Un chapista denunció que fue a retirar su auto del depósito judicial y como reclamó la falta de accesorios, lo agredieron y lo metieron preso.
El escandaloso episodio es investigado por la Fiscalía de instrucción Nº5 y el área de Inspección y Control de Gestión (que investiga a policías) a partir de la denuncia de Luis Calderón (58), un chapista del Bº Huazihul, cuya mala racha empezó el 11 de julio pasado cuando le radiaron su Fiat Duna en Rivadavia por falta de documentación. El coche quedó en el depósito en el predio de la Policía de Maurín y 6, Pocito.
Calderón tardó 4 meses para ponerse en regla y pagar la multa. El jueves pasado a las 9, fue a retirar (con orden judicial) el auto en compañía de un amigo, en el Renault Fuego de su hijo. Ahí comenzó otro dolor de cabeza. ‘Vimos que el auto no tenía las fajas y le faltaban la palanca de cambio, las varillas de la caja, el distribuidor, los cables de las bujías y la bobina de encendido. Le preguntó a un agente qué pasó y me responde: ¡Ah, yo no sé nada!’, relató Calderón.
Aseguró que le reclamó al jefe del predio, un oficial de apellido Rojas, que ‘vino de mala manera. Y lo primero que hizo fue echar al muchacho que venía conmigo. A mí me gritó diciéndome quién era yo y quién iba robar algo del auto cag… que tengo. Que ellos estaban para cuidar a un montón de autos y no se iban a fijar en el mío. Me trató re mal y como yo no me callaba, se puso más violento y empezó a gritar: ‘tirate al piso hijo de put..’‘, señaló. Según el chapista, el policía lo empujó, lo puso boca abajo y con una correa comenzó a dar golpes en el piso, al lado suyo, para asustarlo. ‘Me dijo que si hacía la denuncia o iba al juez, iba a cag… mi familia y yo porque tenía mi domicilio’, afirmó Calderón, quien agregó que ese policía ordenó retenerle el Renault Fuego, llamó un móvil policial y le abrió una causa por desorden. Fue así que lo llevaron detenido a la Seccional 6ta, donde estuvo preso hasta las 16, denunció. Al otro día, Calderón denunció el robo y los apremios ilegales y volvió al predio con los policías de Control de Gestión, quienes constataron que al Fiat le faltaban algunos accesorios. Para explicar por qué le retenían al Renault Fuego, los policías del predio ahí mismo le hicieron otra multa. Los dos autos ya les fueron devueltos.