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Choque en TV entre un general de Pinochet y una víctima argentina

Tras el cruce con Ernesto Lejderman, renunció el jefe del Servicio Electoral Juan Cheyre.
clarín y 24hs cl

El general retirado del ejército chileno Juan Emilio Cheyre, actual jefe del Servicio Electoral, negó haber tenido información sobre el asesinato en diciembre de 1973 de los padres del argentino Ernesto Lejderman, entonces un niño de dos años que el mismo militar entregó a un convento de monjas diciendo que sus padres se habían suicidado.

En el programa El Informante, de Televisión Nacional de Chile (TVN), Cheyre aseguró cara a cara ante Lejderman que en ese momento creyó y “no dudó” de la versión de sus superiores militares, quienes entonces declararon que el argentino Bernardo Lejderman y la mexicana María del Rosario Avalos se habían “autodinamitado” al no poder huir hacia Argentina. “Si hubiese sabido algo más en torno al caso de Ernesto, lo habría dicho”, subrayó el ex militar.

Anoche, Cheyre renunció a la jefatura del Servicio Electoral.

Cuando faltan unas semanas para que se cumplan los 40 años del golpe de Augusto Pinochet, el caso Lejderman conmociona en Chile porque Cheyre ocupa hoy un alto puesto al frente del Servicio Electoral (Sevel), encargado de supervisar las presidenciales de noviembre.

Entre 2002 y 2006, en plena democracia, Cheyre fue Jefe del Ejército pese a que hay testigos que aseguran que participó en crímenes de la dictadura; incluso que habría sido uno de los oficiales que ejecutaron a 15 personas en La Serena en 1973, durante la llamada “Caravana de la Muerte”.

“¿Por qué tantos años de silencio?”, interrogó Lejderman, quien viajó el martes a Santiago desde Buenos Aires, según dijo en TVN, porque “la sociedad chilena está pidiendo una respuesta, no sólo yo”.

En mayo de 2009, la Corte Suprema ratificó un fallo de 2007 contra tres militares retirados del regimiento Arica, condenados a cinco años de prisión por el homicido de los padres de Lejderman, acribillados cuando intentaban cruzar desde el norte de Chile hacia la Argentina. Cheyre y quien entonces era su superior, el coronel Ariosto Lapostol, no fueron considerados implicados en el crimen.

“A Cheyre no le creo, porque él trabajaba en este regimiento, fue asistente del jefe. Le creería si hubiera tenido una actitud de denuncia”, dijo Lejdermann, sentado al lado del ex militar en los estudios de TVN. Cheyre, por su parte, respondió que “no soy ningún genocida” y “no estoy aquí por un reclamo de la sociedad”. Al mismo tiempo, el militar llamó a no olvidar y subrayó que cuando fue Comandante en Jefe del Ejército no había “omitido nada” en cuanto a la responsabilidad de las Fuerzas Armadas por las violaciones a los derechos humanos en el país.

A su vez, la candidata a presidenta de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, favorita en los sondeos, declaró ayer que este caso muestra que “hay varios sectores del país que aún no han hecho un cara a cara” con la verdad.

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