Las pruebas contra Cristina que investiga el fiscal Marijuan

En medio de la copiosa declaración de Leonardo Fariña ante el juez Casanello, el lluvioso viernes 8 de abril, Guillermo Marijuán se dirigió a su despacho y regresó a la sala un rato después, con un papel en su mano: la imputación a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como supuesta partícipe de la red de lavado de dinero que hasta ahora tiene a Lázaro Báez como principal acusado. Desde entonces, sólo se supo una cosa respecto de aquella medida: Marijuán fue amenazado pocos días después. Pero no sería todo. El reparto de una flota de teléfonos registrada a nombre de una firma de Leonardo Fariña,y las llamadas entre esos aparatos, están bajo la lupa del fiscal, que ante una pregunta de Clarín en el programa Los Leuco de TN fue contundente: «Cristina está bajo investigación».

La punta de esa pista se llama Andrómeda. Ese es el nombre de una de las empresas creadas por el ex marido de Karina Jelinek para sus martingalas financieras. «Esa sociedad manejaba una flota de teléfonos que tenía como objetivo comunicar a Fariña y su grupo con Lázaro Báez», dijo a Clarín una fuente de fiscalía. «Creemos que cuando Cristina llamó a Lázaro para citarlo porque le habían avisado de la embajada de Estados Unidos que él estaba transfiriendo mucha plata a ese país, podría haber usado alguna de esas líneas para comunicarse. Se está investigando», cerró, intrigante, la fuente judicial.

Este diario consultó entonces a Fariña, el testigo protegido en el caso de «la ruta del dinero K» que hizo explotar el expediente con una carga de nombres, cuentas, datos y detalles que en su mayoría la justicia vino confirmando. «Entre fin de noviembre y principios de diciembre del 2010, se compraron siete equipos Iphone con siete lineas de teléfono de la empresa Personal. Son lineas cuyos números terminaban entre 01 y 07, correlativas. Los equipos fueron asignados a Lázaro Báez, Martín Báez, Leandro Báez, Maximiliano Acosta, Maximiliano Goff Davila, el hermano de Maximiliano Goff Davila y yo», confirma el ex colaborador de Lázaro.

«Las líneas se sacaron para Andrómeda Financial Corporation de Argentina, razón social de mi consultora. También se compraron tres notebooks; una me la quedé yo, otra Leandro y otra Martín Báez. Esas lineas eran usadas sólo para los negocios que tenía con Báez. Desde esos teléfonos organizábamos los movimientos de dinero, lo que tenían que traer, y nos pasábamos las novedades, sobre todo con Martín y Lázaro. Los números asignados a los Báez van a tener innumerables geolocalizaciones: en sus domicilios en Santa Cruz, e inclusive algunas veces en la Quinta de Olivos», dispara el ex valijero. ¿Podrían haberse usado esas líneas para que Cristina llamara a Báez y lo convocara a Olivos para hablar de dinero? Si él le hubiera dado el número, sí.

Fariña también tiene su teoría respecto al supuesto interés de Washington por los cuantiosos movimientos de dólares de Lázaro Báez, sobre los cuales -según su propio testimonio incorporado a la causa- Cristina Kirchner habría demostrado un sugestivo interés y enojo: «por el volumen de dinero que estábamos sacando, es muy factible que la embajada de Estados Unidos tomara cartas en el asunto, dado a que por más que el dinero para la contabilidad de Báez era negro, representaba una acreencia para los Estados Unidos. Cada dólar que tiene la Argentina representa una deuda para con el país emisor. Por eso ellos tienen un riguroso control del tráfico de divisas americanas en todo el mundo. En términos financieros, cada movimiento de dinero que se hace vía cable (transferencias electrónicas especiales)pasa por el filtro de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Rastreando esas huellas pueden aparecer el alerta de la embajada y el interés de Cristina».

En la fiscalía sonrieron ante el comentario de Clarín respecto a esta pista. «Estamos haciendo infructuosas tareas para hacernos de información por parte de la embajada que podría ser importante para la investigación». No más preguntas.

fuente CLARÌN

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