El Consorcio de Servicios Públicos Medioambientales de la provincia de Toledo, presidido por Jaime Ramos Torres, fija una de sus líneas de actuación en el fomento de fórmulas eficaces para un uso eficiente de la energía y la necesidad de preservar el medio ambiente con el uso de fuentes renovables. Así, la electricidad anual de más de 6.000 hogares de Toledo se obtiene de las basuras generadas en la provincia
De esta forma, el Consorcio cumple con las directrices europeas a la hora de aplicar el tratamiento adecuado en la gestión de las basuras, y valora el aprovechamiento del biogás, que supondrá el 23 por ciento del consumo de energía en el año 2020, ha informado la Diputación en nota de prensa.
En la aplicación de esas políticas de protección del medio ambiente destaca el paso dado por el Consorcio con la próxima puesta en marcha del Ecoparque de Toledo, equipado con las últimas tecnologías en el tratamiento de residuos.
Los residuos sólidos urbanos (RSU) gestionados en la provincia de Toledo generan más de diez millones de metros cúbicos de biogás al año. Este volumen de biogás, que tiene su origen de la propia basura, produce una energía que se exporta a la red general y con la que se cubre el consumo eléctrico anual de más de seis mil hogares toledanos.
Las tres fuentes de renovables que más han evolucionado en Castilla-La Mancha en los últimos años son la eólica, los biocarburantes y el biogás. Una de las vías más ecológicas es la producción de biogás a partir del tratamiento de nuestros residuos, de nuestra basura orgánica.
El biogás es un gas combustible de alto poder energético, similar al gas natural, que se obtiene de la fermentación de materias orgánicas biodegradables. Este biogás se recoge y canaliza hasta una pequeña central en la que se convertirá en energía eléctrica.
De esta forma se completa el proceso de tratamiento de los residuos orgánicos, obteniendo de una parte de los mismos el abono o compost de alta calidad que se utiliza en la agricultura y jardinería.
La preservación del Medio Ambiente convierte al biogás en una fuente energética rentable por partida doble, ya que al ahorro de energía hay que sumar la cantidad de gases de efecto invernadero que se evita emitir a la atmósfera. Se evita la emisión de metano, gas 20 veces más contaminante que el CO2.
En Toledo, gracias a la gestión y el aprovechamiento del biogás, se evita arrojar a la atmósfera casi cien mil toneladas de gases nocivos de efecto invernadero. Está gestión «limpia» el equivalente a un bosque de 15 millones de árboles, o evita la contaminación generada por las emisiones de 40.000 coches cada año.
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