La novia de Boudou y sigue al gurú del PRO

La novia de Amado Boudou, Agustina Kampfer, decidió romper con la lógica kirchnerista de criticar a Sri Sri Ravi Shankar.
Lejos de las acusaciones, de la investigación que la AFIP le inició por presunto manejo irregular de los fondos de la Fundación El Arte de Vivir, Agustina no tuvo problemas en pasar por la Rural a escuchar la clase magistral del gurú e incluso meditó con las 1.500 personas que asistieron a verlo pagando más de $ 100 la entrada.

El discurso del kirchnerismo, implementado a través de los programas ultraoficialistas como Duro de domar o 6, 7, 8, ha sido lapidario en estos días con Ravi Shankar, quien no tuvo problema en sacarse una foto con Mauricio Macri, cuyo gobierno colaboró activamente con el evento que lo tuvo como principal estrella. Sin embargo, a pesar de las críticas y burlas en los medios K, la novia del vicepresidente se mostró sonriente en la conferencia. Incluso se animó a una breve meditación y cuando salió de la charla, en la que participó también el ex fiscal Luis Moreno Ocampo, les dijo a los medios que había disfrutado mucho del evento.

También, Kampfer estuvo con Swami Paramtej, maestro de yoga y uno de los representantes de El Arte de Vivir (su fisonomía es muy similar a la del Ravi) y hasta subió una foto con él a su cuenta de Facebook.

Agustina no es una novata en el tema del yoga y la meditación: es una fiel lectora de Osho y practicó pilates y yoga. En su cuenta de Facebook, la novia de Boudou explicó: “Supe acomodarme en las primeras filas de los detractores de Ravi Shankar. Tomé el primer día de un curso y no me gustó. Ni un poco… lo abandoné. Sin embargo siempre acepté, encantada de la vida, el cambio en algunos amigos que sí se coparon con su propuesta. Me hacía –y me hace– feliz verlos tan bien. Años después de ese intento le di una segunda oportunidad a la historia”.

Y continuó: “Y no, no me cambió la vida… no vi ‘la luz’. Aún no sé dónde está Dios, no miro a los ojos al señor del quiosco, no dejé de putear, no me pasé al vegetarianismo ni dejé de sentir dolor cuando me lastiman. ¿Pero saben qué? Fue hermoso. Sólo eso… hermoso y simple, bello, silencioso, dulce, calmo, profundo, inspirador… Era eso lo que necesitaba, una herramienta más hacia mí, que no vine a cambiar el mundo, sino a ser parte de él lo mejor que pueda, aprendiendo más y más cada día. Bienvenidos sean los caminos que nos lleven a conocernos a nosotros mismos”.

¿Les habrá caído bien a los kirchneristas ortodoxos la visita de Agustina al Ravi más criticado por los medios oficialistas?