CORRIENTES.- Pánfilo Ortega, vicario en la basílica de Itatí, en Corrientes, no anduvo con vueltas al dejar en claro que en esa ciudad «cuando ganaron las elecciones, ganaron los narcotraficantes». Lo dijo en referencia a las actuales autoridades de la Municipalidad de Itatí, conducida por el intendente Natividad «Roger» Terán, del Frente para la Victoria, cuya hija y yerno fueron detenidos la semana pasada.
Anteayer fueron apresados también el hermano del viceintendente y presidente del Concejo Deliberante, Fabio Aquino, y la hermana de una concejala. Ya habían quedado presos la hija del intendente de Itatí, Mariela Terán, y a su pareja, Ricardo Piris, acusados de pertenecer a una banda liderada presuntamente por el prófugo Luis «el Gordo» Saucedo, que distribuye marihuana en siete provincias.
Los lazos de parentesco de los detenidos con funcionarios y referentes políticos de esa localidad dejan al descubierto la hipótesis trazada en la investigación que inició hace más de cinco meses la Procuración de Narcocriminalidad (Procunar), conducida por el fiscal Diego Iglesias: en esa zona caliente, el narcotráfico funciona de manera aceitada gracias a una red de complicidades políticas.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacó, cuando quedó detenida la hija de Terán, intendente de Itatí, que esa ciudad «ya no es más manejada por la narcopolítica». Pocos días después, insistió: «Con esta detención [la de Hernán, hermano de Fabio Aquino], junto con la de la hija del intendente, pareciera que estamos ante una asociación ilícita que utiliza conexiones políticas para cometer delitos y permanecer impunes ante la ley».
El cura Ortega denunció que el rector de la basílica de Itatí, Omar Cadenini, sufrió la persecución de gente ligada al narcotráfico. «Si te metes con ellos, te persiguen o te despachan», aseguró en declaraciones a Radio Sudamericana de Corrientes. «Lo quisieron atropellar varias veces en la ruta porque el padre hablaba de ellos (los narcos) en el altar».
Ortega advirtió que «hay protección policial, de las fuerzas de seguridad y de los propios abogados. Todo está muy aceitado» y detalló que «no es novedad lo que pasa acá, todos lo saben y nadie dice nada por miedo».
Un diagnóstico terrible
«Esto acentuó más las cosas que venían pasando. Ya cuando ganaron las elecciones, no voy a decir todo el mundo, pero mucha gente decía «ganaron todos ellos» refiriéndose a los traficantes de la droga. Ahora se está dando a conocer en forma pública», aseveró el cura en declaraciones radiales.
«Acá hay gendarmes venidos desde Buenos Aires dando vueltas y tomando presos a mucha gente. Ésta es la triste realidad del pueblo de la Virgen. Todo el tráfico de drogas que antes se daba en las tres fronteras, ahora se da en Itatí», señalo.
«Nada menos que aquí, en el pueblo de la Virgen, se vienen a dar este tipo de cosas. Si no se toman medidas como se tienen que tomar, esto va a seguir», fustigó Ortega. «No es novedad. Uno ve los negocios que hay. ¿De dónde sacó el dinero para progresar tanto y son solo autoridades del pueblo?», cuestionó el sacerdote.
En abril del año pasado, LA NACION reveló que la situación es alarmante en esta ciudad de 7900 habitantes situada sobre la costa del río Paraná, en el norte de Corrientes. Cadenini calificó la actualidad del narcotráfico como «un cáncer».
«Como todo cáncer, el tráfico de marihuana aquí comenzó siendo algo chico, pero se fue agrandando», explicó el sacerdote.
Una investigación de los fiscales de Corrientes Flavio Ferrini y Carlos Schaefer, con la colaboración de su colega Iglesias, sostuvo el narcotráfico en Itatí está controlado por tres organizaciones que abastecen a siete provincias. Las bandas operan de forma coordinada y con aceitados contactos en fuerzas de seguridad y la política, según las sospechas de los investigadores.
Siete provincias afectadas
Los nombres de los presuntos capos narcos de Itatí y de sus subordinados figuran en 30 causas en la justicia federal de Corrientes, Rosario, Tucumán, Chaco y Santiago del Estero, donde también tejieron negocios con bandas locales, como por ejemplo en Rosario con el comercio de autos de alta gama.
Como se consignó, una de las organizaciones estaría lidera por «el Gordo» Saucedo, que tiene pedido de captura internacional. Las otras dos estarían encabezadas por Carlos Bareiro, conocido como «Cachito», y Federico Marín, apodado «Morenita».
Para dimensionar el poder de los sospechosos, las fuentes detallaron que en diferentes operativos y allanamientos sólo a la «empresa» presuntamente liderada por «Morenita» Marín distintas fuerzas de seguridad le secuestraron 8753 kilos de marihuana en los últimos cinco años.
Se cree que las tres «empresas criminales» con base en la correntina ciudad de Itatí distribuyen en Tucumán, Córdoba, Mendoza, Santa Fe, Chaco, Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires importantes cargamentos de marihuana que ingresan en la Argentina por el río Paraná desde Paraguay.
Advertencias que llegan desde el altar
«Cuando ganaron las elecciones, ganaron los narcotraficantes. Hay protección policial, de las fuerzas de seguridad y de los propios abogados. No es novedad lo que pasa a acá, todos lo saben y nadie dice nada por miedo»
«Como todo cáncer, el tráfico de marihuana aquí comenzó siendo algo chico, pero se fue agrandando»
«Uno ve los negocios que hay, ¿De dónde sacó dinero para progresar tanto y son sólo autoridades del pueblo»
«Todo el tráfico de drogas que antes se daba en las tres fronteras, ahora se da en Itatí. Nada menos que aquí, en el pueblo de la Virgen, se viene a dar este tipo de cosas. Si no se toman medidas como se tienen que tomar, esto va a seguir.»
fuente LA NACIÒN