El juez penal Luis Charles señaló que intervenir un teléfono es más sencillo que obtener una declaración, pero dijo que se corre el riesgo de crear un “Gran Hermano”
Charles disertó el pasado domingo 28 en Treinta y Tres en un seminario de la Asociación de Magistrados del Uruguay sobre el valor probatorio de las escuchas telefónicas en las investigaciones judiciales.
En su exposición cuestionó que cada vez más se recurra a la escucha telefónica. «Más sencillo que un interrogatorio con los avatares del mismo, es intervenir un teléfono, pero también es más peligroso porque hay que tener sumo cuidado al respecto porque se afecta el derecho a la intimidad y convertimos esto en un Gran Hermano», admitió.
El magistrado detalló que para habilitar una interceptación telefónica tienen que existir «elementos que determinen la verosimilitud de la existencia de un hecho delictivo y la presunta participación del indagado en el mismo».
Por su parte, el abogado Jorge Barrera también criticó que cada vez se utilice más el recurso de la escucha. “La escucha telefónica es la más invasiva de todas las herramientas que tiene el Estado para reprimir el delito», dijo a El País.
Agregó que su uso tiene que estar justificado y se debe utilizar en circunstancias especiales en caso de que no puedan ser implementadas otras técnicas investigativas. «Sin embargo, en Uruguay, en lugar de ser el último recurso, es el primero. No puede ser que el último recurso que tiene la Policía para investigar se transforme en el primero», indicó.
EL OBSERVADOR
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