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Millonaria deuda de la nueva Ciccone con la Anses

Por Hugo Alconada Mon | LA NACION

Tras la llegada de Alejandro Paul Vandenbroele como su nuevo presidente, la ex Ciccone Calcográfica comenzó a incumplir con el pago de los aportes previsionales de sus más de 200 empleados por un monto millonario, según consta en los registros oficiales de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

Los incumplimientos con el fisco comenzaron en septiembre pasado, cuando Vandenbroele llevaba casi un año al frente de la nueva Ciccone. Desde entonces, sólo se pagaron los aportes parcialmente en noviembre y se incumplieron en forma total en octubre y diciembre pasados, y en enero y febrero.

El presidente de la Asociación Civil Anticorrupción, el abogado Ricardo Monner Sans, se presentó ayer para informarle sobre los incumplimientos legales de la nueva Ciccone al fiscal federal Carlos Rívolo, que investiga a Vandenbroele y el presunto tráfico de influencias de Amado Boudou cuando era ministro de Economía. Estimó que el perjuicio anual para el Estado rondaría los 8 millones de pesos.

Monner Sans alertó además que la imprenta arrastra una «deuda vencida» con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por más de $ 1,3 millones, e indicó que la Fiscalía podrá verificar eso si solicita un simple informe de rutina, mediante un formulario, al organismo que dirige Ricardo Echegaray.

Los incumplimientos de la nueva Ciccone, rebautizada Compañía de Valores Sudamericana SA (CVS)- complican, asimismo, la relación que la imprenta mantiene con la AFIP por la moratoria excepcionalísima que obtuvo poco después de que Vandenbroele lograra levantar la quiebra. Tan excepcional que entre las empresas en problemas que aspiran a obtener una ayuda del fisco requieren «un Plan Ciccone».

Esa moratoria implicó el pago en 148 cuotas y a una tasa de interés del 0,5% mensual -menos que la tasa de inflación oficial del Indec- y se concedió luego de que la propia AFIP rechazara a los viejos titulares de Ciccone su solicitud de una moratoria normal, con 120 cuotas y basada en la resolución 970, según reconstruyó LA NACION de fuentes del ente recaudador.

En la nueva moratoria, en cambio, asumió un rol determinante el actual jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Economía, Guido Forcieri, según precisaron los informantes dentro de la AFIP.

Forcieri mantiene una fluida relación con el amigo íntimo y socio de Boudou en las sociedades Hábitat Natural e Inversiones Inmobiliarias Aspen José María Núñez Carmona, al punto de que hasta hace unos años fue su empleado en la productora Action Media, según reveló la revista Noticias .

Los otros funcionarios que jugaron un rol de peso para la moratoria que sí obtuvo Vandenbroele fueron tres hombres de Echegaray dentro de la AFIP: el entonces jefe de Gabinete de Asesores, Rafael Resnick Brenner; el entonces subdirector general de Recaudación del organismo, Guillermo Cabezas Fernández, y el actual director general de Recursos de la Seguridad Social, Carlos Alberto Sánchez (LA NACION consultó anoche a la AFIP, pero no respondió las llamadas).

A ellos se sumó, también, un empresario de Mar del Plata, Rodolfo Usuna. Concuñado de Juan Bautista Boudou, fijó su residencia en Buenos Aires en un departamento ubicado arriba del bar Líber y Líber, en la esquina de la Avenida del Libertador y la calle Libertad, donde Núñez Carmona y Vandenbroele solían reunirse para hablar de negocios, según declaró la mujer de este último, Laura Muñoz, y confirmaron amigos de ambos a LA NACION.

Dos semanas atrás, asimismo, el propio Vandenbroele admitió mediante una solicitada que Núñez Carmona le había ofrecido el departamento que Boudou tiene en Puerto Madero para que se lo alquilara a su amigo Fabián Carosso Donatiello. Según detalló, porque el vicepresidente deseaba mudarse a otro más amplio.

«ABSOLUTA IRREGULARIDAD»

En su presentación ante el fiscal Rívolo, por su parte, Monner Sans se concentró en las «oscuridades» del caso Ciccone, que sostuvo que «son cada vez más profundas».

