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El «valijero» en las sombras de José López

Como secretario de Obras Públicas, José López daba la cara. Participaba en actos y se reunía con gobernadores, intendentes y empresarios. Pero luego, cuando él se marchaba, llegaban sus operadores en las sombras. Uno de ellos era un contador, Andrés Galera, que durante los últimos 15 años acumuló una causa por estafa, acusaciones de «valijero» o «intermediario» del poder, una indagatoria y un allanamiento en la causa Skanska, el calificativo de «emisario» del ex presidente Néstor Kirchner en el club Racing y hasta un inusual comunicado de la Auditoría General de la Nación (AGN), que lo denunció ante la Justicia.
¿Quién es Galera? Marplatense, de 61 años, macizo y de casi dos metros de estatura, Galera tuvo durante el kirchnerismo oficina propia en Buenos Aires. La instaló en Tucumán 141, arriba del extinto Café Roma, y su nombre circuló rápidamente entre empresarios y operadores, según reconstruyó LA NACION. En la provincia de Tucumán, por ejemplo, se destacó por recibir a empresarios y pedirles un porcentaje de los contratos.

En Tucumán, Galera se hospedaba siempre en el Catalinas Park, un hotel 5 estrellas ubicado frente al parque 9 de Julio. Recibía en una habitación a los empresarios en pijama. Y, además, se destacó por ofrecerles jugo de naranja mientras les pedía el 5% de los contratos de obra pública que desde la Nación enviaban a la provincia durante la gobernación de José Alperovich.
Ante la consulta de LA NACION, sin embargo, Galera lo negó todo. «Nuca pisé Tucumán», replicó a través de un interlocutor, aunque Juan Falivene, Rodolfo Alonso, Fernando Battig y Antonio Viola son algunos de los empresarios de esa provincia que lidiaron con él, que comenzó como un enviado de De Vido y terminó como presunto «valijero» del secretario José López, según revelaron los periodistas Nicolás Balinotti y José Sbrocco en su libro Alperovich. El zar tucumano.

Algunos empresarios, claro está, jugaron el juego; otros, no. Algunos aceptaron dejar el 5%; otros, el 3%; otros, el 2%; pero todos pasaron por la habitación de contador, que las pocas veces que accedió a dialogar con la prensa negó todo.
«Siempre andan buscando meterte en algún lugar. A mí me vinculaban con (Carlos) Menem y ahora me vinculan con Kirchner. Tengo amigos que trabajan en el gobierno, pero los conozco desde hace 15 años», se defendió Galera, cuando lo consultó el extinto diario Crítica en abril de 2008.

Amor por Racing

Para entonces ya había salido a la luz un indicio de su vínculo con López. ¿Cuál? Galera y el entonces secretario de Obras Públicas compartieron un vuelo en avión privado que pagó el operador. ¿Por qué? Porque en enero de aquel año vieron juntos el último amistoso de verano que Racing e Independiente empataron en Mendoza.

Racing es un amor que el supuesto «valijero» compartió con Kirchner, aunque cuando se dejaba ver por los pasillos del club invocaba como escudo la escala intermedia entre López y el por entonces ya ex presidente.

«Galera dice que responde a De Vido y que tiene como tres millones y medio de dólares metidos en Blanquiceleste», le comentó Salvador Azerrad, por entonces miembro de la Mesa de Enlace que reunía a las agrupaciones que se oponían al gerenciamiento de Blanquiceleste SA, al diario Crítica.

Ante la consulta de LA NACION, Galera desmintió haber puesto «un peso» y haber comprado jugadores para el club. «Sólo impulsé armar una «mesa de notables», con figuras conocidas que fueran hinchas del club», cuya relación comenzó gracias al entonces secretario de Vivienda de De Vido, Luis Bontempo, fallecido en 2012.

Eso no es todo, sin embargo. De Vido, José López y Galera también concentraron los dardos de un eslabón clave en el «caso Skanska», una de las investigaciones judiciales más incómodas para el kirchnerismo, según consta en el libro del periodista y abogado Pablo Abiad, El club K de la obra pública: Skanska, un caso.

Adrián López pasó años detenido por su rol en esa operatoria sospechada, testificó y hasta denunció aprietes de la ex SIDE para que cerrara la boca. Pero «Pichi», como le dicen sus amigos, explicó cómo fue la operatoria de las facturas truchas y señaló a De Vido, a José López y a Galera.

«Pichi» afirmó que durante su inmersión en el submundo de las facturas truchas conoció a Galera, con quien se reunió en el hotel Regal Pacific, en la calle 25 de Mayo al 700 de la ciudad de Buenos Aires. ¿El tercer asistente? Otro hombre de De Vido, el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio Roberto Baratta. Pero la voz cantante, dijo López, fue la de Galera, que se presentó como un enviado del entonces ministro y actual diputado nacional con fueros.

«Yo sabía que era… un valijero», rememoró «Pichi» ante la revista Noticias. «Y él», precisó en alusión a Galera, «decía venir en nombre de Planificación, en nombre de Julio De Vido. Creo que no es funcionario, creo que sí trabaja con (José) López, el de Obras Públicas».

Consultado por Noticias, Galera lo desmintió. «Es un disparate. Ni lo conozco al tipo», dijo, en alusión a «Pichi» López, quien reafirmó sus dichos ante la Justicia. Dijo que si el marplatense lo contradecía, «estaría dispuesto a someterse a un careo, y si fuera necesario podría llamar a una persona que estuvo presente en ella, para que acredite que esa reunión se llevó a cabo».

El caso Skanska

En el «caso Skanska», Galera no logró evitar que la Justicia lo investigara, que lo allanara y que lo indagara, pero aun así logró con el paso del tiempo sacarse de encima esa causa. Ante la consulta de LA NACION, afirmó que su sobreseimiento «se encuentra firme».

Sus problemas parecieron entonces quedar atrás. Hasta que en noviembre de 2013 la Auditoría General de la Nación (AGN) radicó una denuncia por usurpación a su constructora Viani SA, que desde 2007 debía restaurar la nueva sede del organismo y demoraba su entrega. El contrato lo obtuvo por intermedio de Planificación Federal.

Antes de ir a la Justicia, la AGN -por entonces liderada por el radical Leandro Despouy- le envió varias notas a López como secretario de Obras Públicas. Pero en lugar de sancionar a la empresa por las sucesivas demoras, Planificación le aprobó repetidas redeterminaciones de precios.

«La Justicia cerró esa causa por inexistencia de delito», replicó Galera, que incluso sostuvo que él se llevaba «mal» con López, hasta el punto de agarrarse a trompadas. A su lado van más lejos. Dicen que a quien hay que mirar es a un tal Guillermo Fernández. ¿Su apodo? «El ñoqui.»

Un todoterreno de bajo perfil

Andrés Galera

Contador

«Siempre andan buscando meterte en algún lugar. A mí me vinculaban con Menem y ahora con los Kirchner»

Galera se defendió de las acusaciones que lo vinculan con el kirchnerismo. Pero acumula causas donde lo señalan como el valijero de José López y otros funcionarios K.

 

fuente LA NACIÒN

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