El belga Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro de la matanza del viernes en París, fue abatido en la madrugada del miércoles en el asalto policial y militar en el barrio parisino de Saint-Denis, según ha confirmado esta mañana la fiscalía de París. «Acaba de ser formalmente identificado tras comparar los restos papilares como uno de los muertos en el curso del asalto realizado por el RAID (fuerzas especiales) en la calle Corbillon en Saint-Denis en la noche del 18 de noviembre. Se trata del cuerpo descubierto en el inmueble, acribillado de impactos», dice la nota oficial de la fiscalía difundida a primera hora de la tarde de este jueves.
El ministro del Interior Bernard Cazeneuve ha declarado que «Abaaoud jugó un papel determinante» en los ataques de la semana pasado en París. Cazeneuve ha añadido que «ninguna información europea» indicaba que el dirigente terrorista hubiera entrado en territorio europeo. El ministro ha asegurado que la Unión Europea debe poner en marcha de manera urgente el PNR (registro de pasajeros) intracomunitario, el refuerzo de sus fronteras exteriores y un plan contra el tráfico de armas.
Con el comunicado emitido esta mañana por la fiscalía de París se confirma, por tanto, que en el asalto de Saint-Denis,murieron tres yihadistas, uno de ellos «una joven mujer» que se hizo estallar un cinturón de explosivos. la policía no ha difundido aún la identidad ni de la mujer ni del otro yihadista muerto. El comando de Saint-Denis estaba «listo» para cometer nuevos atentados, según el fiscal de París, François Molins. Disponía de «un verdadero arsenal de guerra». El primer ministro Manuel Valls ha felicitad públicamente el trabajo realizado por las fuerzas del orden.
Abaaoud se instaló en Siria hace años. Fue de los primeros combatientes extranjeros en llegar. Una publicación del ISIS difundió unas supuestas declaraciones suyas en las que contaba que había logrado escapar a un cerco policial belga tras un tiroteo. Había viajado de Siria a la ciudad belga de Verviers, donde el 15 de enero murieron dos yihadistas en un tiroteo con fuerzas de seguridad.
La policía sospecha que Abaaoud ha viajado en otras ocasiones a Bélgica y que ha instigado varios atentados, como el ametrallamiento en agosto en el tren Thalys entre Ámsterdam y Bruselas, o el frustrado ataque a dos iglesias en París en primavera. Bernardo Cazeneuve ha confirmado que Abaaoud «parece haber estado implicado en cuatro de los seis desactivados en Francia desde la primavera pasada.
Abdelhamid Abaaoud era considerado un alto mando del ISIS en Siria y, según informaciones coincidentes de las fuerzas de seguridad y de él mismo, pudo regresar varias veces a Bélgica sin ser controlado por la policía. La fiscalía ha aclarado posteriormente no estar en disposición de afirmar que este hombre se hubiera suicidado en el asalto.
La clave para llegar hasta Abaaoud fue, según confirmó Molins el miércoles, el hallazgo de un móvil en una papelera cercana a la sala Bataclan, donde los terroristas mataron a 89 personas. Un mensaje SMS encontrado en el teléfono decía textualmente: “On est parti on commence” (Vamos allá, empezamos).
El mensaje fue enviado a las 21.42, justo antes del ataque a Bataclan. La policía investiga quién fue el destinatario. Tras el análisis del móvil y los datos de geolocalización, la policía pudo llegar hasta un hotel de Alfortville, en el departamento de Val-de-Marne, unido al gran París. A raíz de escuchas de teléfonos y un posterior testimonio, los investigadores dedujeron que Abaaoud había llegado al piso de Saint-Denis el martes.
Ahora, la atención se centra en conocer el paradero de otro de los supuestos organizadores de la matanza del viernes pasado. Se trata de Salah Abdeslam, también belga. Su hermano Ibrahim se suicidó el viernes en un restaurante del bulevar Voltaire de París.
Los dos hermanos participaron activamente en la matanza de la capital francesa tras viajar a la capital desde Bruselas. Ibrahim intentó viajar a Siria en enero. Turquía lo impidió. A su regreso a Bélgica, la policía interrogó a los dos hermanos. Se les dejó en libertad. “Sabíamos que estaban radicalizados y que podrían ir a Siria, pero no parecían ser una amenaza. Incluso si lo hubiéramos comunicado a Francia, dudo que pudiéramos haberlos frenado”, ha reconocido el portavoz de la fiscalía belga a la agencia France Presse. “No mostraban signos de constituir una posible amenaza”.
Tras participar en la matanza del viernes, Salah Abdeslam regresó a Bélgica el sábado por la mañana por carretera. En la frontera, el coche en el que viajaba con dos individuos fue parado por policías franceses. Los tres fueron identificados y la policía les dejó pasar. “Bélgica no había incluido a Salah en el fichero de individuos sospechosos de Schengen”, afirman las fuentes policiales en París.
En las cámaras de seguridad de la autopista entre Francia y Bélgica se observa el Volkswagen Golf en el que viajan Salah y otros dos individuos en dirección a Bruselas. Luego, vuelve a verse el coche en dirección opuesta, en teoría porque ya habían dejado a Salah en su destino. La policía belga ha detenido e interrogado a los dos acompañantes. Han dicho que Salah les llamó y les pidió que acudieran a París para buscarle.
fuente EL PAÍS