Los nuevos responsables de la imprenta, con Vandenbroele y el ex gerente administrativo del Banco Macro Máximo Lanusse a la cabeza, argumentó el letrado, mantienen una situación de «absoluta irregularidad en punto a los aportes para los trabajadores, porque su deuda se refiere a la Seguridad Social».

Según Monner Sans, «el Estado nacional premia a la patronal [de la nueva Ciccone], en desmedro de dependientes y empleados en función de sus futuras jubilaciones», cuando recordó que según sostuvo Echegaray durante la conferencia de prensa que brindó hace casi quince días, «el acuerdo [por la moratoria excepcionalísima de la AFIP] beneficiaba al organismo».

Por su parte, el fiscal Rívolo ya impulsó las primeras medidas de prueba para verificar la actuación de la AFIP, como también los movimientos societarios, de activos y financieros dentro y alrededor de la nueva Ciccone que podrían configurar supuestas operaciones de lavado de dinero.

Rívolo requirió incluso que el Banco Macro informe sobre los movimientos registrados en las cuentas de la sociedad controlante The Old Fund SA, de donde en teoría salió el dinero que permitió levantar la quiebra de la ex Ciccone, entre septiembre y octubre de 2010.

«¿Qué ha hecho la AFIP?», planteó ayer Monner Sans, al informar sobre los aportes impagos a la Anses y la presunta deuda con el propio ente recaudador. «¿Ha hecho caer el leonino acuerdo para el patrimonio nacional que otorgara a la empresa, con plazo inconcebible y a un interés por debajo de la llamada «inflación Indec»? -inquirió-. Ciccone adeuda al fisco y a la Anses. Importante es saberlo. ¿Se la ha intimado y/o pedido nuevamente la quiebra?»

LA NEGOCIACIÓN CON LA AFIP

RICARDO ECHEGARAY

Jefe de la AFIP

  • Apoyo especial. El órgano a su cargo fue el que pidió la quiebra de Ciccone Calcográfica y, poco después, le aprobó una moratoria excepcional para los millones de pesos que debía al fisco. Antes de hacerlo, consultó por escrito a Boudou.

 

1 La quiebra de Ciccone Calcográfica En julio de 2010, el juez comercial Javier Cosentino dispone la quiebra de la mayor imprenta de seguridad del país. Lo había pedido la AFIP por escrito y también a través de una gestión personal de su titular, Ricardo Echegaray. Poco después se presenta en el expediente el monotributista Alejandro Vandenbroele, como presidente del misterioso fondo The Old Fund, y pide el levantamiento de la quiebra. Por pedido de él, la empresa London Supply pone en sede judicial 1,8 millones de pesos para garantizar el trámite. La AFIP consiente que se levante la quiebra.

2 La resurrección, con ayuda del Gobierno A partir de la oferta de Vandenbroele, la nueva Ciccone (rebautizada CVS) empieza a tramitar ante la AFIP una moratoria excepcional para su deuda fiscal. Echegaray consulta al Ministerio de Economía, que presenta un escrito firmado por Boudou en el que da el consentimiento a esa operación. Al final, la nueva Ciccone obtiene un plan de pagos excepcionalísimo de 148 cuotas a una tasa de interés ínfima (mucho menor a la inflación del Indec). Y poco tiempo después, en diciembre de 2010, recupera el control de su planta de impresión, en Don Torcuato.

3 Escándalo y nuevos incumplimientos 
La empresa vuelve a operar y a buscar negocios ligados al Gobierno. Imprimió las boletas electorales del Frente para la Victoria, compite por la impresión de las patentes de autos y estuvo a punto de conseguir que le otorgaran la confección de billetes de 100 pesos. En febrero de este año estalló el escándalo público por los supuestos lazos de Boudou con los nuevos dueños de la empresa. Pero desde tiempo antes la empresa ya empezó a retrasarse con pagos al Estado, tanto en aportes previsionales como en las cuotas que adeuda por la moratoria.

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