PROVINCIAS EN ROJO
Con la excepción esporádica de Daniel Scioli, de Buenos Aires; José Alperovich, de Tucumán; Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; y Jorge Capitanich, de Chaco (y muy de vez en cuando, Daniel Peralta, de Santa Cruz), Cristina Fernández no recibe gobernadores a solas ni en grupos. Por lo tanto hoy ellos verán a Juan Carlos Mazzon.
Juan Carlos Mazzon.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Desde lo formal, Juan Carlos Mazzon es el coordinador general de Asesoramiento Técnico de la Unidad Presidente, cargo que comparte con Rafael Follonier. Pero, básicamente, ‘el Chueco’ Mazzon (más bien ‘Rengo’ Mazzon hoy día) es el nexo del Ejecutivo Nacional con el Partido Justicialista. Mazzon trabaja de peronista. Es el heredero de una función que en el pasado tuvieron Vicente Leónidas Saadi y luego Julio Mera Figueroa: conocer a todos los referentes peronistas del país y tener capacidad de interlocución con ellos.
Mazzon desempeñó esa tarea para Carlos Menem, Domingo Cavallo, Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Antes de todo eso, él era el socio político de José Luis Manzano, cuando parecía que éste sería la gran promesa de la política nacional… hasta que Manzano entregó la cabeza de Mazzon cuando uno era ministro del Interior y el otro secretario del Interior, y cesó ese grupo de trabajo, inicio del final de la experiencia política del hoy empresario millonario Manzano.
Mazzón ha tenido importantes aciertos y grandes fracasos, pero siempre se ha mantenido junto a los presidentes de extracción justicialista.
Cristina le ha encomendado que él se reúna con los gobernadores que han asumido, a quienes conoce mientras que ni Carlos Zannini, secretario Legal y Técnico de la Presidencia; ni Juan Manuel Abal Medina, jefe del Gabinete de Ministros; ni Florencio Randazzo, ministro del Interior, tienen una confianza con los gobernadores tal como Mazzon.
Hay gobernadores que precisan apoyo financiero de la Casa Rosada para su gasto corriente, otros anuncios que les permitan reducir la carga de los vencimientos de deuda que tendrán que afrontar en 2012 -a fin de mes culmina el plazo de un año y medio en el que estuvieron suspendidos los pagos de los servicios de deuda que los distritos mantienen con el Gobierno nacional-, y otros precisan apoyo para inversiones.
Por ejemplo, el gobernador de Córdoba, Juan Manuel De la Sota, dice que necesita que la Casa rosada le pague una deuda de $1.700 millones.
Más o menos en similares condiciones, hoy (14/12) el gobernador de la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti, ya anunció que gestionará una encuentro con la presidenta Cristina Fernández de kirchner.
El problema de fondo es la creciente dependencia que tienen las provincias de la Nación, en abierta violación del federalismo que es el origen de la República.
Por ejemplo, ni la regionalización ni la nueva Ley de Coparticipación Federal de Impuestos prevista en la Constitución Nacional 1994 fueron implementadas por la tensión que supone en términos institucionales cualquier abordaje de esos temas.
A su vez, Néstor Kirchner y Cristina Fernández han encontrado en la dependencia financiera de las provincias una herramienta de disciplina, con la excepción conocida de San Luis, donde los Rodríguez Saá han conseguido, desde 1983 a la fecha tener una provincia muy equilibrada en sus ingresos/egresos.
Gastos que se escapan
La consultora Economía & Regiones elaboró un informe en el que aseguró que en 2012 las provincias deberán afrontar vencimientos de deuda por «$ 22.800 millones, de los cuales el 43% serán en moneda extranjera (US$ 2.100 millones), llevando las necesidades de financiamiento a $ 29.000 millones anuales».
Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy, aseguró que los mandatarios provinciales esperaban algún anuncio sobre la reestructuración de las deudas de las provincias durante el acto del pasado sábado, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inició su 2do. mandato. Pero eso no ocurrió.
Segun Economía & Regiones, los datos de ejecución al 3er. trimestre muestran un evidente debilitamiento del frente fiscal provincial, ligado a una sobreexpansión del gasto público en relación a la pauta de crecimiento de los recursos.
Es de subrayar que el último cuatrimestre del año presenta una fuerte estacionalidad en las partidas de gasto público (básicamente, el pago del medio aguinaldo y el vencimiento de los certificados de obras públicas ejecutadas a lo largo del año), con lo cual los números de cierre presentarán un déficit anual de $11.500 millones.
Tras 2 años de crecimiento moderado, en 2011 la partida de personal recuperó un fuerte dinamismo, lo cual vuelve a condicionar el desarrollo de las finanzas públicas provinciales, a partir del elevado peso relativo que presenta en la estructura de gastos de este nivel de gobierno (52% del gasto anual).
Puesto en números, se observa que la tasa de crecimiento prácticamente duplicó la observada en 2010 (20.4%) y fue una vez y media la de 2009 (25.4%), lo cual llevó a que esta partida explicara, por sí sola, el 55% del crecimiento en las erogaciones provinciales.
En valores absolutos, la Informe Trimestral de Provincias partida llegó a los $107.800 millones, y su incremento interanual (+$29.700 millones) absorbió el 60% de los recursos adicionales del período.
En base al crecimiento implícito de la partida de personal, en 2011 los aumentos salariales del sector público provincial habrían sido del 33.5% (como promedio para el Consolidado Provincial), frente a porcentajes del 10.5% en 2009 y del 17.5% del 2010”.
