Moscú, 8 may (PL) El canciller ruso, Serguei Lavrov, confirmó hoy que en las pláticas con el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, llegaron al acuerdo de organizar una nueva conferencia internacional sobre el conflicto en Siria.
Moscú y Washington coinciden en que el foro sesione en mayo en Ginebra con la participación de las dos partes contendientes y que tenga como base el comunicado emitido en esa ciudad suiza en junio de 2012, aseguró el jefe de la diplomacia rusa.
Las dos potencias pretenden agotar todas las posibilidades para sentar en la mesa de negociaciones a representantes del gobierno sirio y de la oposición, en un foro que sería continuación de la conferencia efectuada en 2012, dijo Lavrov.
En relación con el supuesto uso de armas químicas en Siria, el canciller reiteró la preocupación de Moscú, sin embargo, aclaró que el tema es muy delicado y lo recomendable es «estar ciento por ciento seguros de que no se trata de rumores y provocaciones».
Recientemente, Lavrov declaró que el uso de arsenales químicos es un tema demasiado serio para que sea manipulado.
Respondió así a repetidas insinuaciones de Estados Unidos y Reino Unido sobre el supuesto empleo de esos arsenales por fuerzas gubernamentales sirias.
Subrayó el diplomático que las especulaciones sobre este asunto ligado a la situación en Siria son similares al esquema implantado en Irak con el pretexto de las armas de exterminio en masa para derrocar al presidente Sadam Hussein e invadir al país del Golfo Pérsico.
Añadió en esa rueda de prensa que existen políticos en algunas regiones con la ilusión de un cambio en la postura rusa, pero nuestra posición es la misma, afirmó.
Hemos sugerido, puntualizó, desde el inicio del conflicto, que todos los actores internacionales con influencia exijan a las partes beligerantes el cese de la violencia y el inicio de las negociaciones sin previas condiciones.
Kerry, por su parte, reconoció la víspera durante un encuentro con el presidente, Vladimir Putin, la necesidad de poner fin al extremismo en Siria y lograr estabilidad en la región.
Tal afirmación del jefe del Departamento de Estado confirma la intención de Washington de buscar un acercamiento con Moscú antes de la reunión que sostendrán en junio en Irlanda del Norte Putin y su par, Barack Obama, al margen de la cumbre del G-8.
Empero, no trascendió a la prensa si la visita del jefe de la diplomacia estadounidense dio respuesta a puntos de discrepancia entre Moscú y Washington en relación con Siria como es el respaldo de la Casa Blanca a Israel en sus agresiones contra Damasco.
Tampoco se conoció si en las pláticas estuvo la piedra angular de las contradicciones ruso-estadounidenses, el escudo antimisiles del Pentágono y la OTAN en Europa.
El Kremlin ha exigido infructuosamente garantías jurídicas de cumplimiento obligatorio por Estados Unidos de que ese proyecto estratégico no apunta contra Moscú.
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