Por décadas, en el sur de Italia, en Campania, y precisamente en su capital, Nápoles, surgieron numerosos reclamos por la descarga ilegal de desechos tóxicos y de uranio, sin encontrar solución. En el mes de noviembre, nuevamente la población se alzó con la denuncia de “bebe en Nápoles y luego muere”, para despertar conciencia.
El 16 de noviembre el párroco Maurizio Patriziello condujo una masiva marcha de unas 70 mil personas por las calles de Nápoles. La población teme por el agua, los gases, el aire y los alimentos de la región.
En la llamada “Tierra de los Fuegos”, de Campania, cuna de grandes volcanes como el Vesuvio, «entre 1991 y hoy se versaron 10 millones de toneladas de venenos; 410 mil camiones los transportaron hacia esta porción de territorio de la Campania, entre Nápoles y Caserta”, divulgóLegambiente el 15 de noviembre. La televisión documentó además nuevas evidencias de que estas descargas sospechosamente tóxicas (video) continúan, y en plena superficie de zonas pobladas, incluso cercanas a escuelas públicas.
En este sentido, la Asociación de Médicos por el Ambiente de Campania (ISDE) comunicó en octubre pasado que los casos de cáncer en los últimos cuatro años se duplicaron, informó la prensa local. De 427 en 2009 pasaron a ser 774 en 2012. Los especialistas creen que se trata de la contaminación.
“Usen sólo el agua mineral para beber, cocinar, hacer el hielo y lavarse los dientes”, destaca el un estudio publicado por la US Navy, citado em noviembre por Affari Italiani.
Para determinar si había contaminación de 214 sustancias nocivas en alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados de Nápoles, donde hay 543 casas y 10 bases estadounidenses, entre 2009 y 2011 autoridades norteamericanas ordenaron realizar un estudio que costó alrededor de 30 millones de dólares, informó Expresso.
Los resultados de envenenamiento del agua potable y contaminación ambiental fueron difundidos por este medio informativo y generaron numerosas réplicas incluyendo una petición de suspensión de la distribución de Expresso, por vías judiciales el 18 de noviembre.
22 años de desechos
Un reporte de Legambiente dado un día antes de la masiva marcha de la población realizada el 16 de noviembre, se tituló «Diccionario del Ecocidio”.
En el documento se relata que muchos llegan desde el norte de Italia para descargar petroquímicos, desechos de la metalurgia, amianto, metales pesados y otras tierras contaminadas.
“La cuenca acuífera está irremediablemente contaminada hasta el 2080”, y según la comisión de investigación parlamentaria “los daños provocados son incalculables y afectarán a las generaciones futuras”, dice el reporte, según Rai News.
El problema también se extiende en el resto del país. En todo Italia hay 82 investigaciones de tráfico ilegal de desechos, 915 denuncias de órdenes de custodia cautelar, 1806 denuncias y 443 empresas involucradas.
Legambiente destacó además que entre Nápoles y Caserta se denuncian incendios de estos productos contaminantes.
Mapa de zonas contaminadas en Nápoles
El 18 de noviembre el medio Expresso marcó en un mapa las zonas de contaminación reveladas en el documento del estudio de US Navy sobre la contaminación en Nápoles. Las zonas de color violeta equivalen a las casas individuadas que contienen sustancias cancerígenas y no cancerígenas que ponen en riesgo la salud, dice la leyenda. En cambio en los puntos verdes, los exámenes no determinaron riesgos.
Entre Villa Literno y Casal di Principe, el agua de las llaves está contaminada y del terreno salen gases venenosos. Vienen individuadas numerosas sustancias potencialmente cancerígenas, dice el reporte.
“En el cinco por ciento de los pozos usados por las casas hay trazas nocivas de uranio”, a su vez fue “encontrado en dosis menores en el 88 por ciento de las habitaciones analizadas”, señala el estudio.
En la zona Casoria y Arzano, los estadounidenses suspendieron los arriendos, por descargas de desechos considerados tóxicos. Es la misma situación en Marcianise.
En el Centro histórico numerosas habitaciones sufren “riesgos para la salud inaceptables”. El 57 por ciento de las casas examinadas son consideradas peligrosas. Hay vapores de gas cancerígenos en el plano bajo del consulado de plaza Garibaldi y otros edificios.
En la villa de Posillipo, del comandante en jefe, se considera segura sólo si se vive un máximo de tres años. En el aire hay dosis altas de insecticidas cancerígenos.
Situación similar en Capodichino donde es seguro si se vive un promedio de 2,2 años como los estadounidenses. Gases de Pce potencialmente cancerígeno y aguas con nitratos son los resultados de los exámenes.
Amento de tumores
De acuerdo al informe de la Asociación de Médicos por el Ambiente de Campania (ISDE) no solo los casos de cáncer se duplicaron en los últimos cuatro años sino que se triplicaron las neoplasias, en especial de mama y coplón, dijo el Dr. Luigi Costanzo, durante una manifestación contra las muertes ligadas a la contaminación ambiental.
“Será posible hacer una mapeo de las regiones con tumores conociendo la falta de registro nacional. Basta meter en red los datos”, dijo el Dr. Costanzo.
Réplicas
Después que el diario Expresso publicó cuáles eran las zonas detectadas como contaminadas, éste reportó que el consejero de Campania, Corrado Gabriele, pidió intervención de la magistratura para evitar la difusión del periódico, argumentando que causó alarma a la población.
Expresso respondió a Gabriele, que debía “leer el estudio con detención sobre la situación ambiental antes de expresar juicios y pedir la intervención de la magistratura”.
Según Gabriele, las denuncias causaron “daño a la economía” y “daño psicológico de millones de ciudadanos napolitanos y de la Campania, que “además de sufrir por los desechos enterrados deben vivir en el terror de usar el agua y los productos agrícolas de nuestra tierra”, por lo que concluyó que lo expuesto en Expresso es ofensivo y debe ser censurado”.
“Es absurdo que se haga una campaña contra nuestra ciudad…en el mundo”, dijo el consejero, y anunció que una denuncia “será presentada en Roma, por el jefe de los Socialistas en la Cámara, el honorable Marco Di Lello”, reportó Expresso.
El consejero napolitano además comunicó que a las 13 horas estaba en la Justicia de Nápoles presentando la notificación del reato por parte del medio comunicativo, según cita el 18 de noviembre el medio italiano.
Decir la verdad a medias
“Cerrar los ojos, silenciar la verdad o contar solo un pedazo no hace más que ayudar a los emprendedores cínicos, criminales y políticos ineptos, no absuelve la responsabilidad y por lo demás no sana a quien se enfermó de contaminación. No ayuda ni siquiera a los empresarios de Salerno, que cobraron a Expresso, 80 kilogramos de mozarela no vendida”, respondiópúblicamente el medio italiano, en respuesta a las críticas.
“Las reacciones son comprensibles, pero miopes; así no se elimina el problema de campos de cultivos inquinados, sino que se lo pospone. Mejor sería de parte de la autoridad un mapa riguroso de la prohibición de pastar y cultivar en áreas de riesgo”, agregó.
“Necesitamos afrontar la Padania (nombre de la región de la Compañía) envenenada a la que dedicamos decenas de artículos de evidencias”, concluyó Expresso.