POSADAS.- Isabel Acosta vive en Lanús y viaja a esta ciudad cada dos meses a visitar a sus familiares. Pero ese no es el único objetivo de sus viajes: jamás deja de cruzar a Encarnación, la ciudad paraguaya emplazada en la orilla opuesta del río Paraná, donde compra dos o tres celulares para luego revenderlos entre sus vecinos y conocidos. «Un celular marca Blu lo pago 2100 pesos en Paraguay y lo puedo vender a 3500 en Buenos Aires», cuenta.
Como Acosta, unas 20.000 personas cruzan cada día a Paraguay por el puente Roque González de Santa Cruz para hacer todo tipo de compras, como artículos electrónicos, calzado, cubiertas para autos, combustible o simplemente alimentos en el supermercado. Muchas son de Misiones, pero también hay gente de otras provincias y tours de compras que llegan desde todo el país en ómnibus.
El fenómeno está afectando como nunca la economía posadeña desde comienzos del año y no da respiro. Según la Cámara de Comercio de Posadas (CCP), se fugan cada mes 800 millones de pesos de esta ciudad a Encarnación. «Es dinero que no vuelve más», dijo Fernando Vely, titular de la CCP.
Según datos de la municipalidad, cerraron unos 300 comercios en Posadas en lo que va del año. Pero para Vely son muchos más. «Muchos no se molestan en notificar a la municipalidad. Pueden ser 400 o 500 los que cerraron. Además, otros comercios no cierran pero se achican, se van a locales con menos metros, así ahorran en alquiler y por ahí se queda el dueño atendiendo, se pierden puestos de trabajo», explicó. El desempleo en Posadas creció de 3,4% a fines de 2015 a 5,1% en el segundo trimestre, según el Indec, con una subocupación de 8%.
La procesión por el puente San Roque González de Santa Cruz no para. «En todo 2015 más de 8 millones de personas utilizaron el paso y este año serán más de 10 millones», explicó Juan Manuel Holz, titular de la oficina regional de Migraciones. El último fin de semana largo, unas 150.000 personas cruzaron el puente, con esperas de más de tres horas para salir y otras tantas para volver.
Cargar el tanque de un auto mediano con nafta súper cuesta $ 900 en las estaciones de Posadas y unos $ 700 en Encarnación. Cambiar un juego de cubiertas de buena calidad cuesta US$ 360 dólares. En Posadas una misma cubierta de marca cuesta $ 2700 y el juego completo se puede conseguir a $ 10.000.
Los comerciantes paraguayos no se quedan con los pesos y en algunos casos los cambian por dólares en Posadas. Mazza Hermanos, la única casa de cambio de la capital misionera, se transformó en la más importante de la Argentina por el volumen operado, según datos del BCRA.
Las asimetrías entre las dos ciudades siempre existieron, pero se acentuaron como nunca este año por la recesión económica, la suba del desempleo, el tarifazo y la aceleración de la inflación de los primeros meses del año, producto de la salida del cepo y el salto del dólar.
De repente, los compradores -que siempre cruzaron- se vieron con ingresos disminuidos, la perspectiva de perder el trabajo y una crisis económica que obligó a todos a aguzar el ingenio para que el dinero rinda. Hace un tiempo, en pleno boom del consumo, las diferencias se disimulaban.
Como los comerciantes paraguayos ya venían trabajando con precios que reflejaban el valor del dólar blue (a 16 pesos), la devaluación oficial sólo hizo más barata a Encarnación.
A todo esto hay que sumarle el principal elemento que hace de Paraguay un rival con el cual es imposible competir. Los comerciantes argentinos no tienen forma de igualar las enormes diferencias entre las cargas impositivas y laborales que soportan en comparación con sus pares paraguayos. Las dos ciudades enfrentadas por el Paraná no pueden tener modelos económicos más opuestos. La Argentina tiene una presión impositiva récord, y en Paraguay los empleados de los comercios en general trabajan en la informalidad, con jornadas de 12 horas, incluyendo feriados. De este lado los comerciantes deben pagar cargas sociales que suman un 50% al salario bruto, pagar doble por feriado trabajado, más las vacaciones y el aguinaldo. Un empleado de comercio gana por convenio $ 12.000.
