La prensa uruguaya publicó un comunicado de la embajada británica en Montevideo que informó que mañana los cancilleres tendrán «un contacto telefónico». La última cumbre del Mercosur dispuso que los países miembros del bloque impedirán que naves con bandera de las islas atraquen en sus puertos
Tras la polémica generada en Uruguay por la decisión de los países del Mercosur con costas de impedir que barcos con bandera kelper recalen en sus puertos, la embajada británica en Montevideo informó que mañana el canciller Luis Almagro mantendrá «un contacto telefónico» con su par del Reino Unido, William Hague.
Esta mañana, trascendió que la Prefectura uruguaya emitió un informe donde asegura que no existe ninguna ley que impida a los buques de las islas Malvinas operar en los puertos del país.
«Si sacan la bandera de Falkland (Malvinas) y ponen la inglesa es lo mismo», aseguró uno de los oficiales de la Armada, al indicar que todavía no hay una resolución escrita del Poder Ejecutivo, pese a que la medida fue comunicada verbalmente a la Administración Nacional de Puertos.
En ese contexto, y según da cuenta el diario El País, Almagro mantuvo ayer un encuentro reservado con el embajador británico en Uruguay, Patrick Mullee. Pese a que no trascendió el contenido de esa reunión, la delegación del Reino Unido informó del contacto que se producirá mañana.
El escrito asegura que Hague y Almagro hablarán mañana sobre la situación de los barcos con bandera kelper que quieran atracar en puertos uruguayos.
En la reciente cumbre del Mercosur realizada en Montevideo, donde se resolvió el tema de los barcos procedentes de Malvinas, la presidente Cristina Kirchner consideró que el reclamo por la soberanía de las islas «no es una causa nacional, sino global», porque «cuando se acaben los recursos los van a venir a buscar por la fuerza».
Por su parte, el presidente uruguayo, José Mujica, publicó una columna en el sitio oficial del Ejecutivo de ese país, donde aclara que su Gobierno permitirá recalar en sus puertos «a naves inglesas o con cualquier otra bandera reconocida por las Naciones Unidas cuyo destino puede ser Islas Malvinas».
«No autoriza, en cambio, recalar naves militares inglesas con destino Malvinas, y esto lo hace por razones de solidaridad libérrima con Argentina», agrega el texto del mandatario oriental.