Con la idea de incentivar la llegada de turistas al país y revitalizar a la industria hotelera, el Gobierno presentará hoy, con un acto en la Casa Rosada, el plan oficial para el reintegro del IVA en servicios de alojamiento a los turistas que lleguen del extranjero.
El nuevo sistema permitirá básicamente que los extranjeros perciban una tarifa menor por el servicio de alojamiento en el país. Es decir, gracias a esta reforma, el costo de alquilar una habitación de hotel en el país será más económica para el turista que quiera visitar el país.
El reintegro será automático y directo para el extranjero que adquiera estos servicios y, según información oficial a la que accedió LA NACION, la medida abarcará a la totalidad de la cadena de comercialización del alojamiento. Esto quiere decir que incorpora la compra directa del turista del extranjero y la realizada también por intermedio de las agencias de viaje del exterior y del país.
Según contaron fuentes oficiales, la medida no se implementará a través de una ley (la misma ya fue aprobada en 2001, pero nunca fue reglamentada) sino que se implementará por un decreto que firmarán el ministro de Turismo, Gustavo Santos, y el presidente Mauricio Macri. El nuevo esquema estaría vigente una vez que el Ministerio de Hacienda acepte refrendarlo. En el Gobierno estimaron que tardaría como máximo dos meses.
En un primer momento se había informado que el turista recibiría además un reintegro por los bienes que compre en el país, pero este sistema ya existe a través del Tax Free (que opera la empresa Global Blue), legalizado por la resolución de la AFIP 972/01 y modificado por la norma 3720 en 2015.
Con el nuevo mecanismo, el Gobierno se pone en línea con sistemas similares existentes en Colombia o Ecuador, donde ya existe el reintegro. En México, Perú, Chile y Uruguay directamente hay una exención impositiva para los turistas.
En otros países, principalmente los europeos, se aplica una alícuota reducida para la contratación de servicios de alojamiento. España e Italia, por ejemplo, la reducen un 10%. Otros ejemplos son: Alemania (7%), Francia (7%), Grecia (6,5%) y Portugal (6%), entre otros.
En el Gobierno esperan que este esquema facilite la fiscalización, ya que se basa en el uso de la factura electrónica, y además promueva el blanqueo, porque procede al reintegro cuando se paga con tarjeta de crédito desde el exterior o cuando son liquidadas las divisas.
En el sector creen que el mayor impacto se producirá gracias a una reactivación del turismo que provenga de los mercados de la región, especialmente de los países limítrofes. Justamente, uno de los mercados que se desinfló (por la crisis económica) fue el de los brasileños en la Argentina. De acuerdo con cálculos oficiales, en el primer año llegarían 95.000 turistas extra gracias a la medida, que aportaría divisas por US$ 70 millones. El costo fiscal, en tanto, será de cerca de US$ 600 millones por año.