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Rajoy atempera el ajuste, ‘desafía’ a Finlandia y Merkel mira a otro lado

El PP afronta las elecciones andaluzas y asturianas sin el fantasma de Grecia | Pese a las caras largas en Bruselas, el líder del PP logra mantener su calendario gradual | El recorte del 2012 se traducirá en una presión muy fuerte sobre las autonomías

Política | 03/03/2012 – 01:03h

Ninots Toni Batllori

Enric JulianaENRIC JULIANA

Madrid

España desafío ayer a… Finlandia. La decisión de Mariano Rajoy de situar el déficit del Reino de España del 2012 en el 5,8% del Producto Interior Bruto y no en el 4,4% inicialmente previsto por las autoridades europeas, puede ser interpretado –en clave de crónica deportiva– como un gran desafío a la Unión Europea, pero una lectura atenta de los acontecimientos invita al matiz. El Gobierno español ha decidido distribuir el shock de los recortes en dos anualidades (el 2012 y el 2013) para evitar una España en llamas –una segunda Grecia– y ahorrarse un severo desgaste político en su primer año de legislatura. El Directorio Europeo miró ayer hacía el otro lado, con el enfado de los luteranos escandinavos. Mientras Nicolas Sarkozy aplaudía la política española –24 horas antes el presidente francés había incomodado a Rajoy defendiendo en Bayona el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco–, la canciller Angela Merkel se aferraba, germánicamente, al método: «Creo que lo primero que hay que hacer es seguir el calendario previsto. Los países presentarán sus propuestas, se entregarán a la Comisión en el marco del Semestre Europeo y después se verá cual es el resultado. Ahora no tiene sentido decidir si los objetivos del déficit ya no son válidos».

El país desafiado es Finlandia, cuyo primer ministro, el conservador Jirky Katainen, vicepresidente del Partido Popular Europeo, desbordó a Merkel por la derecha en la reunión del Eurogrupo: «Bajo ningún concepto se puede abrir la mano». Otro conservador próximo al Círculo Polar Ártico, el primer ministro sueco Frederick Reinfeld, también podría sentirse desobedecido puesto que se expresó en la misma línea. Desde hace meses, la derecha nórdica se muestra más intransigente ante las angustias del sur de Europa que el propio bloque dirigente alemán. Con todo, no se preven grandes hostilidades en el Báltico entre los correosos españoles y el ala más severa de Escandinavia.

El nuevo Gobierno español impondrá severos sacrificios a la población del quinto país más poblado de la Unión –y el más endeudado del continente– intentando esquivar el incendio social. Rajoy mantiene su calendario: el alcance real de los nuevos recortes no se conocerá hasta el viernes 30 de marzo – fecha en la que el Consejo de Ministros aprobará el presupuesto para el 2012–, cinco días después de las elecciones en Andalucía y Asturias, dos regiones de vieja tradición de izquierdas en las que el Partido Socialista Obrero Español puede acabar definitivamente derrotado.

Primero se completa el ciclo electoral y después se entra en el detalle de los recortes más temidos: la sanidad en las autonomías que no han tocado nada, de nuevo el salario de los funcionarios, el sistema de pensiones… más algunos sorpresas que hoy se hallan en estudio. Lo más desagradable, en abril. una vez conquistada Andalucía. Este es el plan de Rajoy desde el primer día. El PSOE y los sindicatos lo saben y por ello parece inminente la convocatoria de una huelga general el 29 de marzo que enmarcaría la campaña electoral en Andalucía y Asturias (región de fuerte tradición sindical) con el debate sobre la reforma laboral: la nueva fragilidad de los trabajadores con empleo y la pérdida de poder de los sindicatos. Marzo será un mes tenso. Rajoy impidió ayer en Bruselas que sea un mes incendiado. La aceptación del 4,4% de déficit habría supuesto una verdadera carnicería. Algunos políticos y periodistas de izquierda llegaron a creer que el PP se inmolaría en la primera curva de la legislatura. Santa Ingenuidad.

Con toda, la reunión de Bruselas no ha sido positiva para España. Rajoy y su ministro de Economía, Luis de Guindos, esperaban obtener el plácet a la modulación del déficit y se han encontrado con reproches y caras largas. El silencio alemán tendrá un precio. «La reunión no ha ido bien», reconocía ayer una alta fuente gubernamental a La Vanguardia.

Alfredo Pérez Rubalcaba, que en campaña electoral había propuesta renegociar el déficit, cosechando fuertes críticas, celebró el gesto de Rajoy. El PSOE deberá sortear ahora la campaña que le presenta como el partido incendiario. El segundo capítulo se escribirá en las autonomías. El tope de déficit es del 1,5%. En Catalunya ello supondría un recorte adicional de 400 millones.

FUENTE: LA VANGUARDIA

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