El Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) detuvo hoy al alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, en una operación de fuerza en la que también se produjeron varios disparos. Distintos líderes del chavismo habían acusado al edil metropolitano de participar en el supuesto golpe de estado denunciado por Nicolás Maduro durante la semana pasada.
El presidente del país aseguró después en un acto transmitido por la radio y la televisión que existe un eje Madrid-Bogotá-Miami de «conspiración permanente» desde el que se difunden mentiras sobre su país y su Gobierno, que tendría el visto bueno de la oposición venezolana, y que «todos los días saca barbaridades de Venezuela»
El presidente bolivariano aseguró durante un mitin que el alcalde será procesado. «Por orden de la Fiscalía General fue capturado y va a ser procesado por la justicia para que responda por los delitos cometidos contra la paz y la seguridad del país y la Constitución. Ya basta de conspiradera», aseveró.
Maduro señaló que Ledezma firmó, junto con la ex diputada María Corina Machado y el encarcelado dirigente opositor Leopoldo López, un manifiesto público sobre un gobierno de transición. Agregó que ese manifiesto fue difundido el 11 de febrero para «activar» el supuesto intento golpista que sería encabezado por oficiales rebeldes de la Fuerza Aérea el 12 o 13 de febrero. «La señal nacional de activación del atentado golpista era este comunicado, que poca gente vio, porque salió en el diario ‘El Nacional’, que ni para basura sirve. Esta era la señal», dijo.
Las imágenes de las cámaras instaladas en la oficina municipal atestiguan el fuerte operativo policial desplegado en la detención. «El alcalde fue atacado, ofendido y humillado» por agentes, algunos enmascarados, dijo el diputado Richard Blanco, su mano derecha.
El operativo oficialista se produce en medio de una escalada de violencia contra la oposición y contra los pocos medios independientes que quedan en el país. «El alcalde metropolitano fue atacado, ofendido y humillado» por agentes, algunos enmascarados, confirmó el diputado Richard Blanco, su mano derecha. Imágenes de las cámaras instaladas en la oficina municipal así lo confirman.
«Dispararon en varias oportunidades y se llevaron a Antonio como unos salvajes», denunció Mitzi de Ledezma, la mujer del alcalde. Sin identificarse y sin orden de detención, como suele actuar la policía política del chavismo. «A esta hora no sabemos nada de mi esposo, hago responsable a Nicolás Maduro por la vida de Antonio Ledezma», clamó a través de las redes sociales.
Las cacerolas comenzaron a sonar anoche en distintas zonas de la capital, mientras distintos dirigentes de la oposición comenzaban a congregarse en el exterior de la sede del Sebin. Entre ellos, María Corina Machado, acusada también de participar en la trama.
Retórica revolucionaria
Tradicionalmente, el chavismo ha situado a Ledezma en el medio de tramas, golpes, guerras económicas o asonada psicológicas tan comunes en la retórica revolucionaria. La última ocasión, la semana pasada. «Entre estos dos personajes, Antonio Ledezma y Julio Borges (principal dirigente de Primero Justicia, el partido del gobernador Henrique Capriles), existía un plan para eliminar físicamente a Leopoldo López y así generar un mayor caos que facilitaría la caída definitiva del gobierno y la oportunidad de Ledezma de asumir el liderazgo de la oposición», acusó Diosdado Cabello, líder militar del oficialismo.
Antonio Ledezma (59 años), líder de la socialdemócrata Alianza Bravo Pueblo, era uno de los dirigentes opositores más odiados por Hugo Chávez, quien en 2009 no dudó en inventarse una jefatura de gobierno para Caracas con el objetivo de arrebatar las competencias municipales al nuevo alcalde mayor tras ganar de forman sorprendente las elecciones locales. Exdiputado, exsenador, Ledezma ya había ejercido como alcalde del municipio Libertador de Caracas antes de la llegada de Chávez al poder en 1999.
En la actualidad, Ledezma mantenía un alianza con Leopoldo López, el prisionero más emblemático del chavismo, y con la exdiputada María Corina Machado, quienes representan al ala más dura de la oposición. Sin embargo, Ledezma mantenía los puentes tendidos con el ala moderada de la Mesa de la Unidad Democrática, representada por el gobernador Henrique Capriles.
fuente EL MUNDO