Los trabajadores dan cuenta de numerosos problemas de salud y del incremento en la cantidad de personas con cáncer. Señalan que si la firma detecta algún tipo de afección, trata de discontinuar el vínculo laboral. Advierten sobre irregularidades en la cobertura médica. Testimonios escalofriantes
Tengo una enfermedad por aspirar vidrio en suspensión. Lo mismo pasa con los compañeros que llevan diez años trabajando en la mina. Como en San Juan nadie del sistema de salud quería certificar mi dolencia tuve que examinarme en Mendoza y ahí sí se activó la cobertura de la ART».
«Nos hacen exámenes todos los años, y al que notan que tiene algún problema buscan que acepte un retiro voluntario o directamente ejercen alguna presión para que renuncie».
El testimonio fue aportado aportado a iProfesional por José Roberto Cabanay, operario de almacenes en el yacimiento que en los últimas semanas fue noticia por el derrame de más de 1 millón de litros de cianuro.
Afirma que él es uno de los más grandes en edad y en antigüedad, que tiene 47 años y lleva unos 12 trabajando en Veladero y que la mayoría tiene poco más de 20 y promedia los 7 años de trabajo.
Tales afirmaciones se dan en el marco de múltiples reclamos y denuncias vinculados con las actuales condiciones laborales de los operarios de una de las mineras más grandes del planeta.
«Mi problema es como si me hubiesen llenado los pulmones con vidrio esmerilado. Se llama neumoconiosis y es muy común entre los mineros. Los que no tienen esta afección están con arsénico en la sangre. También soy hipertenso, a raíz del trabajo. A todo esto, la ART me diagnóstico un problema más: asma laboral», prosiguió.
El miedo a Barrick
Cabanay aseguró que «en Veladero, entre aquellos que estamos hace más de siete años, la mitad tiene también neumoconiosis».
Sus palabras dejan al desnudo una práctica laboral con consecuencias tan o más graves que el vertido de cianuro que Barrick Gold cometió entre el 13 y el 14 de septiembre.
Señala, además, que las irregularidades son la regla dominante en la explotación de minerales que la compañía lleva adelante en San Juan.
Otro empleado de Veladero, esta vez en estricto off the record, aportó más detalles a iProfesional: «El andar de los camiones, el trabajo de movimiento del suelo y las explosiones generan inmensas nubes de polvo, que se respira todo el tiempo».
«En la localidad de Jáchal -agrega- muchos ex empleados de Barrick están en sus casas con mercurio en la sangre. La empresa si comprueba que estás enfermo le busca la vuelta para que termines renunciando o no te renueva el contrato. En San Juan nadie va a poner la firma en un certificado médico que diga que la Barrick es quien te enferma».
Jornadas de trabajo de más de 14 horas, manipulación sin ningún tipo de protección frente al cianuro y otras sustancias tóxicas, la nula representación sindical y controles que serían llevados a cabo previo acuerdo entre las autoridades sanjuaninas y la empresa, forman parte de las malas condiciones laborales que denuncian los empleados que se desempeñan en el principal yacimiento de la Argentina, hasta tanto entre en funcionamiento pleno su proyecto binacional Pascua Lama.
«Mi enfermedad ya lleva dos años. En los almacenes sufrimos derrames constantes de cianuro y de otros químicos. Las 30 personas que trabajamos en esas instalaciones tenemos algún tipo de afección pulmonar», continuó Cabanay.
«Se trabajan 15 días seguidos y luego se paran otros 15. La empresa hace exámenes de salud cada año y cuando ven que tenés un problema, ahí empieza a buscar opciones para que te vayas», completó.
El daño silencioso
Las quejas del encargado de almacenes de Veladero coinciden con las denuncias efectuadas durante la última semana por el sindicato de Maquinistas de Grúas Móviles.
Sus representantes iniciaron una ofensiva contra Barrick a fin de hacer públicos los reclamos que vienen llevando a cabo desde hace años, vinculados con la precariedad de la actividad en la minera.
«Hace más de dos años que venimos denunciando precariedad laboral en las operaciones de extracción. No sólo por las graves afecciones de salud de nuestros trabajadores, sino también por las de todos los habitantes de la zona», remarcó Roberto Coria, secretario general del gremio.
«Se debe terminar de una vez por todas con la impunidad con la que opera esta empresa y con la negligencia por parte de los entes reguladores de la actividad minera, ya que miran para otro lado cuando lo que deben hacer es aplicar la normativa que resguarde la salud y la seguridad de los habitantes», añadió.
