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wall stret   Los operadores de mercado evalúan que la Argentina cayó en un default por segunda vez en casi 13 años, después de que se desvanecieron las esperanzas de un acuerdo de medianoche con los acreedores «holdouts», lo que preparó el camino para desplomes en los precios de las acciones y los bonos este jueves y aumentó las posibilidades de una recesión agravada este año.

En Wall Street, las acciones de YPF restan 7%, hasta los u$s36, Grupo Galicia cede 7,8%; Banco Macro, 6,1%; Banco Francés, 8%, y Edenor, un 8,7 por ciento.

En el exterior, el título soberano Global 17, que llegó a caer 20% en las operaciones electrónicas, resta 6,2%, a u$s92,25 por cada lámina de 100 dólares, desde los u$s98 del cierre del miércoles. ElBoden 2015, cuyo vencimiento de capital e intereses es muy próximo, a fines del año que viene, cae 5,6%, a 86,20 dólares.

 Augusto Posleman, de Portfolio Personal, dijo que «va a ser un día de fuertísma volatilidad, obviamente con tendencia a la baja. Sigo pensando que los bonos con legislación argentina siguen siendo un excelente negocio, van a seguir cobrando y en dólares, con alta tasa».

 Los rendimientos del bono argentino Discount al 2033 habían caído este miércoles a su nivel más bajo en años, alrededor de tres y medio, y el índice Merval del país sudamericano alcanzó un récord.

EL GLOBAL 17 LLEGÓ A CAER 20% EN LAS OPERACIONES ELECTRÓNICAS

«Este es un default muy particular, no hay un problema de solvencia, así que todo depende de la rapidez con que se resuelva», sostuvo el analista Mauro Roca de Goldman Sachs. «La corrección (del mercado) dependerá de la percepción sobre cuánto tiempo se tardará en resolver el default», acotó.

«Nuestro escenario base es que un default sería resuelto para enero del 2015«, dijo Alberto Bernal, socio de Bulltick Capital Markets con sede en Miami. El experto proyectó que el default podría hacer que la economía se contraiga en un 2% este año, lo que se compara con un consenso anterior del mercado de una contracción del 1 por ciento.

 El fracaso en alcanzar un acuerdo no provocará turbulencias financieras en el extranjeroporque Argentina ha estado aislada de los mercados globales de crédito desde su default del 2002, pero el repunte de los mercados internos en los últimos días por la esperanza de un acuerdo probablemente revertirá su curso.

Incluso un default de corta duración aumentará los costos de endeudamiento de las empresas, acumulará más presión sobre el peso argentino, drenará las reservas de divisas ya disminuidas y avivará una de las tasas de inflación más altas del mundo.

«Va a complicar la vida para las empresas como YPF que iban a buscar financiamiento en el extranjero», dijo Camilo Tiscornia, ex directivo del Banco Central. La energética controlada por el Estado YPF necesita fondos para desarrollar el yacimiento de esquisto Vaca Muerta, en las provincias de Neuquén y Mendoza.

Después de siete horas de reuniones en Manhattan, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, dijo que los acreedores «holdouts» -liderados por los fondos NML y Aurelius- rechazaron de nuevo la oferta de sumarse al canje bajo las mismas condiciones de sus bonistas reestructurados.

El funcionario agregó que tampoco aceptaron un pedido argentino para que le soliciten a la Justicia que suspenda la orden que le impide al país honrar su deuda en el extranjero si no le paga también a los «holdouts».

«ESTE ES UN DEFAULT MUY PARTICULAR, NO HAY UN PROBLEMA DE SOLVENCIA»

«Les ofrecimos que entraran a canje inmediatamente pero aspiran a ganancias mucho más grandes si pueden obtenerlas. Lo que querían era algo imposible para el Estado», sostuvo el ministro en una rueda de prensa en el consulado argentino en Nueva York.

El mediador judicial Daniel Pollack, que intercedió en las cinco reuniones que celebraron las dos partes desde inicios de mes, dijo en un comunicado: «La República de Argentina inminentemente estará en default».

«No es una mera condición ‘técnica’, sino que es un evento real y doloroso que perjudicará a la gente», sostuvo. «El ciudadano común argentino será la víctima real y última».

Negociaciones contra reloj

Argentina buscó en vano una suspensión de último momento de la decisión del juez estadounidenseThomas Griesa que ordenó al Gobierno compensar a los acreedores holdouts con u$s1.330 millones que deberán pagarse al mismo tiempo.

En una solución de último momento, un grupo de bancos privados argentinos ofreció a los fondos de cobertura comprarles los bonos impagos para que Griesa levantara el bloqueo a los pagos de deuda, según fuentes.

Pero la última ventana de esperanza para un acuerdo se cerró cuando los bancos y los holdouts no hallaron terreno común, dijeron a Reuters fuentes del sector bancario y del mercado financiero.

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