El ministro de Defensa, Oscar Aguad, entró pisando fuerte en su nueva función. Dio de baja a todo el equipo que acompañó a su antecesor, el hoy candidato a senador Julio Martínez, y llevará gente de su confianza, con la que trabajó en el extinguido Ministerio de Comunicaciones.
En el Boletín Oficial de ayer fueron publicados los nombramientos de Graciela Susana Villata, como secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, y de Raúl Adolfo Ripa, como jefe de gabinete.
Debieron alejarse los tres secretarios de Estado que secundaban al riojano Martínez: el viceministro Ángel Tello, a cargo del área de Estrategia y Asuntos Militares, y de larga actuación en el radicalismo en las políticas de defensa; Walter Ceballos, quien ocupaba el cargo que ahora tiene Villata y siempre mantuvo aspiraciones de pelear dentro de dos años por la gobernación de San Luis, y el arquitecto Héctor Lostri, de neta filiación macrista y titular del área de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa.
Fuentes castrenses indicaron que no sería extraño, incluso, que el nuevo ministro de Defensa impulse recambios en las conducciones de las Fuerzas Armadas. Así, podrían esperarse relevos para fin de año.
«Aguad llegó con amplia libertad y decisión para armar su propio equipo», confió a LA NACION una fuente del área de Defensa, al revelar que el riojano Martínez no contó con esa atribución cuando fue designado, en diciembre de 2015. Lostri había sido recomendado por el presidente Macri; Ceballos llegó por su relación con Sanz y Tello, por la influencia del radicalismo. Esas lealtades generaban, incluso, dificultades en la gestión.
«La decisión de Aguad es un gesto de autoridad, tal vez necesario por los ajustes que probablemente deba atender después de las elecciones, con miras al presupuesto de 2018», dijo una fuente castrense.
Las promesas de reequipamiento militar y la continuidad de un blanqueo salarial progresivo, a través del pase de componentes no remunerativos al sueldo, podrían quedar sujetas a posibilidades reales de financiamiento, estiman en las fuerzas.
Según pudo saber LA NACION, Martínez le sugirió a Aguad mantener a dos funcionarios de su equipo: el jefe del gabinete de asesores, Damián Alfredo Vaudagna, y el director nacional de Inteligencia Estratégica Militar, Eduardo Savarino.
El nuevo ministro habría accedido al pedido, pero tendría la intención de reubicar a ambos en otras dependencias. Vaudagna, por ejemplo, pasaría a ser subsecretario de Logística en el equipo de Villata, a quien Aguad conoce desde sus gestiones en Córdoba.
«Es probable que los reemplazos se expliquen por la necesidad de darle funciones a gente de su equipo, dado que el Ministerio de Comunicaciones fue reducido y subsumido por el de Modernización», interpretaban ayer en Defensa.
La nueva funcionaria Villata fue concejal en Córdoba y diputada nacional por el Frente Cívico de Luis Juez. Acompañó a Aguad en el Ministerio de Comunicaciones, como subsecretaria de Coordinación.
Ripa, su flamante jefe de asesores, acompaña al flamante ministro de Defensa desde hace más de 25 años, durante sus sucesivos pasos por el gobierno de Córdoba, la intervención en Corrientes, su mandato como diputado nacional y su gestión en Comunicaciones.
fuente LA NACION