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En una París sitiada, el mundo busca un nuevo acuerdo climático

La policía detuvo ayer a 289 personas durante la protesta foto: EFE Guillaume Horcajuelo estadísticas
La policía detuvo ayer a 289 personas durante la protesta foto: EFE Guillaume Horcajuelo
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PARÍS.- La Conferencia Mundial sobre el Clima (COP21) comienza hoy en París en medio de excepcionales medidas de seguridad, impuestas por el dramático contexto de los atentados terroristas del 13 de noviembre. Esa situación representara sin duda una presión suplementaria sobre los delegados de los 183 países, que deberán lograr un ambicioso acuerdo que permita una drástica reducción del calentamiento global.
Para conjurar todo riesgo, el gobierno francés movilizó más de 11.000 policías y gendarmes para estas dos semanas de cumbre organizada por las Naciones Unidas en la ciudad de Bourget, al norte de París, del 30 de noviembre al 6 de diciembre, con la asistencia 40.000 personas.

Francia había restablecido los controles fronterizos inmediatamente después de los atentados. Ahora, 8000 miembros de las fuerzas del orden fueron desplegados para ocuparse de esa tarea. En el sitio mismo de la conferencia, otros 2800 hombres suplementarios se ocuparán de la seguridad, según informó la semana pasada el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve. A estos se agregarán 106 «guardias azules» de la ONU encargados de la seguridad de los negociadores y 292 agentes de seguridad privados.

 

París, por su parte, volvió a asumir desde hace 24 horas el aspecto de una ciudad sitiada. Desde ayer 6300 policías, gendarmes y fuerzas móviles se hallan presentes en la capital para prevenir cualquier problema, mientras los cortejos de personalidades se desplazan a toda velocidad, sirenas al viento, por las calles cortadas al tránsito. Lo mismo sucedió, ayer, desde en los aeropuertos cercanos a la capital, Orly y Charles de Gaulle. El número de fuerzas del orden desplegadas desde el 13 de noviembre en todo el territorio francés provoca frío en la espalda: 120.000 hombres, que responden al estado de excepción en que ha sido puesto el país hasta febrero.

Si bien desde hace algunos años los franceses se han habituado a la presencia de los fuerzas del orden, e incluso del ejército, en las ciudades, el gobierno subraya que se trata de «medidas excepcionales» en un «contexto dramático».
«Es un acontecimiento mundial [la COP21], una cumbre por la paz. Es la mejor respuesta a la tragedia», declaró Segolène Royal, ministra de la Ecología.

Los responsables franceses también tomaron medidas excepcionales en otros terrenos. Por ejemplo en el de la circulación. Los transportes públicos fueron gratuitos ayer y hoy para permitir a los habitantes de la región de Ile de France (París y sus alrededores) desplazarse sin problemas en los momentos en que la conferencia exigirá mayor seguridad.

La alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo, solicitó a la gente no utilizar sus vehículos durante estos dos días: «Es indispensable que haya una movilización general y que este mensaje sea escuchado masivamente», dijo.

La medida, es verdad, no fue muy bien recibida por muchos parisinos, ya muy afectados por el shock de los atentados y sus subsecuentes medidas de seguridad.

Pero ¿cómo hacer de otro modo? Entre los 150 jefes de Estado y de gobierno que asisten a la COP21, se cuentan el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de China, Xi Jinping. Los tres estarán presentes hoy en esa cita planetaria que intentará lograr un acuerdo universal contra el calentamiento climático.

En el marco del actual estado de emergencia, fueron prohibidas las grandes manifestaciones organizadas por las ONG, que ayer provocaron disturbios y se enfrentaron con la policía que detuvo a varias personas (ver aparte).

En ese marco de extrema tensión, el gobierno francés -que hizo la arriesgada apuesta de mantener la conferencia tras los ataques del 13 de noviembre- desplegó enormes esfuerzos para reducir al máximo la presión que ese contexto sumará sin duda sobre las delegaciones.

«Si casi 190 naciones son capaces de reunirse y obtener objetivos equitativos sobre el clima en estas circunstancias, será un triunfo para la cooperación internacional, para nuestro bienestar, seguridad y para la paz futura, frente a fuerzas que quisieran destruir nuestra civilización occidental», afirmó un diplomático francés.

El gobierno francés es optimista. Diversas fuentes afirman además que el esperado acuerdo está al alcance de la mano.

«Las condiciones están reunidas para que la conferencia sea un éxito, aunque aún no lo hayamos obtenido», declaró el canciller.

Laurent Fabius se congratuló de que 183 países, que representan el 95% de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero, hayan hecho promesas cifradas de reducción de sus emisiones.

Un encuentro masivo con un objetivo claro

La vigésima reunión

La cumbre de París se llama también COP21 o 21» Conferencia de las Partes porque es la vigésima primera reunión anual de los países que quieren tomar medidas en contra del cambio climático

Medidas de seguridad

Se llevará a cabo desde hoy y hasta el 11 de diciembre en Le Bourget, cerca de París, rodeada de drásticas medidas de seguridad, luego de los atentados terroristas que sufrió la capital francesa

Participación masiva

Asistirán 195 países, además de la Unión Europea (UE), lo que deja a muy pocos países fuera de la cita

El objetivo

El principal objetivo es llegar a un acuerdo global, basado en medidas concretas, que mantenga el calentamiento global por debajo de los 2 grados de aquí a final del siglo. Según especialistas, es un objetivo muy difícil de alcanzar.

 

fuente LA NACIÓN

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