Lo único que el Indec puede relevar, por lo menos en la actualidad, son nuevos escándalos institucionales. El nuevo director técnico del organismo estadístico, Fernando Cerro, fue denunciado en 2014 por el actual ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, debido a la sobreestimación del dato del PBI que habría traído perjuicios económicos millonarios al Estado.
Cerro no es un hombre cualquiera. Es el reemplazante de Graciela Bevacqua, quien fue desplazada sorpresivamente la semana pasada por el director del Indec, Jorge Todesca, anteayer internado por problemas de salud. En ese panorama, Cerro -técnico cercano al ministro del Interior, Rogelio Frigerio- es hoy el número uno del Indec. Tanto es así que, según confirmaron algunas fuentes a LA NACIÓN, el viernes pasado se reunió con el director de la dirección estadística porteña, José Donati, para evaluar opciones sobre un índice de precios de emergencia. Los gremialistas de ATE-Indec compararon la semana pasada el desplazamiento de Bevacqua con la crisis institucional que comenzó en 2007, tras el arribo de Guillermo Moreno al instituto. Dijeron que la salida de Bevacqua fue por «urgencias políticas».
Causas judiciales no faltan para semejante denuncia política de los trabajadores. «Consideramos que los elementos que surgen de la presente ampliación de denuncia son suficientes para sospechar respecto de la existencia de delitos que fueron cometidos por los funcionarios públicos imputados en la denuncia formulada el 28 de mayo de 2013 [Cristina Kirchner, Ana María Edwin, Norberto Itzcovich, José Luis Blanco, Jorge Adrián Souto, Beatriz Paglieri y Guillermo Moreno] y por los señores Gustavo Rodríguez (director nacional de Cuentas Nacionales) y Fernando Cerro (quien fuera director de Cuentas Nacionales hasta junio de 2010)», indicó el escrito de ampliación de la denuncia original de Prat-Gay presentada en 2014, cuando aún era diputado, en conjunto con Manuel Garrido. Esta denuncia está en manos de Sebastián Ramos, titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 2.
Los delitos que les imputan a Cerro son fraude en perjuicio de la administración pública; asociación ilícita, violación de prueba, registros y documentos; peculado; negociaciones incompatibles con la función pública; utilización de información privilegiada con fines de lucro con los agravantes de encubrimiento agravado por el carácter de funcionario público y falsedad ideológica de documento público.
La demanda de Prat-Gay fue presentada inicialmente en mayo de 2013 y cuestionaba la sobreestimación de las cifras de PBI, que en 2008 disparó el pago de US$ 2361 millones en cupones de deuda atados a ese indicador que, según el mismo gobierno de Cristina Kirchner admitió, tras un cambio de base (1993 a 2004), no correspondía pagar.
«Ellos mismos se están autoincriminando. El Estado reconoce que pagó algo que no debía pagar. La novedad es que los datos del Indec corroboran nuestras estimaciones previas, basadas en datos privados», detalló entonces a este medio el ahora ministro.
Cerca de Prat-Gay aclararon ayer que la denuncia fue contra «todo el sistema». Sin embargo, recalcaron que fue Todesca quién eligió al nuevo director técnico, un hombre muy cercano a Frigerio. Justamente, el ministro del Interior fue quien anticipó la semana pasada que habría un IPC en dos meses, lo que supuestamente Todesca le reclamó a Bevacqua, quien había pedido más tiempo para trabajar.
LA NACIÓN se comunicó con la Dirección de Comunicación del Indec y con un teléfono de Cerro, pero no obtuvo respuesta.
Otro de los datos que llamaron la atención es el período de trabajo de Cerro como director de Cuentas Nacionales bajo la era de Moreno. En el comunicado que el Indec envió la semana pasada, se dijo que Cerro se fue del organismo en 2008. Pero en la denuncia de Prat-Gay, en tanto, se afirma que Cerro estuvo a cargo del dato del PBI hasta «junio de 2010». El informe que prepararon cinco universidades públicas sobre el Indec y que presentaron en septiembre de 2010 incluía un organigrama del instituto actualizado a agosto de 2009. En éste, Cerro seguía siendo el número uno de Cuentas Nacionales. En ese mismo equipo aparece Susana Rosental, quien en su declaración jurada de 2012 admitió que tenía $ 72.194 en títulos atados al PBI en dólares.
Cerro no es un improvisado. Es licenciado en Economía (Universidad de Buenos Aires) y egresado con Diploma de Honor del Instituto Torcuato Di Tella en el Programa de Posgrado en Economía del Sector Público (1986). Coordinó proyectos para la Cepal y el Banco Mundial, y estuvo contratado por la dirección estadística de la Ciudad de Buenos Aires para dar algunos cursos.
Sin embargo, el martes pasado algunos especialistas recordaron a Cerro en las redes sociales. El más duro fue el economista José Luis Espert. «Ferchu Cerro, reemplazante de Bevacqua, me llamó en la DéKada Ganada para convencerme de que los números del PBI del Indec eran buenos. Tierno», escribió en Twitter.
Ayer Todesca seguía internado en el Hospital Alemán. No había información sobre su salud. En medio de la crisis institucional, el radiopasillo ubicaba a Cerro en la cúpula del organismo. Además, las malas noticias se multiplicaban. «La patota avisó que el lunes [por hoy] todos vuelven a sus lugares de trabajo. Dicen que Alejandra Giménez vuelve a Difusión», dijo una fuente del instituto. Giménez es la mujer de Damián Comas, líder de UPCN (gremio que avaló la manipulación). «Adentro del Indec volvió el miedo», resumió.
fuente LA NACIÓN