La Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el mayor sindicato del país, exigió al Gobierno dimitir en el plazo de una semana y ceder el poder a un nuevo Gabinete de tecnócratas, comunicó hoy la prensa mundial.
La UGTT amenazó con “estudiar la adopción de otras medidas”, sin precisar cuáles, si su exigencia no se cumple.
La situación política se agravó en Túnez tras el asesinato del líder de la oposición laica, Mohamed al Brahimi, el 25 de julio. En todo el país estallaron protestas masivas y choques con agentes del orden público.
Los manifestantes exigen la destitución del Gobierno en que predominan islamistas moderados.
El primer ministro de Túnez, Ali Laridi, declaró el 29 de julio que el Gobierno no dimitirá y propuso celebrar las elecciones según lo planeado, en diciembre de 2013, al término de las sesiones de la Asamblea Constitucional, próxima a concluir la redacción de una nueva Carta Magna del país.
La Unión General de Trabajadores Tunecinos, con unos 600.000 miembros, o un 6% de la población del país, es una fuerza política y económica muy influente. La huelga general declarada por la UGTT el 26 de julio provocó una caída en picado de la moneda nacional frente al dólar.