Habló en la etapa del juicio en la que no hay posibilidad de un interrogatorio. Por Walter Rios – Diario De Cuyo
El juez Carlos Macchi habló por primera vez en el proceso de destitución que se desató en su contra y lo hizo durante la etapa final, donde se le da la posibilidad al acusado de decir sus últimas palabras sin que los acusadores ni el Tribunal puedan hacerle preguntas. El magistrado se había abstenido de declarar en septiembre y ayer, sin la posibilidad de que lo interroguen, reconoció que hubo errores en la tramitación de los 5 juicios de expropiaciones por los que está en juego su cargo, pero negó haber cometido delitos y una connivencia con el abogado Santiago Graffigna para estafar a la provincia en millones de pesos.
El hecho de que el magistrado declarara en el tramo final representó una maniobra especulativa para el fiscal de Estado, Guillermo De Sanctis, y el fiscal General subrogante de la Corte, José Mallea, debido a que no pudieron interrogarlo sobre las severas irregularidades por las que pidieron que sea destituido de su puesto en el Quinto Civil. Ambos destacaron que, pese a dar su versión, no pudo desvirtuar las pruebas que existen en su contra. El juez dijo que antes no había dado explicaciones porque se enfrentaba a 549 preguntas y no iba a poder aclarar nada. Tras los alegatos, el Tribunal debe resolver el caso (ver aparte).
La jornada comenzó con el alegato de su abogado, Guillermo Toranzo, y las duras réplicas de los acusadores. El defensor rechazó la idea que Macchi tuviera responsabilidades en las 5 causas en las que el Estado expropió terrenos y se lo condenó a pagar más de 1.600 millones de pesos. Además, señaló que el Jury de Enjuiciamiento se generó por una operación política del Gobierno, cargó contra la anterior gestión de Fiscalía de Estado, que debió defender a la provincia durante los procesos, y apuntó contra los medios de comunicación que fueron “usados” para dañar la imagen del magistrado. Ante la idea de una persecución política, De Sanctis la rechazó enfáticamente y aseguró que se esgrimió ese concepto frente “a la falta de argumentos” y el hecho de “no tener nada para decir”. Además, manifestó que están enojados con la prensa porque fue la que sacó a relucir el escándalo de las expropiaciones (que inició el Semanario El Nuevo Diario), que se propagó y que prendió la luz a quienes actuaban en las sombras. Así, aseguró que “echaron un contenedor de basura para ensuciar el proceso con un festival de chicanas”.
Por su parte, Macchi admitió errores, pero que no se debieron a maniobras de una asociación ilícita. Indicó que actuó bajo la ley, que aplicó sentencias similares a la de sus colegas y que sus fallos fueron confirmados por Tribunales superiores. Y dijo que en aquellos casos en los que hubo falencias, Fiscalía de Estado los convalidó o directamente no los apeló.