«Vamos a acampar. Hemos convocado a todos a que se acerquen, que dejen los puestos», sostuvo Raúl Maza. «Nosotros no estamos agudizando la situación, esto lo provocó el Ministerio [de Seguridad], no nosotros. No queremos seguir cobrando en negro», agregó.
«Esperemos que el Gobierno tome conciencia de que está haciendo las cosas mal, de que hay una ministra que hizo las cosas muy mal», lanzó, en referencia a Nilda Garré.
El gendarme Raúl Maza negó ser un «golpista» y aseguró que si el salario mínimo para los agentes de la fuerza es elevado a 7.000 pesos, «a los cinco minutos» volverán a sus puestos de trabajo.
«Esto no es un golpe de Estado ni lo quiere ser, amamos la democracia y la vamos a defender, si es necesario, con nuestra propia sangre», sostuvo el efectivo, quien insistió en que le están pidiendo «un sueldo digno» al Gobierno.
«¿Es tan difícil entender eso?», indagó Maza en diálogo con la prensa afuera del edificio Centinela, al tiempo que volvió a pedir que «no se tomen represalias» contra quienes se manifiestan allí desde el lunes a la noche por demandas salariales.
QUÉ PASÓ
Durante la madrugada, en un encuentro que los manifestantes mantuvieron con los flamantes jefes de Prefectura, Luis Heiler, y de Gendarmería, Enrique Zach, lograron consensuar un petitorio. Al finalizar esa reunión, en una votación, resolvieron encontrarse con Berni para que firmara el documento.
Alrededor de las 5, con el petitorio rubricado por el funcionario, un vocero de Prefectura sostuvo frente a la multitud: «El Ministerio de Seguridad lo analizará. Recién el martes, a las 12, tendremos la próxima reunión». Y propuso votar por la continuación o no de la medida. «Nosotros apoyamos a la mayoría», dijo al escuchar los gritos por la continuidad del reclamo.
En tanto, indicó que Berni les había prometido que hoy, a las 8, van a depositar la diferencia de dinero que les fue recortada del sueldo por el polémico decreto, que generó la protesta. Mientras que 600 uniformados tendrán que esperar hasta mañana.
Finalmente, el vocero respaldó a Heiler: «Es un señor. Hay que sacarse el sombrero».
UNA MADRUGADA AGITADA
Cerca de las dos de la mañana, un prefecto informó que el petitorio, consensuado tras una reunión en el edificio Guardacostas con los nuevos jefes de las fuerzas, Luis Heiler (Prefectura) y Enrique Zach (Gendarmería), sería presentado en conjunto con Gendarmería.
Más tarde, un gendarme se presentó en la puerta del edificio Centinela, sede de su fuerza, para confirmar la adhesión, y resaltó que no cesarían la medida hasta que el documento no fuera firmado.
Los puntos acordados son: garantías para que no se adopten medidas administrativas, disciplinarias y judiciales para los uniformados; un sueldo básico de 7000 pesos, con una nueva escala salarial acorde a las jerarquías; y la incorporación e integración de personal de ambas fuerzas en la comisión negociadora salarial.
Tras leer los pedidos iniciales del documento, el vocero de Prefectura anunció: «Los primeros tres puntos están aprobados. Después los demás van a pasar a la comisión negociadora, que ya está creada». «Esto es lo que queríamos lograr. Si están de acuerdo, vamos al Ministerio, lo traemos firmado por Berni y liberamos la manifestación que estamos haciendo de manera pacífica», añadió, y fue ovacionado por los manifestantes presentes en el lugar.
«Tomamos el compromiso, ya dimos nuestra palabra, de que si están de acuerdo levantamos el 100 por ciento de la manifestación. Siempre y cuando esto esté firmado», ratificó. Y aclaró: «Obviamente esto es un petitorio en conjunto con Gendarmería, que están hablando en el Centinela. Si su personal también esta de acuerdo, levantamos», concluyó, y dispuso la forma en que los representantes de los prefectos se desplazarán para encontrarse con el funcionario para obtener la firma oficial del documento.
Sin embargo, minutos después del anuncio, otro prefecto se presentó frente a los manifestantes para proponer que se mantenga la protesta hasta mañana. «Vamos a esperar hasta el viernes», dijo. «Si no lo hacemos, nos van a pasar por arriba. Cuando esté depositado nos vamos», añadió, y remarcó: «Para levantar la protesta el dinero tenía que estar depositado. ¿Quién nos lo asegura?», preguntó, y se retiró.
LA REUNIÓN EN PREFECTURA
Anoche, Heiler arribó al edificio Guardacostas para destrabar la protesta, acompañado por otras autoridades y funcionarios del gobierno nacional. «Nos están escuchando», declaró entonces uno de los voceros de los prefectos.
Cerca de las 23, Zach arribó al lugar y se abrió camino entre los manifestantes que estaban frente a la sede de la fuerza. La reunión duró tres horas, hasta las 2 de la madrugada, cuando se produjo el anuncio del vocero de los prefectos.
Ayer, los manifestantes habían advertido que no levantarían la medida hasta que se presentara algún funcionario en el lugar. «Que nos den una solución por escrito», exclamaron, una vez terminada la conferencia que encabezó el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Por la tarde, la ministra Garré relevó las cúpulas de Prefectura y Gendarmería, luego de que sus jefes presentaran la renuncia y en medio del extendido malestar de las fuerzas de seguridad. Zach y Heiler fueron nombrados en reemplazo de Héctor Bernabé Schenone y Oscar Adolfo Arce, respectivamente.
LOS ALCANCES DE LA PROTESTA
El reclamo salarial de las fuerzas de seguridad trascendió las fronteras de la ciudad de Buenos Aires y se sumaron protestas en otros puntos del país como Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Debido al tenor de los comentarios esta nota fue cerrada a la participación
FUENTE: LA NACIÓN
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