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Temor por un posible impacto en los precios

La escalada del dólar volvió a encender las alarmas de los supermercados. El temor entre los hombres del sector es que se repita el escenario de diciembre, cuando la devaluación del peso se tradujo en un incremento generalizado en las listas de precios que les envían sus principales proveedores. Esas subas llegaron luego al consumidor final.

En el rubro aseguran que en las últimas semanas los precios se mantuvieron en una relativa calma después de los fuertes aumentos de diciembre y enero, pero a la vez reconocen que las góndolas son muy sensibles al dólar.
«Por ahora no pasó nada, pero en los últimos días comenzó el ruido. Ya hay algunas empresas que nos transmitieron sus problemas para mantener sus precios porque dicen que tienen componentes importados. Además algunas ya nos informaron de que estaban evaluando quitar descuentos o promociones, lo que indirectamente representaría un aumento en el precio al que nos venden», reconoció el director de una cadena de supermercados.
Todas las miradas en el sector están puestas en los grandes proveedores, a los que acusan de ser los verdaderos formadores de precios.
«Acá no hay mucho misterio. Un grupo de 20 o 30 empresas es el que marcan los ritmos de los aumentos. Por ahora, no tuvimos novedades pero hay que ver cuánto más están dispuestos a aguantar si el dólar sigue subiendo», explicaron en otra cadena.

El economista Luciano Cohan, de la consultora Elypsis, coincide con el diagnóstico de que hasta el momento no hubo un traslado a precios de la nueva devaluación, pero también advierte que todavía es muy temprano para pensar que se trata de una batalla superada.
«Febrero vino más tranquilo en materia de precios e incluso en algunos rubros que son muy sensibles al dólar como los electrodomésticos, hubo algunas bajas de precios que respondieron básicamente a una falta de demanda. Igualmente, está claro que si el dólar sigue subiendo más allá de los 16 pesos nadie puede asegurar que no vaya a producirse otra ola de aumentos», señaló el economista.

Desde hace un tiempo, los supermercadistas se quejan de que algunos funcionarios del Gobierno intentan echarles la culpa de los aumentos a las grandes cadenas. La sensación se vio intensificada el viernes pasado cuando trascendió que la Secretaría de Comercio, a cargo de Miguel Braun, había aplicado una serie de multas por más de $ 8 millones a las principales cadenas. Los supermercados precisan que las multas no son nuevas, sino que vienen de la gestión anterior de la Secretaría, a cargo de Augusto Costa.

Culpables

«Un día antes de que se conocieran las multas nos habíamos reunidos para avanzar con el nuevo sistema de publicación de precios y no nos dijeron nada de que se estuviera por reactivar las multas que venían de la época de Costa», se quejó un dirigente del sector.

Por esta razón, escucharon con cierto alivio las palabras de Mauricio Macri que en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, acusó al gobierno de los Kirchner de haber fomentado el proceso inflacionario.

«Después de tantos intentos de querer culparnos por la inflación, las palabras de Macri fueron el primer reconocimiento de que nosotros no somos los culpables», sostuvo Fernando Aguirre, vocero de la Cámara Argentina de Supermercados.

Expectativa en el sector minorista

Inquietud

Los supermercados aseguran no haber recibido listas con aumentos de precios de sus proveedores, pero reconocen que en las últimas horas algunas compañías manifestaron su incapacidad de mantener los valores actuales si se profundiza la devaluación del peso.

Antecedente

En los supermercados aseguran que el último antecedente de aumento generalizado de precios se produjo entre diciembre y los primeros días de enero en simultáneo con la liberación del cepo al dólar.

Malestar

La posibilidad de que haya nuevas alzas en las góndolas llega en un momento de tirantez en la relación entre los supermerados y el Gobierno tras la multa que se les aplicó a las principales cadenas.

 

fuente LA NACIÓN

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