«Con Brasil el problema para ellos o nosotros es netamente cambiario, pero con Paraguay es estructural, ellos no tienen los mismos costos, pagan muchos menos impuestos, si es que los pagan; se manejan con mucha informalidad e importan todo sin aranceles», dijo Fernando Vely. Desde hace varios meses, Vely se transformó en el vocero de un sector que vive su momento más dramático y golpea puertas en los despachos oficiales en Buenos Aires para pedir medidas de alivio que sirvan para detener un poco la hemorragia de dinero que cruza cada día el puente. «Pedimos la rebaja del IVA al 10,5%, la disminución temporal de las cargas patronales y la reducción del ITC (impuesto a las transferencias del combustible) que permita equiparar el costo del litro de nafta con lo que sale en Encarnación», explicó el comerciante.
El 16 de noviembre pasado, el presidente Mauricio Macri anunció la baja del ITC diferenciado, que permitirá reducir el precio de la súper de 19,5 a 16 pesos por seis meses. Pero ya se cumplió un mes y la medida aún no se instrumentó. Aun cuando se ponga en vigor, todos coinciden en que será insuficiente para contener la avalancha de gente que cruza para las compras de fin de año.
Los gobiernos provincial y municipal buscan estrategias para atenuar el impacto. «La recaudación cayó 15%, estamos cerca del déficit, por eso pedimos medidas urgentes al gobierno nacional», dijo Joaquín Losada, el intendente posadeño, hijo del histórico dirigente radical Mario Losada.
Otra idea entre los empresarios es pedir que Posadas se transforme en una zona franca, donde se podrían importar mercaderías sin pagar aranceles y tener otros beneficios impositivos para competir de igual a igual con Encarnación. Pero no hay respuesta.
Otro punto que acentúa las diferencias tiene que ver con el boom de inversiones que están llegando a Encarnación desde hace dos o tres años. La ciudad paraguaya va camino a convertirse en una suerte de Punta del Este en versión guaraní.
Factor psicológico
Emplazadas 70 kilómetros río arriba de la represa de Yacyretá, Posadas y Encarnación han encarado en los últimos 10 años obras multimillonarias financiadas por la EBY que se ven plasmadas especialmente por las avenidas costaneras que se lucen a ambos márgenes del río.
Sin tener salida al mar ni una playa de veraneo, los paraguayos hicieron de Encarnación una ciudad moderna que cada vez más vive de los visitantes y recibe más de un millón de turistas en verano. Hay hoteles cinco estrellas y franquicias de McDonald’s y Burguer King (en Posadas, no). Los grandes equipos paraguayos, como Olimpia o Cerro Porteño, hacen sus pretemporadas allí y en Carnaval el Sambódromo brilla con estrellas traídas de la Argentina y otros lugares de América latina. Todo gracias a la costanera donde derraman las inversiones hoteleras y gastronómicas y a la playa San José, una franja de 800 metros de arena donde en verano descansan las clases acomodadas del país guaraní. «Ellos lo tienen incorporado en la sangre, tienen buena predisposición, atención, encuentran el talle, no es casualidad lo que pasa», explicó el contador Alejandro Haene, titular de la Coordinadora Mercantil Posadas (CMP), otra entidad que aglutina comercios de la provincia.
Haene sostiene que, además de la diferencia real de precios, también existe el factor psicológico, tanto o más importante cuando se trata de atraer consumidores. El posadeño antes cruzaba sólo a comprar, ahora también va a pasear y realiza otros consumos.
En junio estuvo de visita el economista Juan Carlos de Pablo, y ante la consulta sobre lo que se puede hacer para paliar las asimetrías, el histriónico experto no dudó.»Hay que agarrar un megáfono, despejar el puente y ponerle una bomba», bromeó.
Diferencias de costos e impuestos
Hace unos meses los asesores económicos del bloque radical en la Cámara de Representantes hicieron un relevamiento sobre las asimetrías entre Posadas, Encarnación y la brasileña Foz de Iguazú.
El relevamiento arrojó diferencias casi insalvables. «En Posadas se pagan alquileres que parecen de Puerto Madero», explica Alejandro Haene, de la Coordinadora Mercantil Posadas (CMP). Según el relevamiento del equipo de González, mientras un local chico paga un alquiler de $ 20.000 en Posadas, en Encarnación paga $ 10.000. Pero lo más fuerte son las cargas impositivas. El IVA es 21% en la Argentina y 10% en Paraguay. Ingresos Brutos significan -en promedio- un 4,5 por ciento de la facturación más otra tasa de entre 0,8% y 1% de las ventas para la Municipalidad.
«Dentro del costo laboral están el sueldo, cargas sociales, vacaciones y el aguinaldo. Por otro lado, los costos de logística Buenos Aires-Posadas rondan el 10% del producto: traer un vino de Mendoza ronda el 15%», dijo Fernando Vely, quien también puntualizó que en la Argentina Ganancias es de 35% y en Paraguay, de 10%.
fuente LA NACIÒN