Poco después de que Israel reanudara su ofensiva en Gaza este domingo, el grupo Hamas dijo que aceptaba un cese del fuego de 24 horas con la mediación de la ONU.
Horas antes, la artillería israelí volvía a golpear partes del territorio y se podían observar las densas humaredas derivadas de las explosiones en los barrios del este de la ciudad de Gaza.
«Después del fuego incesante de cohetes de Hamas durante la ventana humanitaria, que se había acordado por el bienestar de la población de Gaza, las Fuerzas de Defensa de Israel reanudarán su actividad aérea, naval y terrestre en la Franja de Gaza», anunciaron los militares israelíes en un comunicado.
El Gabinete de Seguridad Israelí había aceptado la petición de la ONU este sábado de ampliar un cese del fuego que comenzó el sábado por la mañana hasta la medianoche del domingo (5 p.m. ET del domingo) con la condición de que su ejército pudiera seguir desmantelando y destruyendo los túneles de Hamas, según funcionarios israelíes.
Hamas rechazó la idea argumentando que no tolerará la presencia de tropas israelíes en su territorios. Desde Gaza se dispararon cohetes y fuego de mortero contra Israel
a últimas horas del sábado y al iniciar el domingo, lo que causó la muerte de un soldado israelí, según las fuerzas israelíes.
Pero el grupo extremista palestino que controla ese territorio cambió de postura y aceptó una «pausa humanitaria» de 24 horas mediada por la ONU a partir de las 2 p.m. local (7 a.m. ET), dijo en un mensaje de texto el portavoz de Hamas Sami Abu Zuhri.
«En respuesta a la intervención de las Naciones Unidas y considerando las condiciones de nuestro pueblo y la inminente festividad de Eid, se llegó a un acuerdo con los grupos de resistencia palestinos para llamar a una calma humanitaria de 24 horas», declaró Zuhri.
Israel comenzó su ofensiva terrestre en Gaza hace 10 días con el objetivo anunciado de acabar con las amenazas que suponen los túneles, que llegan desde la frontera y habrían sido utilizados por los extremistas palestinos para perpetrar ataques en suelo israelí.
La tregua temporal en el conflicto, en el que ya han muerto más de 1.000 personas, en su mayoría civiles palestinos, permitió la llegada de suministros médicos a Gaza, y a las familias salir de los refugios y recuperar los cadáveres de entre los escombros.