Así pasa siempre, aunque no es que digamos que deba hacerse lo contrario a esta postura. Pero dadas las coincidencias, las políticas de estado no son de estado; son políticas unilaterales y que están al unísono, en la unilateralidad, sin matices en el sistema que debe darse de por sí sólo democrático ¿alguien se llevó el botín de los pensamientos hasta del mínimo integrante de la sociedad? Pues así parece y sucede con una defensa a la «vida», misma defensa que en torno a la vida de la flora y la fauna no se repite en una sombra de infamias.

Además de estar contra casi todas las reformas que el gobierno de su símbolo político tiene, además la picardía de ser una provincia nación dependiente y una minería con casi cero logros, sin mostrar los índices reales de desempleo, que se causaron por el abandono de la producción agro pecuaria y las políticas de desaliento sin dictar las emergencias hídricas y agro pecuarias.

Hoy parece primordial enfrascarse en la discusión del no al aborto.

La nota a continuación, nos muestra lo aberrante de no tener equilibrio ni siquiera en la opinión de profesionales de la salud ¿gracia de su doctrina recibida en alguna institución universitaria? La nota qu veremos pertenece a Diario de Cuyo:

Médicos elevaron notas diciendo que no harán abortos

Mientras la polémica por el fallo de la Corte Suprema sobre el aborto sigue sumando actores, un grupo de médicos del Hospital Rawson dejó sentado por escrito su negativa a realizar ese tipo de prácticas. De esta manera expusieron la llamada «objeción de conciencia», una figura que usada por una persona para rechazar el cumplimiento de una norma (en este caso una resolución judicial) que va en contra de sus principios éticos y religiosos. El dato lo dio a conocer ayer uno de los profesionales que hizo el planteo, un día después de que el director del nosocomio dijera que «en el Estado no puede haber una objeción de conciencia». En Salud Pública y en el Rawson confirmaron que hubo presentaciones en ese sentido.

El ginecólogo Máximo López le contó a DIARIO DE CUYO que «el viernes ingresaron 10 notas y hoy (por ayer) 12 más de médicos que plantean la objeción de conciencia». El profesional trabaja en el Rawson, presentó uno de los escritos y pertenece a la ONG Compromiso por la Familia y La Niñez, una de las entidades que se opone a las prácticas abortivas y que la semana pasada encabezó una marcha céntrica en contra del fallo del máximo tribunal del país.

Barlverdi y el director del Rawson, Mario Tinto, aseguraron estar al tanto del ingreso de los planteos. Sin embargo, advirtieron que aún no les llegaron a sus despachos, por lo que no pudieron precisar la cantidad.

Las presentaciones de los médicos responden a que la Corte Suprema habilitó a una mujer que fue violada a interrumpir su embarazo y exhortó a las provincias a implementar protocolos hospitalarios para la concreta atención de los abortos no punibles (dice que es suficiente con una declaración jurada de la mujer, sin intervención de la Justicia), con el fin de remover todas las barreras administrativas de acceso a los servicios médicos. Como en San Juan el protocolo ya se puede aplicar (Ver La guía…), los profesionales plantearon la objeción de conciencia para no ser convocados a realizar la intervención en los casos que se presenten.

Los profesionales que se oponen a practicar abortos buscan que, en su lugar, el hospital llame a los que si están de acuerdo. Pero lo cierto es que el efecto de los planteos, causa polémica. El lunes, en Radio Colón, Tinto aseguró que en el sector público no se puede utilizar la objeción de conciencia y advirtió: «Si trabajo para el Estado y el Estado respeta la ley, tengo que respetar la ley, si no me tengo que ir». López le salió al cruce ayer, al asegurar que «se puede recurrir a la objeción de conciencia, es un derecho constitucional y está en los tratados internacionales».

El médico contó que están «preocupados por la postura de Tinto». Según López, «no compartimos la idea de terminar con la vida de un ser inocente, aunque venga de una violación», sostuvo López. Entre sus argumentos, agregó: «Nosotros hicimos un juramento como médicos, que es defender la vida desde la concepción, tengo derecho a la objeción de conciencia, a no realizar una intervención que van en contra de mis convicciones, no se debe obligar a nadie…».

Balverdi tomó posición en el asunto. En sintonía con Tinto, dijo que «con el mismo criterio que en el aborto, yo podría decir que no voy a atender a un asesino que llega al Servicio de Urgencias. Pero no es así, nosotros como médicos tenemos que cumplir con nuestras obligaciones, estamos para atender a todas las personas sin ninguna distinción».

Por ahora, nadie tira prenda sobre cómo se resolverá el tema. Balverdi no quiso hablar de sanciones, pero tampoco explicó cuál será la medida que adoptarán en el caso de los médicos que usen la objeción de conciencia. «Vamos a analizar cada caso», señaló.

La discusión se da en medio de otro fuerte debate derivado del fallo: el jurídico. Los alcances de la resolución y su aplicación en las provincias divide aguas entre abogados y hasta el fiscal General de la Corte, Eduardo Quattropani, habló del tema. En una nota que publicó el domingo este diario, sostuvo que el polémico fallo es «para un solo caso» y opinó que ni los médicos que hagan abortos ni los funcionarios públicos que elaboren el protocolo tienen por seguro no ser condenados por la comisión de un delito.

Balverdi se mostró sorprendido por las declaraciones de Quattropani e intentó dar por cerrado el debate. Sin embargo, antes, sostuvo que «con el fallo hay respaldo legal» y en dirección al jefe del Ministerio Público descargó: «Pareciera que no está mandando un mensaje velado, es como si dijera guarda con hacer algo de esto, porque hagan lo que hagan van a tener problemas».

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