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Últimas noticias: San Juan, Argentina hoy

0011166356   Gabriel Rubinstein, consultor en economía y finanzas y ex representante del Banco Central durante la gestión del ministro Roberto Lavagna, opinó que tras el fallo de la Corte de los Estados Unidos «hay un 80% o 90% de posibilidades de caer en default» y aseguró que «la posición extorsiva fue siempre de la Argentina».

El economista consideró que hay dos posibilidades de acatar el fallo: «Una, pagando todo, lo que sería imposible; y la otra, acatando el fallo y no pagando a nadie, lo que significa ir a default de los pagos que hay que hacer en Nueva York, de los bonos que sí entraron al canje».

Por otro lado, Rubinstein explicó que no acatar el fallo «implica, por un lado, una situación grave institucional, lo que sería un problema para el futuro en general de la Argentina; y al mismo tiempo no sería fácil en ese esquema la posibilidad de redireccionar a los bonistas que entraron al canje en Argentina».

El experto en temas económicos y financieros subrayó que, en caso de que el Gobierno pague la sentencia, abre la puerta a otros holdouts para que inicien nuevos litigios. «Si Argentina paga los 1.300 millones de dólares a los holdouts, la cuenta se iría a 15 mil millones si el resto de los tenedores de bonos (que no entraron al canje) se presentan en la Justicia de Nueva York», explicó.

Rubinstein coincidió en que es imposible que un Estado pague 15 mil millones de dólares a sus acreedores, «pero es el derecho que les cabe a todos luego del fallo de la Justicia norteamericana». «La negociación en este momento es complicada, difícil, porque todavía rige la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers)».

La cláusula RUFO es para los bonistas que ya entraron al canje. El ex funcionario explicó que para esto hay tres situaciones: «La Argentina no puede hacer una oferta voluntaria de canje superior a las que ya hizo; si acata la orden judicial y paga, eso no da derecho a los que entraron al canje a reclamar. Pero si negocia una salida y no paga la sentencia, esto vuelve a complicar la situación con el resto de los tenedores de bonos».

A su entender, la estrategia del equipo económico para plantear debería ser «tratar de llegar, de una u otra forma, a enero de 2015, cuando se caigan las cláusulas RUFO, y ahí comenzar una negociación con el fondo NML Capital». La caída de la cláusula RUFO les quita el derecho a reclamar a los que entraron en el canje en 2005 y 2010, que son el 93% de los tenedores de bonos argentinos.

«De acá a enero parece difícil que el fondo NML Capital se muestre concesivo… pero finalmente los fondos buitres lo que van a querer es cobrar y no van a ir a una estrategia a ultranza», consideró. En este sentido, Rubinstein ve una salida posible: «Que se abra un canje plus (un canje más un 30%), pero recién en 2016, y mientras tanto hay que transitar ese camino», añadió.

Rubinstein también habló del impacto de la decisión que tome el Estado y consideró que en el corto y mediano plazo el fallo provocará un freno en los planes de negocios de empresas o el financiamiento externo para infraestructura y obras públicas. «Lo más concreto es que los créditos que iban a llegar a empresas como YPF o a provincias se frenen. Argentina no va a contar con los 7 mil millones de reservas que pensaba tener en los próximos meses», señaló.

En este sentido, explicó que menos reservas implican más presión sobre el mercado de cambios. «El dólar tendrá que valer más, lo que puede generar expectativas de devaluación del oficial, que podría llegar a 10 pesos a fin de año, y el paralelo tocar los 13 o 14 pesos». Sin embargo, Rubinstein no vislumbra «algo demasiado dramático».

En el ámbito político, el economista consideró que la Argentina «no puede entrar en la lógica de lo que es la Justicia norteamericana en función de nuestros intereses o preocupaciones, eso sería una mirada miope».

Para Rubinstein, el juez Thomás Griesa puede decir ahora que las partes se sienten a negociar y encuentren un arreglo. «La Argentina tiene que convencer a sus acreedores de que vale la pena esperar hasta enero; hoy por hoy es un tema, como mínimo, bien difícil».

Para finalizar, discrepó con la presidente Cristina Kirchner y aseguró que la posición extorsiva fue siempre de parte de la Argentina. «Argentina no mostró nunca vocación negociadora; siempre dijo: ‘O entrás al canje o no existís’. Argentina negoció mal y ahora se están pagando las consecuencias». «La pregunta es: ¿cómo hacemos para minimizar los daños ya que tenemos este panorama?», concluyó.

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