Mientras crecen los resquemores entre el macrismo y el PJ por el supusto incumplimiento de promesas del «acuerdo de gobernabildiad», la aparente tranquilidad que vive el Senado se encuentra sometida a tensiones subterráneas por el reparto de las presidencias y la integración de las 26 comisiones permanentes del cuerpo. La pelea podría salir a la superficie en la sesión prreparatoria prevista para mañana.
El Frente para la Victoria pretende hacer valer su mayoría en el cuerpo (cuenta con 41 senadores más dos aliados sobre un total de 72 miembros) y retener la mayoría en la integración de cada una de las comisiones. Como si esto fuera poco, también quiere la presidencia de los principales cuerpos de trabajo legislativo, como Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales. Desde hace dos semanas controla Acuerdos.
Sin embargo, los integrantes de la alianza Cambiemos (Frente Pro y UCR) reclaman un «gesto» del peronismo y que les cedan la presidencia de las comisiones consideradas clave. A Presupuesto y Asuntos Constitucionales le suman Relaciones Exteriores.
Como saben que los números no los acompañan (tienen 19 legisladores) apelan a la tradición parlamentaria, que siempre dejó a la fuerza o coalición de gobierno el control de esos cuerpos. Y citan como antecedente el «gesto» del denominado «Grupo A» en 2009, cuando le dejaron al FPV, en ambas cámaras, el control de las comisiones más trascendentes a pesar de que el conglomerado de fuerzas opositoras había reunido en aquel monento número suficiente para arrebatarles todos los sitiales de importancia.
La disputa todavía se mantiene al interior de los despachos y en nerviosas conversaciones entre referentes de ambos sectores, pero podría trasladarse al recinto si es que no se llega a un pronto acuerdo.
Una primera ocasión podría ser la sesión preparatoria prevista para mañana, en la que el Senado debe elegir a sus autoridades para el nuevo período legislativo que se iniciará el 1 de marzo próximo, aunque la mayoría ya fueron elegidas en diciembre, debido al cambio de Gobierno y a la renovación de un tercio de la Cámara.
Quejas cruzadas
El escenario se complica más si se toma en cuenta que en las últimas dos semanas han comenzado a crecer la desconfianza entre el oficialismo y el PJ en su nuevo rol opositor.
Desde el Pro acusan al peronismo de «poco confiable». La molestia apunta a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, en donde el FPV tomó una postura crítica y rechazó, la semana pasada, media docena de decretos de necesidad y urgencia (DNU).
El macrismo ya venía molesto desde diciembre con la integración de este cuerpo, luego de que el kirchnerismo más duro se alzara con la mayoría de la representación del PJ y terminara reclamando una presidencia rotativa de un año para cada fuerza, lo que finalmente logró forzar la semana pasada.
En el peronismo las quejas apuntan más alto. Sostienen que el ministro del Interior, Rogelio Frogerio, no ha podido cumplir hasta ahora ninguno de los compromisos que asumió ante los gobernadores, lo cual complica la postura de los sectores más dialoguistas del bloque del FPV del Senado ante los reclamos de endurecer posiciones de los legisladores alineados con el kirchnerismo.
En la búsqueda por llegar a un acuerdo, el líder del bloque radical y del interbloque Cambiemos, Angel Rozas (Chaco), propone armar un bloque con el resto de las bancadas (Peronismo Federal, UNA y ex FAP, entre otros) para negociar un reparto de comisiones al 50% con el FPV. Sobre la integración, pretende establecer un mecanismo por el cual el bloque que presida la comisión le ceda la mayoría (mitad más uno) al otro sector.
Para el jefe del bloque FPV, Miguel Pichetto (Río Negro), esa salida es, por ahora, inaceptable. Sabe que su bloque tiene el 59% del cuerpo y no piensa ceder en sus pretensiones.
fuente LA NACIÓN