l fiscal Di Lello le pedirá a Oyarbide que indague a Alejandra por delitos que ya le imputan a Sergio Schoklender. Las próximas indagatorias.
Hebe de Bonafini y su hija Alejandra. Siguen los problemas en la familia por la causa judicial. | Foto: Cedoc
El escándalo por desvío de fondos, asociación ilícita y lavado de dinero que golpea a la Fundación Madres de Plaza de Mayo seguirá siendo un dolor de cabeza para Alejandra Bonafini, la hija de su titular, Hebe.
El fiscal federal Jorge Di Lello tiene previsto presentar hoy mañana al juez Oyarbide el pedido de indagatoria de Sergio y Pablo Schoklender y otra veintena de personas, entre quienes incluirá a Alejandra Bonafini por el presunto manejo irregular de fondos en Fundación de Madres.
En el documento no estará incluida como imputada Hebe de Bonafini. Si bien el fiscal Di Lello le dedicará algunos párrafos críticos sobre cuál fue su rol en la entidad, debido a que delegó sus atribuciones de manera desmedida, pero no la imputará.
Alejandra Bonafini será imputada a raíz de su paso por la fundación investigada, de la que se alejó en septiembre pasado luego de una supuesta pelea que tuvo con su madre por el retraso de obras en la provincia de Chaco.
La acusación contra Alejandra empezó a ser barajada cuando el Banco Central de la República Argentina (BCRA) emitió dos reportes de operaciones sospechosas (ROS) de cuentas bancarias presentados ante la Justicia por la UIF. Esas dos operaciones luego se supo que eran por sumas de 50 mil dólares y 100 mil pesos.
Ello se suma a otra operación sospechosa atribuida a Alejandra Bonafini: la venta de un departamento de más de 200 metros cuadrados ubicado en La Plata a un precio de 25 mil pesos pese a que el valor de mercado rondaría los 120 mil dólares.
Ese inmueble fue vendido a la constructora Meldorek, propiedad de Sergio Schoklender y a la cual la Fundación Madres de Plaza de Mayo le encargó la realización de las viviendas sociales en el marco del programa «Sueños Compartidos», informó el portal politicatandil.com.