La Cámara decide si avala los dichos de la exesposa de Vandenbroele. El día que el vice casi fue a indagatoria. Dos computadoras en la mira.
Ahora, la causa está ante su día D. La Sala I debe decidir en los próximos días si permite que el testimonio de Laura Muñoz, ex esposa de Alejandro Vandenbroele, y todas las pruebas que se hayan basado en él sean tomados como prueba en la causa Ciccone. Muñoz dijo que “Vandenbroele es testaferro de Boudou”.
El criterio de la sala en casos similares fue anular los testimonios de ex cónyuges que declararan contra sus ex parejas con quienes tuvieran hijos. El objetivo, sostienen sus fallos, es proteger el vínculo entre padres e hijos. De seguir este criterio, la Sala I de la Cámara daría a las defensas de Vandenbroele, Boudou y su socio José María Núñez Carmona el as para boicotear la causa Ciccone y dilatar la resolución de Lijo y el actual fiscal, Jorge Di Lello.
El futuro de la causa depende del “alcance del fallo de la Sala I”, confirmaron tres altas fuentes que intervienen directamente en la investigación.
Alcance. “Para el juez Lijo ninguna de las pruebas obtenidas está basada en el testimonio, por lo tanto no deberían ser anuladas”, contó uno de los consultados. “Pero la Sala I puede tener otro criterio. Puede decir que anula el testimonio y ‘todas las pruebas que se basaron en él’. Y dejar a criterio del juez cuáles son esas pruebas. O puede especificar qué pruebas se anulan, como el allanamiento a la casa de Muñoz en Mendoza”, agregó. Ese allanamiento sería clave en la causa. La defensa sabe que la Justicia secuestró una notebook y una computadora que utilizaba Vandenbroele, que aún no fueron periciadas y podrían contener información clave.
Fuentes de la causa aclararon que ese allanamiento, como el resto de las pruebas, no está basado en el testimonio de Muñoz sino en las investigaciones periodísticas. Pero, aun si la Sala I no anulara pruebas, la nulidad del testimonio –el único en la causa que apunta directamente contra Boudou– abriría la puerta para que la defensa activara la artillería de medidas para dilatar la causa, pedir nulidad tras nulidad de las pruebas y dejar lejos en el tiempo un pedido de indagatoria a Boudou.
Mayo. El pedido de indagatoria redactado por Rívolo sostenía que tenía las pruebas para obligar a Boudou a rendir cuentas por sus nexos con los nuevos dueños de Ciccone y su colaboración para que se quedaran con la empresa.
El pedido de indagatoria parcial –se investiga a Boudou por otros delitos como supuesto lavado de dinero– estaba a la firma cuando la Sala I apartó al juez Daniel Rafecas de la causa. Tenía en su poder las conversaciones y chats que el magistrado mantuvo con parte de la defensa aconsejando pasos a seguir en el expediente.
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