Lejos del poder, el peronismo se encuentra atrapado en un limbo. Cuando ya pasaron ocho meses de la derrota electoral, aún nadie logró heredar la conducción que dejó acéfala la ex presidenta Cristina Kirchner y todo parece indicar que se mantendrá así durante varios meses más. La abrupta debacle del kirchnerismo, que terminó de provocar el ex secretario de Obras Públicas José López cuando arrojó los bolsos repletos de dólares al monasterio, aceleró los tiempos para que se produzca la renovación, pero ésta aún se resiste en llegar.
Sin un líder definido, todos los actores con pretensiones se miran, miden y estudian, pero ninguno da el primer paso. En medio del letargo en el que entró gran parte de la dirigencia del Partido Justicialista, son tres los exponentes de «la nueva generación» que asoman con posibilidades de ocupar ese sitial: Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa yFlorencio Randazzo, cada uno a su manera.
En esto acuerdan desde el líder del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Senadores, Miguel Pichetto -actor central del reparto de poder dentro del justicialismo-, a actores de peso territorial como gobernadores, intendentes y legisladores.
Antes de avanzar en acuerdos de fondo, el líder del Frente Renovador apuesta a que el peronismo «haga una depuración propia». Cerca de Massa aseguraron que recibe visitas a diario -su despacho, según definieron, «es el purgatorio»-, pero no tomará una decisión hasta después de las elecciones del próximo año.
«Ahí se va a ordenar, pero no va a negociar con estos actores [por Daniel Scioli, José Luis Gioja, Gildo Insfrán o La Cámpora]. Sería un error sacarse una foto ahora, no va a cometer de nuevo esa equivocación», confiaron cerca del diputado.
La incógnita pasa por saber si Massa será protagonista de los próximos comicios. Algunos lo ubican como candidato a senador por Buenos Aires, aunque no está definido. Otra estrategia en estudio sería respaldar a Margarita Stolbizer y concentrarse en 2019. Por lo pronto, continúa apuntalando su sociedad con Stolbizer, cada día más afianzada.
Massa tiene como meta llegar a fin de año con una imagen positiva en los números que tiene ahora. Según sus asesores, está detrás de María Eugenia Vidal y por encima deMauricio Macri. Pero al igual que el año pasado, el problema más serio que deberá enfrentar es mostrarse como opositor. Hasta ahora hizo equilibrio y respaldó al oficialismo en las medidas más importantes, pero esto cambiará a fin de año. «Va a salir muy fuerte con el tema de la seguridad», anticiparon desde el massismo.
El caso del gobernador Juan Manuel Urtubey es singular. Es que el salteño es el único que con seguridad no competirá en las legislativas de 2017. Cerca de Urtubey especularon con que Massa y Randazzo competirán entre ellos y así uno quedará en el camino. Pero esa ventaja también es un problema. Es que para estar en la mesa de discusión, Urtubey tiene que mostrar una muy buena performance en su distrito. Necesita ganar con comodidad en Salta.
«Urtubey les va a pedir a todos que se junten para ganar la elección. Está convencido de que el kirchnerismo quedó solo y radicalizado», dijeron a su lado. Urtubey ve en los nuevos liderazgos provinciales, con Sergio Uñac (San Juan), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Casas (La Rioja) y el senador santafecino Omar Perotti, el margen para construir un nuevo escenario renovado en el peronismo.
Mientras tanto, continuará con su instalación pública. Fuentes cercanas al mandatario provincial sostuvieron que duplicó sus números. La campaña electoral, romper con el kirchnerismo y su relación sentimental con la actriz Isabel Macedo, son algunas de las cuestiones que explican este fenómeno. «Hoy lo conoce el 70% del país», aseguraron.
Randazzo, en cambio, está manejando los tiempos. Cerca del ex ministro del Interior y Transporte se esforzaron por remarcar que «no está decidido» a competir el año que viene. Aunque anteayer circuló una fotografía con el senador Juan Manuel Abal Medina y la conducción del Movimiento Evita, allegados a Randazzo ratificaron a LA NACION que no significó un acuerdo.
«Éste no es el momento de decidir. Hay problemas más urgentes», manifestaron fuentes cercanas al ex funcionario nacional. Y agregaron: «El que emerja como candidato en la provincia de Buenos Aires será candidato a presidente». En ese escenario, los que rodean a Randazzo visualizan una batalla con Massa.
Si bien cada uno juega una carrera personal, hay un punto de unión común: Pichetto. El senador por Río Negro se reúne con los tres y habla seguido con ellos, hasta ahora por separado. «Massa, Urtubey y Randazzo tienen que liderar el cambio», repite Pichetto en encuentros privados.
En medio de una feroz pelea por sostener cierta unidad, las autoridades del partido, Gioja y Scioli, se presentan impotentes ante este escenario. Es que el presidente y vice del PJ no cuentan con el respaldo de los gobernadores, y aún no rompieron con el kirchnerismo.
fuente LA NACIÒN