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A 16 años de la sanción de la ley de ética, regularán los regalos a funcionarios

Ya no habrá un presidente que pueda decir con total libertad «es mía, mía» cuando un empresario le regale una Ferrari. Más de 16 años después de su sanción, recién ahora se reglamentará un artículo de la ley de ética pública que siempre generó polémica: los regalos a funcionarios.

En las próximas semanas se espera que el presidente Mauricio Macri firme el decreto que crea el régimen de obsequios elaborado por la Oficina Anticorrupción (OA). A partir de ese momento, presentes como la Ferrari que recibió Carlos Menem durante su presidencia o la esmeralda valuada en US$ 5000 que le regalaron a Cristina Kirchner no sólo serán catalogados como una mera inmoralidad, sino que quedarán definitivamente prohibidos por ley.

Según el proyecto de decreto, al que tuvo acceso LA NACION, todo funcionario, sin importar su función, tendrá «vedado recibir regalos, obsequios, donaciones, beneficios o gratificaciones de cosas, servicios o bienes» de cualquier tipo, en línea con lo que establece el artículo 18 de la ley 25188, sancionada en 1999.

Pero habrá excepciones: «Quedan exceptuados de la prohibición aquellos obsequios de cortesía, protocolo o costumbre diplomática -continúa el decreto-, siempre que su recepción no traiga aparejada la configuración de un conflicto de interés».
En ese caso, cualquier regalo -de valor «exiguo»- deberá ser anotado en un plazo no mayor a los cinco días hábiles en el registro de obsequios que estará a cargo de la OA -la autoridad de aplicación prevista por la ley-, que dirige la ex diputada nacional Laura Alonso (Pro). Cualquier otro presente cuyo valor sea equivalente a 40 Unidades Retributivas del Sistema Nacional de Empleo Público (alrededor de $ 750) se incorporará al patrimonio del Estado y la OA será la encargada de determinar el destino final del objeto, al que se le puede otorgar un fin «de salud, acción social o educación», o directamente ser trasladado a un museo o centro cultural.

El rechazo de los funcionarios a registrar los obsequios puede devenir en una causa penal. «[Si no se cumple la ley] la OA puede impulsar una investigación de oficio y evaluar la presentación de una denuncia penal teniendo en cuenta el tipo de obsequio, dado que podría incurrirse en el delito de dádivas o soborno», sostuvo Alonso a LA NACION.
El registro estará disponible para su acceso público en Internet. El Ministerio de Modernización, que conduce Andrés Ibarra, será el encargado de desarrollar el sitio entre los 180 días posteriores a la regulación. Pero la firma del decreto no será instantánea. Todavía restan varios pasos. Antes de que la regulación se ponga en práctica, el proyecto debe pasar primero por la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia, encabezado por Germán Garavano, y luego por la Secretaría Legal y Técnica, que dirige Pablo Clusellas, donde pueden surgir modificaciones y obligaría a la OA a realizar cambios.

¿Y mientras tanto? Poco después de la llegada de Macri a la Casa Rosada, el organismo liderado por Alonso recibió una solicitud formal del secretario general de Presidencia, Fernando de Andreis, en la que pide indicaciones sobre el procedimiento a seguir en caso de recibir obsequios ante la falta de reglamentación del artículo. En respuesta, la OA sugirió la conformación en cada área de un registro informal, pero detallado de regalos. En él se debe informar quién lo hizo, a quién estaba destinado, quién lo recibió y dónde quedó el objeto, entre otros puntos. Hay sectores que comenzaron a confeccionar las listas, aunque al ser informales la OA no los puede supervisar. LA NACION consultó a Presidencia sobre los obsequios acopiados por el actual mandatario desde que asumió en diciembre pasado. Se respondió que por estas horas la lista se está confeccionando.

La «no» herencia

Si hay algún área en la que el kirchnerismo no dejó herencia es en la de los obsequios. Tanto de las corbatas, los libros y plaquetas que la gente le entregaba a Néstor y que él consideraba regalos «personales» -como describe Miriam Quiroga, la íntima colaboradora del ex presidente, en su libro Mis años con Néstor y todo lo que vi- hasta la computadora de última generación que le regalaron a Cristina en 2008 y de la que lo único que se sabe es que ya dejó de ser de última generación.

«Se llevaron todo, arrasaron. En los ocho años de Cristina Kirchner no hubo un solo registro de nada y hubo regalos realmente importantes que no se sabe dónde están», dijo a este diario un funcionario históricamente enfrentado con los gobiernos del Frente para la Victoria (FPV). Y agregó: «Habría que pedirle a algún fiscal que investigue dónde están esos regalos para recuperarlos».

 

fuente LA NACIÒN

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