Marcelo Dávila, representante de la organización, sostuvo a iProfesional que «las malas condiciones de trabajo son algo común en Barrick. Cianuro, alturas extremas, temperaturas difíciles de soportar, explosivos, precipicios. Y, si hay protestas, la empresa directamente despide».
Además, detalló que muchos trabajadores desarrollan su actividad a más de 4.000 metros de altura y tienen contacto con elementos tóxicos.
«Con palas y excavadoras deben hacer las zanjas por donde transita el agua con cianuro rumbo a los piletones. Suelen tener que manipular esa mezcla, por lo que el riesgo es permanente. Además del cianuro, el otro problema en esos picos es el congelamiento», dijo.
Domingo Jofré es periodista y referente de la asamblea vecinal «Jáchal no se toca», nombre de una de las localidades sanjuaninas afectadas por el reciente vertido de cianuro.
Consultado por iProfesional sobre la contaminación que afecta a los operarios, comentó que «los problemas de salud son indiscutibles, pero más grave es el silencio que guarda la gente por temor a alguna represalia o directamente a quedarse sin trabajo».
«Acá fallecieron ex empleados de la Barrick, como el caso de Jorge Ahumada por arsenicosis, a raíz del arsénico acumulado por efecto del polvo. Ese polvo queda en los glaciares que luego nos dan el agua que la mayoría toma acá y en el yacimiento», aseguró.
«Los problemas de pulmón son las más comunes. Barrick tiene a su mayor dotación contratada por seis eses y después de ese lapso cambia el personal. Entonces esa gente, si se enferma, no puede hacer responsable a la empresa», completó.
Desde «Jáchal no se toca», otra voz aportó comentarios off the record: «En el pueblo no hay tratamiento para el cáncer, el hospital local no lo hace. Entonces la gente termina yéndose a San Juan. Es por eso que las estadísticas no reflejan la cantidad acumulada de enfermos desde que se expandiera la mega minería en la zona».
«Después de los accidentes, el cáncer es la primera causa de muerte en Jáchal. Todo esto sucede en un lugar de apenas 22.000 habitantes. Es más, desde la funeraria hace poco afirmaban que en la actualidad mueren personas prácticamente todos los días, siendo que hasta hace 5 años el promedio era de un individuo cada 72 horas», enfatizó a iProfesional.
El secretario de Minería, imputado
A la par de esta problemática, la Justicia Federal avanza en determinar la responsabilidad del Estado Nacional y Provincial en el derrame del millón de litros de agua con cianuro en la minera Veladero.
En las últimas horas, el organismo allanó las Secretarías de Minería y Ambiente de la Nación y también organismos provinciales.
En la causa ya están imputados seis funcionarios nacionales. Entre ellos, Jorge Mayoral, responsable del área minera del Ministerio de Planificación Federal.
Las medidas, entre las que se incluyen tomas de muestra del agua, fueron autorizadas por el juez federal Sebastián Casanello y pedidas por el fiscal federal Ramiro González.
Ocurrieron 48 horas después de que el juez de Jáchal autorizara a Barrick Gold a volver a utilizar cianuro en la mina de oro, tras afirmar que el agua no está contaminada.
El gobierno de José Luis Gioja, acusado por los vecinos de Jáchal de no haber informado inmediatamente del derrame, en un comunicado explicó que puso «la totalidad de la documentación referente a la contingencia ocurrida el día 13», aunque el incidente fue el día anterior.
Por este caso, ya hay en marcha dos causas federales. Una, a cargo de Casanello; la segunda, impulsada por el fiscal Federico Delgado. Asimismo, en el juzgado de Jáchal se presentó otra.
En clara señal de que la política pro-minera no cambiará, más allá de los ocurrido en Veladero, San Juan anunció a fines de la semana pasada que en breve se iniciarán las operaciones del proyecto de cobre Chita, en la zona de Iglesia, un departamento lindero con Jáchal.
La iniciativa correrá por la subsidiaria de la canadiense Minsud Resources.
En simultáneo, el gobierno de esa provincia comunicó que se intensificarán las tareas para la apertura de otro yacimiento de oro y plata cercano a los ríos que proveen de agua a esa área de la Argentina.
Se trata del proyecto Del Carmen, que será controlado, paradójicamente, por la denunciada Barrick Gold.
FUENTE: iprofesional