DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos.- Las facturas apócrifas presentadas por Amado Boudou cuando era ministro de Economía podrían tener su correlato en el Senado, en donde la administración de Gabriela Michetti detectó una serie de irregularidades cometidas en el manejo de la Cámara alta por el ex vicepresidente de Cristina Kirchner.
La ausencia total de licitaciones para la adjudicación de obras y servicios, sobreprecios en las compras y el descontrol en el área de recursos humanos serían sólo algunos ejemplos de las anomalías detectadas por la auditoría que la vicepresidenta ordenó realizar sobre su antecesor no bien asumió la presidencia de la Cámara alta, en diciembre último.
«Las auditorías ya están terminadas, de hecho parte del informe final ya está redactada, así que cuando llego lo reviso y lo hago público», afirmó ayer Michetti a LA NACION en esta ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, durante una escala de su viaje de regreso a Buenos Aires tras la gira en busca de inversiones que realizó por Corea del Sur y Japón.
Si bien no quiso precisar el alcance definitivo del informe, Michetti adelantó algunos de los tópicos más destacados del estudio realizado sobre el estado en el que quedó el Senado tras el paso de Boudou por su presidencia.
No ha habido licitaciones en ninguno de los servicios contratados, en ninguno; todo ha sido pagado por legítimo abono», afirmó la vicepresidenta.
LA NACION dio cuenta hace cuatro años de la maniobra realizada por el entonces vicepresidente para poder sortear el llamado a licitación para la adquisición de bienes y la contratación de servicios. Se trató de la ampliación del denominado «Fondo Rotario», una suerte de caja chica, cuyo techo se elevó de $ 50.000 a $ 100.000. Así, todo se pudo hacer por contratación directa.
Según Michetti, en la auditoría que dará a conocer en los próximos días se destaca también la existencia de importantes sobreprecios en las compras. «Los precios están, como mínimo, en una relación de tres a uno», afirmó la vicepresidenta, quien dijo que encontró un caso «en que la relación es de siete a uno» entre el valor pagado y el valor de mercado.
Por último, la vicepresidenta destacó el de recursos humanos como otro de los rubros con destacadas anormalidades.
«De los 5000 empleados del Senado, la auditoría tomó 1000 expedientes para tener una muestra más que significativa: los 1000 están mal. Les faltan papeles o los tienen mal hechos, pero el 100% (de la muestra) está mal», sentenció.
Despidos
En diálogo con LA NACION, la vicepresidenta de Mauricio Macri dijo que, además, se han detectado casos de empleados con dos trabajos en el Estado con claras superposiciones de horarios o que realizaban tareas incompatibles con las que, supuestamente, debían hacer en la Cámara alta.
Por último, Michetti precisó en 1900 las personas despedidas o dadas de baja en el Senado desde que llegó a la Cámara alta, el 10 de diciembre pasado.
«De las dos mil que despedimos al principio, 400 y pico entraron de nuevo; después, de planta transitoria sacamos unos 350, así que son unos mil novecientos los despidos», explicó.
La cifra inicial de despedidos en diciembre último ascendía a 2035 empleados, todos ellos nombrados en el último año de la gestión de Boudou en tres decretos, el último de ellos de mediados de noviembre, en la semana posterior a la derrota del kirchnerismo en el ballottage a manos de la alianza Cambiemos.
Más allá de la cifra dada por Michetti, el número final de cesanteados es fluctuante y difícilmente pueda conocerse de manera definitiva.
Así, por ejemplo, LA NACION pudo saber que la justicia laboral falló a favor de una de las personas obligadas a jubilarse, por cumplir con la edad requerida por la ley, pero que resistió la medida defendiéndose en los fueros sindicales que la amparan en su condición de delegada gremial.
fuente LA NACIÓN