El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, culpó a Israel del fracaso de las negociaciones con Palestina. En una audiencia en el Comité de Asuntos Exteriores del Senado, Kerry dijo que «Israel publicó de forma inoportuna el anuncio de la construcción de 700 viviendas en Jerusalén. Por otra parte, el Gobierno de Netanyahu se negó a liberar la cuarta entrega de los 26 terroristas».
Estas afirmaciones de Kerry contra Israel causaron un gran descontento entre la Coalición Republicana Judía de EE.UU. Su director ejecutivo Matt Brooks dijo: «Fue Kerry quien impuso el diálogo a las partes que, de hecho, no estaban muy por la labor. […] Las acusaciones de Kerry indican de una forma alarmante que la Administración Obama se basa en una premisa falsa: si presiona más a Israel, entonces los palestinos volverán a las negociaciones constructivas», sostuvo.
Cuando las conversaciones fracasaron y el Departamento de Estado necesitaba un chivo expiatorio, por supuesto escogió a Israel
Varias fuentes dijeron al portal de noticias ‘The Washington Free Beacon’ que altos funcionarios de la Casa Blanca han trabajado durante los últimos días para fabricar la crisis tomando como base la reedición de los permisos de vivienda en Jerusalén.
«Los palestinos ni siquiera sabían que tenían que abandonar las negociaciones a causa de estos permisos de vivienda, que en realidad son viejos, y ahora solo se reeditan», dijo un alto funcionario proisraelí en EE.UU. que prefirió permanecer en el anonimato ya que -dijo- el Gobierno de Obama suele tomar represalias contra las opiniones a favor de Israel.
Según este funcionario anónimo, Martin Indyk, que trabajó como embajador de EE.UU. en Israel durante el Gobierno de Bill Clinton y fue designado por Obama como enviado especial de EE.UU. para las negociaciones de paz palestino-israelíes, y sus colegas de la Administración Obama divulgaron tanto en la prensa estadounidense, como en la israelí una información que afirmaba que los palestinos estaban indignados por los asentamientos israelíes y la culpa era de Israel.
«Entonces Martin Indyk empezó a difundir información según la cual los palestinos se enfurecieron por el problema de la vivienda y con el tiempo, los palestinos se dieron cuenta de que les interesaba repetir lo que decían los estadounidenses», agregó la fuente anónima.
Los palestinos se dieron cuenta de que les interesaba repetir lo que decían los estadounidenses
Un exdiplomático israelí que dice estar familiarizado con las tácticas de Indyk asegura que «es un político burdo» que durante su trabajo influenció negativamente a Israel «con el fin de socavar el Gobierno de Netanyahu y fortalecer su mano en las conversaciones».
«Cuando las conversaciones fracasaron y el Departamento de Estado necesitaba un chivo expiatorio, por supuesto escogió a Israel», dijo la fuente.
Entre tanto, según explicó a ‘The Jerusalem Post’ el secretario general del Partido del Pueblo Palestino, Bassam al Salhi, EE.UU. no debe ser el único mediador internacional en las negociaciones de paz de Oriente Medio. Este papel, cree, deberían desempeñarlo también países como China, Rusia, así como la UE. «Las negociaciones llevadas a cabo bajo el control de Estados Unidos fracasaron no solo por Israel, sino por la posición de Washington que siempre ha apoyado a Israel», opina Bassam al Salhi.
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