Un par de zapatos, una tortuga de ónix, un sombrero artesanal de esponja, gemelos de plata, un palo de golf y cinco llamadores de ángeles. Ésos son algunos de los más de 140 regalos que recibió Mauricio Macri desde que asumió como presidente. La lista se completa con cuadros, mates, bombillas, ponchos, libros, camisetas de fútbol, floreros y esculturas, entre otros objetos, a los que se suman algunas delicatessen y productos regionales.
La nómina de obsequios presidenciales es la respuesta a un pedido de información pública que presentó el diario LA NACION a la Secretaría de Presidencia, que comanda Fernando de Andreis, a mediados de septiembre.
La lista agrega el destino que tendrán los presentes: una buena parte se donará al Ministerio de Desarrollo Social, mientras que otro tanto quedará inventariado en la Casa Rosada o en la quinta de Olivos.
La lista no incluye quiénes hicieron los presentes, aunque en algunos casos es fácil adivinar por la marca del objeto.
El Presidente no será el único que deberá hacer un «blanqueo» de los regalos. Una nueva normativa obliga a todos los funcionarios y empleados públicos a hacer públicos los obsequios que reciban durante su función.
Nuevo reglamento
El lunes, Macri reglamentó por decreto el régimen de obsequios a funcionarios públicos y el registro de viajes financiados por terceros, una norma que busca evitar dádivas o intercambios de favores.
Ya en 1999, la ley de ética pública estableció que los funcionarios públicos no podían recibir «regalos, obsequios o donaciones en ocasión del desempaño de sus funciones».
Pero la norma nunca se reglamentó y los regalos siguieron circulando, con varios episodios polémicos, como la Ferrari que el empresario italiano Máximo del Lago le obsequió a Carlos Menem, los jarrones chinos que Fernando de la Rúa recibió de una empresa española o el vuelo de cortesía con el que Amado Boudou viajó a Necochea.
A partir de ahora, los funcionarios y empleados públicos tendrán «vedado» recibir obsequios que «no se hubieran ofrecido si el destinatario no se desempeñara en su cargo». Sólo excepcionalmente podrán aceptar los regalos «por costumbre diplomática» o «por cortesía».
Aún así, todo regalo, por más pequeño o simbólico que sea, deberá informarse públicamente en un registro de regalos que estará en la órbita de la Oficina Anticorrupción (OA), la autoridad de aplicación de la norma y el organismo que redactó el decreto presidencial.
El Ministerio de Modernización implementará en los próximos días un sistema de carga de datos informático.
Otro punto clave de la reglamentación estipula que los funcionarios no podrán retener para sí los obsequios que superen los $ 4000. Si el regalo supera ese monto deberán cederlo al patrimonio del Estado.
Lo mismo ocurrirá con los obsequios considerados diplomáticos y los presentes que tengan un «valor institucional representativo». En esos casos, se deberá determinar su destino «con fines de salud, acción social, educación o al patrimonio histórico cultural».
Hay regalos que estarán prohibidos: todos los que provengan «de actividades reguladas o fiscalizadas por el organismo donde se desempeña el funcionario» y todos los que sean enviados por contratistas, concesionarios o proveedores del Estado. Nada que se sospeche como una dádiva.
También hay una excepción: todos los regalos que sean «comestibles» por cortesía podrán ser aceptados, siempre y cuando sean informados a la OA.
Algunos ejemplos que comenzaron a circular en los ministerios desde la sanción del decreto de lo que se puede y lo que no se puede recibir. Si un funcionario acepta un mate artesanal de una comunidad, podrá conservarlo. Pero si éste es de oro y está valuado en más de $ 4000, deberá donarlo. Si recibe una lapicera de un ciudadano, podrá retenerla. Pero si ésta es un presente de un jefe de Estado extranjero, deberá quedar para el patrimonio público.
El decreto que firmó Macri también regula los viajes «financiados por terceros». Sólo podrán aceptarse los traslados «para el dictado de conferencias y cursos» y los financiados por «gobiernos, entidades y personas humanas o jurídicas» que no muestren incompatibilidad con las funciones del cargo.
Ayer, en declaraciones radiales, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, reveló que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, recibió un obsequio de un jefe de Estado y consideró que no correspondía y lo devolvió». En su nota de devolución, le pidió al mandatario que no se entienda como un gesto de no amistad, sino todo lo contrario.
Ahora, todos los funcionarios deberán tener la misma cautela.
Los regalos que recibió Macri
Mates y bombillas
Macri recibió varios equipos de mate, bombilla y termo. Algunos quedarán en Olivos, otros en la Casa Rosada y otros irán al Ministerio de Desarrollo Social.
Libros
Al Presidente le obsequiaron varios libros de historia, entre ellos, El Federalismo en el siglo XXI y otros de efemérides. Los donará al Ministerio de Desarrollo Social.
Camisetas y trofeos
La nómina de regalos a donar incluyen camisetas de Boca y de la selección. También hay trofeos, pelotas de fútbol, palos de golf y palos de hockey.
Regalos atípicos
Entre las curiosidades se cuentan cinco llamadores de ángeles, un sombrero artesanal de esponja y una tortuga de ónix. Todo será donado al Estado.
fuente LA NACIÒN