descartado que se trate de un atentado terrorista. Además de los tres transeúntes muertos, ha habido más de 60 heridos, algunos de extrema gravedad.
Debido a lo céntrico del lugar y al hecho de que la plaza es sede del Palacio de Justicia, la policía intervino inmediatamente lo que generó escenas de pánico y confusión en el centro de la ciudad. Informaciones iniciales que daban cuenta de la captura de otros dos agresores y la persecución a tiros de un tercero han sido más tarde desmentidas por la policía, que confirma la existencia de un solo agresor.
En los primeros momentos las fuerzas del orden crearon un perímetro de seguridad y ordenaron el cierre de todos los locales comerciales de la zona para proteger a los clientes para evitar que otros potenciales participantes en el asalto se hicieran fuertes en un establecimiento y tomaran rehenes.
El ataque de una violencia inaudita, con explosivos thunderflash -que producen un gran ruido, destellos y llamaradas-, y los disparos de un fusil de asalto kalashnikov, se produjo a eso de las 12.30. Amrani era quien manejaba el kalashnikov, según algunos testigos. El diario Le Soir informó hace tres años de una condena a Amrani a 58 meses de prisión (cinco años menos dos meses) por posesión de una decena de armas (incluido un lanzagranadas y un fusil de precisión propio de tiradores de élite; él mismo fabricaba silenciadores, según el rotativo), más de 9.000 balas y cultivo de casi 3.000 plantas de cannabis.
Willy Demeyer, el alcalde de Lieja, ha declarado esta mañana que el ataque fue una operación de diversión para ayudar a huir a un preso que hoy comparecía ante el juez. Otras informaciones, sin establecer un vínculo directo con el suceso, dan cuenta de un juicio contra una banda de delincuentes locales, acusados de varios atracos en la región, uno de ellos con resultado de muerte.
En el patio del Palacio de Justicia, antiguo palacio de los príncipes-obispos de Lieja, se ha improvisado un puesto de atención médica, donde se está atendiendo a los heridos, algunos con amputaciones y otros graves destrozos.