CÒRDOBA. La venta de agroquímicos cerró 2016, en dólares, alrededor de un 10% por arriba de 2015. Se facturaron US$ 2700 millones frente a los US$ 2457,7 millones del año anterior, según señalan en las empresas de insumos para el agro.
Los precios internacionales cayeron entre un 25% y un 30% el año pasado, baja que fue compensada por la mayor superficie sembrada de trigo y maíz.
«La facturación del sector está atada a los precios internacionales; la decisión del gobierno de dejar de intervenir en el mercado de trigo y maíz y la eliminación de retenciones nos benefició porque la superficie sembrada creció en promedio el 20% y el volumen compensó precios», explicó a La Nación Pablo Bertone, titular de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines de Córdoba (Cedasac).
La cámara cuenta con 300 agronomías relevadas con unas 500 bocas de expendio, lo que convierte a Córdoba en un distrito clave para el sector. La diferencia con Buenos Aires, por ejemplo, es que allí son menos empresas que atienden establecimientos más grandes.
Un factor novedoso en 2016 fue que se liberó la importación de agroquímicos, especialmente genéricos lo que determinó una baja de precios por mayor oferta. Algunos productos redujeron sus valores entre 15% y 20 por ciento.
«Los márgenes del sector son chicos -agregó Bertone-, por lo que cualquier variación impacta mucho». La importación de agroquímicos en 2016 fue de entre U$S 700 y U$S 750 millones, entre un 20% y un 25% más que en 2015.
Sobre las importaciones, apuntó que no debería haber un ingreso «irrestricto» de productos. El problema se atenuó porque el Senasa incrementó los cánones para el alta de nuevos registros (el importador debe registrarlo a su nombre). «Como se hizo más caro el trámite, de alguna manera, se regula», indicó.
En Córdoba, las empresas del sector reclaman por la presión impositiva, que también afecta los márgenes de rentabilidad. Ingresos Brutos, por ejemplo, subió por un adicional que se paga sobre el monto a tributar.
«Hay un doble impacto en la rentabilidad. Baja en las ventas en valor por unidad y suba de presión impositiva», sintetizó el ejecutivo. Córdoba, en promedio tiene la alícuota de Ingresos Brutos más alta del país, a la que se suma la multiplicidad de tasas municipales. Señaló que ese «festival tributario» achica aún más los márgenes de las agronomías.
De cara a este año, Bertone indicó que la expectativa es que las producciones de maíz y trigo sigan creciendo. «A diferencia de la soja, llevan mucha aplicación de tecnología, en especial el maíz. Además, los precios en los últimos meses están más estables», concluyó.
fuente LA NACIÒN