El aumento de este tipo resultan insustentables para cualquier esquema de finanzas públicas, dado que representan aumentos de carácter permanente del gasto público.
Por lejos –sostiene el informe- la Región Pampeana (N. de la R.: incluye a Buenos Aires) es la que presenta mayores complicaciones, dado que el porcentaje de los recursos netos destinados al pago de salarios ya supera el 70%. La Región Patagónica es la otra que supera el promedio del Consolidado, en tanto que la que presenta el menor ratio es la Región Cuyana, con el 51.7%, casi 20 puntos menos que la Pampeana”.
En tanto, la Región NOA fue la única en presentar una caída en el ratio (en 2010 era del 54.5%), en tanto que las mayores subas se observaron en la Patagónica y la Centro, con incrementos de +5.4 puntos porcentuales y +3.5 pp, respectivamente. La Región Pampeana, pese a liderar el ranking, observó un aumento inferior al del promedio Consolidado (1.5 vs 2.3 pp).
De acuerdo al nuevo contexto macro, se puede prever que el escenario fiscal provincial, como mínimo, no mejore durante 2012. Una menor tasa de crecimiento económico, y una mayor variación de precios, que seguiría convalidando reclamos salariales mayores a los financiables, son, en principio, un combo peligroso para las finanzas provinciales.
El trabajo prevé, al cierre del ejercicio, un déficit de las provincias cercano a los $16.000 millones, 40% mayor al de 2011. Cabe destacar que llegamos a esta cifra incluso asumiendo una reducción de 6 puntos porcentuales de crecimiento en el gasto, a partir de una desaceleración en la ejecución de obras públicas y de una política salarial “más contenida”, con aumentos en torno al 25%, frente al 33% otorgado este año.
Cada punto de aumento de salarios públicos tiene un costo fiscal de $1.200 millones anuales para el consolidado de provincias, de modo que será clave la promocionada “sintonía fina” en las negociaciones salariales con los gremios.
Por el lado de los recursos, se incluyen las recientes reformas tributarias sancionadas en Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Buenos Aires, que se estima aporten un flujo anual de $2.800 millones en forma combinada. Una fuente de ingresos que podría revisarse a la baja es el Fondo Federal Solidario, que prevemos alcance los $10.000 millones (+28% a/a), aunque podría ser menor de mantenerse el precio de la soja en los niveles actuales (US$ 412/tn).
En forma consolidada, los recursos crecerían al 27.2%, llegando a $359.000 millones, equivalentes al 15% del PIB estimado.
Con este punto de partida, la variable clave para las finanzas provinciales será el financiamiento de los servicios de la deuda, no sólo porque las 17 provincias que firmaron el Programa Federal de Desendeudamiento volverán a afrontar sus vencimientos con la Nación, sino también por las mayores dificultades para financiarlos, tanto por razones internas (menor holgura financiera del Gobierno Central para refinanciar vencimientos; aumento del costo del financiamiento de las Letras y préstamos bancarios por la suba de la tasa de interés) como externas, generada por las turbulencias financieras en Europa y USA, que de prolongarse, dificultarán las emisiones de títulos en los mercados internacionales tal cual se observó en el segundo semestre de 2011.
Financiamiento del Déficit 2012
Los vencimientos de deuda llegarían a $22.800 millones de acuerdo a nuestros cálculos preliminares, de los cuales un 43% serían en moneda extranjera (U$S 2.100 millones), llevando las necesidades de financiamiento a $29.000 millones anuales.
Al respecto, en las Fuentes y Aplicaciones Financieras de la Administración Central, el Proyecto de Presupuesto Nacional 2012 hace mención a un Programa de Sustentabilidad de las Finanzas Públicas Provinciales por $14.954 millones. Este programa estará a cargo del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP), no haciéndose referencia a las condiciones de financiamiento que tendría este programa. Esta cifra presupuestada permitiría cubrir poco más del 50% de las necesidades financieras proyectadas para el 2012 para el conjunto de jurisdicciones subnacionales.
Para financiar el otro 50%, las provincias deberán recurrir a fuentes alternativas de financiamiento, como es la colocación de títulos públicos o letras en los mercados financieros, o la obtención de préstamos bancarios.
Sin embargo, estas alternativas de financiamiento volverán a estar condicionadas por el escenario financiero mundial: la falta de resolución de la crisis europea tenderá a profundizar la salida de capitales de los países emergentes, recortando y encareciendo el crédito internacional y local, aún cuando el sistema financiero argentino siga presentando fundamentos sólidos.
Si bien cerca del 70% de las necesidades financieras proyectadas corresponderían a la Provincia de Buenos Aires, que podría, además de recurrir al Programa de Sustentabilidad Fiscal, cubrir la brecha mediante la colocación de títulos públicos en el mercado, esta situación no sería factible para la mayoría de las jurisdicciones más chicas que reprogramaron la deuda con el Gobierno Nacional y en 2012 deberán afrontar mayores niveles de gasto público por este concepto.
Por el deterioro fiscal esperado para 2012, los cerca de $15.000 millones presupuestados del Programa de Sustentabilidad Fiscal podrían ser insuficientes para el conjunto de provincias, y por tanto, ante la posibilidad de que las jurisdicciones no puedan salir al mercado en condiciones beneficiosas, el Gobierno Nacional podría analizar la posibilidad de extender el período de gracia de las deudas reestructuradas durante todo el 2012, hasta tanto se normalicen los mercados de capitales.