Los hechos, según lo denunciado, tuvieron lugar en un campamento militar en el paraje «El Mirador», cerca de la localidad de Palmar, en Soriano, informa Subrayado.
En la denuncia judicial, publicada por Agresor, la víctima relata los hechos: «El cabo P… me dijo que le gustaría verme desnudo, atado, esposado y golpearme, preguntándome si me gustaba el sadomasoquismo, a lo cual le respondí: ‘No, ustedes están locos‘», dijo el soldado.
«Estas personas estaban tomando y me ofrecían de lo que estaban tomando que pude apreciar que era vino. Negándome, en determinado momento el Cabo S… me tocó la zona genital, corriéndome a un lado de inmediato. Quise retirarme para cumplir la tarea asignada y para escapar de la situación, ya que todos los presentes hacían bromas obscenas«, prosigue.
La víctima continúa el relato cronológico de lo sucedido: «‘Está todo bien P…, venga siéntese y relájese. Usted es muy serio y muy estructurado’. Me senté y me ofrecieron vino y cigarro. Tomé muy poquito y me insistieron que bebiera más, lo cual hice con cautela».
«Me tocaban. Me resistí y al quererme ir el Cabo P… hizo levantar a todos para ir a pescar, salimos de allí y el mismo soldado petiso, algo calvo, me dijo ‘seguí caminando, no hables ni prendas la linterna’, presionándome con una botella de whisky por la espalda, dijo que era una orden militar, que si no la cumplía me partiría dicha botella en la cabeza«, relató el soldado.
A lo que agregó: «Yendo hacia la orilla del río, al llegar todos se pusieron en ronda para seguir bebiendo. El Cabo S… me puso en el medio, bajaron sus pantalones exigiéndome hacerles sexo oral. Negándome, el mismo Cabo me hizo arrodillar ante el soldado petiso, gordito, amenazándome partirme la botella de whisky en mi cabeza. Le hice sexo oral a ese soldado y de golpe pude escaparme hacia los árboles del monte».
Luego del abuso, siempre según la declaración judicial, la víctima decidió escapar al monte. Fue encontrado una primera vez y volvió a escapar, para finalmente ser interceptado por un suboficial mayor que estaba ajeno a la situación descripta.
Este último, lo increpó por no estar cumpliendo con la guardia y le solicitó que presentara el informe de lo sucedido a primera hora de la mañana. La víctima, «se dio cuenta» que no iba a contar «con las garantías necesarias» y volvió a escapar para hacer la denuncia policíal.
La Causa
Este lunes la justicia uruguaya detuvo a 16 personas, aunque 12 de ellas fueron liberadas al día siguiente, ya que el juez no pudo verificar que existiese abuso sexual.
Este martes, la carátula pasó a ser «violencia privada», y se procedió a la detención de dos de los militares que se desempeñaban en el destacamento de Soriano, donde se habrían producido los hechos.
En cuanto a las repercusiones políticas, el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, expresó en declaraciones a El Observador que se sintió «sorprendido» por la situación denunciada. Además, explicó que «la Justicia está actuando y debemos permitir que investigue».
En tanto, la Justicia Militar inició una investigación simultánea para comprobar si además no hubo un delito tipificado en las normas internas por parte de los efectivos denunciados.