En la continuidad de los alegatos de la parte defensora de Carlos Macchi llegó el turno de Guillermo Toranzo, otro de los defensores del magistrado. El abogado, fiel al estilo que lo caracteriza, expresó enérgicamente que todo se solucionaba en los carriles administrativos, siendo totalmente innecesario un pedido de destitución.
“Está en juego la República y la vida democrática. Si no estaban de acuerdo, hubieran apelado las sentencias en vez de hacer un jury” expresó, al tiempo que defendió la legalidad de los procesos en los que intervino su cliente.
Además dijo que “todo fue una operación política orquestada por Fiscalía a de Estado, cuyo finalidad es la de instalar una mala imagen de la Justicia”.
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