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El curioso partido político que «clausuró» la AFIP

Suscribe las ideas libertarias, cercanas al anarquismo desde el liberalismo. En su página web propone, entre otras cosas, una serie de novelas que cuestionan los totalitarismos y el intervencionismo estatal.

En medio de las protestas más o menos públicas que viene provocando el cepo cambiario del Gobierno, un curioso y desconocido grupo político realizó una intervención simbólica con algo de happening:decidió «clausurar» la AFIP. La acción, que tuvo bastante despliegue de banderas y panfletos y poco público, fue solo una de las particulares protestas del Partido Liberal Libertario, que, también, salió a vender dólares, en otra manifestación contra el cepo cambiario.

  • El PLL es presidido por Gonzalo Blousson, que se define como «especialista en informática, empresario y liberal intuitivo». Aunque el partido dice estar conformado por personas de todas las edades, tanto su presidente como las demás autoridades tienen pocos años de experiencia militante y son todos jóvenes. La organización, fundada en 2009, es espejo de otras similares de otros países (el Libertarian Party norteamericano participó sin ningún éxito en algunas elecciones presidenciales, y el desempeño de sus pares de otras tierras suele ser similar).

     

    El PLL se considera a sí mismo el primer partido argentino de cuño «libertario»: es lo más cercano al anarquismo, desde el liberalismo más extremo. En sus principios, ponen en primer lugar a las libertades individuales, luego la libertad de mercado y, en tercer lugar, la no agresión.

     

    Haciendo un repaso rápido y muy elemental por sus ideas, la versión más pura del libertarismo, desde mitad del siglo XX, propugna un Estado mínimo, reducido a garantizar la seguridad y poco más;impuestos lo más bajos posibles (para no trabar el pasaje de una buena idea a una empresa exitosa); nada de subvenciones yregulaciones mínimas en todos los campos (incluso en el mercado laboral). El lema es «libertad máxima, gobierno mínimo».

     

    Su página web, entre otras cosas, sugiere una «biblioteca liberal libertaria«, que tiene ensayos políticos y académicos. Pero lo más entretenido son las obras de ficción (todas pueden descargarse en formato .pdf), críticas más o menos conocidas al totalitarismo y el intervencionismo estatal, desde El Proceso (de Franz Kafka), hastaFarenheit 451 (de Ray Bradbury) y Un Mundo Feliz (de Aldus Huxley). También figura 1984, de George Orwell, en la que un Ministerio de la Verdad falsea la historia y las estadísticas para acomodarlas a la conveniencia del gobierno. Y hay varias obras de la filósofa y novelista ruso-estadounidense Aynn Rand, entre ellas La Rebelión de Atlas, que -con una visión bastante maniquea– plantea claramente las ideas libertarias y en la que, por detrás de los personajes principales, se destaca el de Wesley Mouch, un funcionario del gobierno que va sumando poder público en una economía que se desmorona, al que le temen los empresarios y que interviene en todos los mercadoscon nefastas consecuencias para la sociedad.

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