A partir de la semana que viene retoma una agenda cargada de viajes.
Su última aparición pública fue el jueves 30 de octubre en Parque Norte, en un congreso de mutualismo para la juventud. Poco después, en la tarde del domingo 2 de noviembre se sintió mal, con dolores abdominales y fiebre alta. La consulta en el Sanatorio Otamendi derivó en estudios e internación. Tras varias horas de misterio, de hermetismo, se supo que la presidenta de la Nación padecía sigmoiditis, una inflamación con posible infección de colon. Los partes oficiales fueron pocos y sintéticos. Cristina estuvo ahí una semana ycuando le dieron el alta se fue a la quinta de Olivos con reposo estricto de 10 días.
El país siguió adelante en piloto automático.
También la jefa de Estado debió cancelar su viaje a Australia para la Cumbre de G-20. Sus delegados fueron los ministros Timerman y Kicillof, quienes llevaron a este foro la bandera de la lucha contra los fondos buitre. Justamente esto movió virtualmente a Cristina para que se expresara en las redes sociales para criticar duramente al juez Griesa y elogiar a sus funcionarios en la tierra de los canguros.
Estas tres semanas de Cristina ausente hicieron recordar sus recurrentes contratiempos de salud: en enero de 2012 se le extirpó la glándula tiroides, con un diagnóstico previo errado de cáncer; en octubre de 2013 fue operada por un hematoma subdural de cráneo; en enero de 2014 tuvo reposo absoluto por bursitis del trocánter y en marzo pasado sufrió un esguince de tobillo. A esto se sumaron cuadros de faringolaringitis aguda en julio y laringitis después. Algunos especialistas atribuyeron estas dolencias porque somatiza el estrés del poder, a lo que científicamente se llama “síndrome de Hubris”.
REGRESO CON VIAJES
Sea como fuere, la semana próxima parece que la presidenta volverá a Balcarce 50. Capitanich anunció que CFK tiene previsto reaparecer en un encuentro de la Cámara de la Construcción. Luego viajará a Quito, Ecuador, el próximo 4 de diciembre para asistir a la inauguración de la sede de la UNASUR, que se llamara Néstor Kirchner, quien fuera secretario general de ese bloque regional. De allí irá a Guadalajara, México, para participar de la Feria del Libro, y viajar luego a Veracruz para estar en la Cumbre Iberoamericana los días 8 y 9. Regresará a Buenos Aires el 10, fecha importante para el kirchnerismo, ya que todos los años se hace un festival en la Plaza de Mayo.
Mientras el oficialismo avanzó rápidamente en el Congreso con leyes clave y la oposición se vio sacudida con el portazo de Lilita Carrió en el frente UNEN, la presidenta Cristina Kirchner pega la vuelta a la Rosada para pararse donde más le gusta, en el centro del ring de la política nacional.
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