Por Hugo Alconada Mon | LA NACION
La cadena de vínculos y sociedades detrás de la nueva Ciccone Calcográfica suma eslabones cada día. Ahora, detrás de los dos socios fundadores de la firma Dusbel SAsospechados de vínculos con el lavado de activo en la Argentina y operaciones financieras ilícitas en España apareció uno de los estudios contables más tradicionales de Uruguay, según consta en documentos registrales de ese país y fuentes al tanto de la operatoria que consultó LA NACION.
Se trata del estudio Etchegaray Albanell & Asociados, en cuyo domicilio oficial de la calle Juncal de Montevideo -a mitad de camino entre el puerto y la Puerta de la Ciudadela- se fijó la última dirección de Dusbel, luego de que los fundadores Fernando Castagno Schickendantz y Janine Gómez Suárez renunciaron a sus cargos.
Tras la salida de Castagno Schickendantz y Gómez Suárez, el nuevo rostro visible en Dusbel SA es otro uruguayo, Daniel Gonzalo García Belhot. Asumió como presidente y «único integrante del directorio» el 17 de agosto de 2010, después de una supuesta asamblea de accionistas. Dos meses y once días después, la sociedad adquirió el 50% de The Old Fund SA y, de ese modo, el control de la imprenta gráfica más importante de la Argentina y la única en condiciones de imprimir papel moneda.
García Belhot aparece, a su vez, como único nombre reconocible en otras sociedades anónimas de similares características. Pero de los documentos registrales no surge si es hoy el accionista controlante de Dusbel SA. Mucho menos desde que sus acciones son al portador. (LA NACION dejó mensajes ayer a García Belhot, quien no respondió).
En esos documentos constan, sin embargo, dos datos verificables: un número de teléfono y una dirección -calle Juncal 1420, oficina 501-. Y ambos pertenecen al estudio que lidera desde 1984 el contador público Pedro Etchegaray Albanell.
LA NACION llamó a ese teléfono, donde negaron que Dusbel SA opere desde allí, como también precisaron que el domicilio del estudio no es en el número 1420 de la calle Juncal, sino en el 1414. Eso, a pesar de que ese número figura en múltiples publicidades disponibles por Internet como su dirección oficial e incluso sus socios en distintos emprendimientos indican ese domicilio.
De hecho, uno de los socios de Etchegaray, Soloingles.com, aportó algunos detalles al anunciar un proyecto conjunto. Dijo que el titular del estudio «es un conocedor del mercado uruguayo como pocos. Su familia es una de las primeras pobladoras de esa nación. Están desde fines del 1700 en ese país». Más aún, remarcó que «sus vínculos con todo el mundo social y empresarial uruguayo y su incansable búsqueda de oportunidades lo hacen un socio ideal para todo emprendedor».
«OPORTUNIDADES»
Más aún, los responsables de Soloingles.com se congratularon de que «Etchegaray estará secundado por un equipo de muy alto nivel internacional, para explotar al máximo las diferentes oportunidades de dicho mercado», para luego remarcar dónde quedan las oficinas del estudio: la misma dirección donde recaló Dusbel SA.
Así, la madeja societaria detrás de la nueva Ciccone incluye como su primer eslabón a algunos miembros de la familia (que retendrían el 30% de las acciones) y la sociedad argentina The Old Fund SA (70% restante), que preside Alejandro Vandenbroele, el abogado al que su esposa, Laura Muñoz, señaló como presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou.
The Old Fund SA es controlada por mitades, a su vez, por el fondo holandés Tierras International Investments CV -que figura como disuelto en el Registro de Comercio de Amsterdam-, y la uruguaya Dusbel. Y los socios fundadores de ésta, por su parte, renunciaron y dejaron todo en manos de García Elhorn, con domicilio en el estudio Etchegaray Albanell.
Uno de los socios renunciantes, Castagno Schickendantz, acumula más dificultades legales en la Argentina. En Bariloche, otra firma en la que aparece, Gavenny Company SA, quedó en medio de una puja por terrenos junto a Península San Pedro que incluyó hasta el secuestro y torturas de dos personas.
ESLABONES
- La nueva Ciccone. Tras el levantamiento de su quiebra judicial, la ex Ciccone Calcográfica se reconvirtió en la Compañía de Valores Sudamericana SA.
- The Old Fund SA. Con el resurgimiento de la imprenta apareció como su nuevo controlante la sociedad argentina The Old Fund, con el 70% de sus acciones. La preside Alejandro Vandenbroele.
- Fondo holandés. Radicado en la provincia de Buenos Aires, el fondo holandés Tierras International Investments SA retiene el 50% de las acciones de The Old Fund, aunque figura como disuelto en el Registro de Amsterdam.
- Sociedad uruguaya. El 50% restante de The Old Fund quedó en poder de Dusbel SA, constituida por dos uruguayos vinculados a presuntos ilícitos. Estos, a su vez, traspasaron las acciones.